lunes, 12 de febrero de 2024

Encuestas: Dina Boluarte y su premier en problemas de legitimidad

 No tengo dudas que la inexperiencia política de la presidenta Dina Boluarte la hace pensar que se puede gobernar sin mayores problemas, aún teniendo muy bajos niveles de popularidad. No es así. Tener niveles de aporbación popular de 10% (uno de cada diez peruanos la aprueba) o de su premier Alberto Otárola en peor condición con el 8% (uno de cada 12 peruanos lo aprueba) es condenar al gobierno a una crisis de legitimidad. La falta de trayectoria política de Dina Boluarte la hace pensar que eso, la falta de legitimidad, es una cuestión menor. No es la única. Hace unos meses ante la pregunta de un periodista el congresista José Cueto respondió que el nivel de 5% de popularidad que tiene el Congreso "le era indiferente". Lo que no entienden lo que piensan así es que el primer problema que trae la ilegitimidad es que no se reconoce a la autoridad. Es por eso, por ejemplo, que las medidas que pueda tomar la presidenta no sean tomadas en cuenta o que su dimensión política ( y la de su premier Otárola) sea ínfima. basta con ver el rebote de las noticias que originan, mínimo, básico, no proporcional al cargo que ostentan.

En política madura, el premier debe servir de corcho a la presidenta, ayudarla a flotar. Otárola no cumple ese rol. Estoy seguro que se ha constituido un lastre. Su presencia impide que personas de primer nivel acepten el llamado a servir al país desde un ministerio.

Si Dina Boluarte no procede a hacxer cambios de inmediato, la situación de conformidad y complicidad con el Parlamento continuará, dando una sensación de estabilidad, pero lo seguro es que al país le irá muy mal. 

viernes, 6 de mayo de 2022

Plagio y permanente incapacidad moral

 

Sobre la permanente incapacidad moral

Como se sabe una de las causales de vacancia es la “permanente incapacidad moral” en la que puede incurrir el presidente de la República. Los defensores de Pedro Castillo y aquellos a quienes conviene el estado actual de la situación argumentan que esa frase es difícil de aplicar pues no tipifica, no es certera y se “presta a cualquier cosa”. No es así. Veamos por qué.

Lo permanente es lo que permanece. La incapacidad se define desde la falta de entendimiento o inteligencia hasta la falta de preparación o capacidad para entender o hacer algo. La moral, en su cuarta acepción, tiene que ver con aquello que afecta al fuero interno o al respeto humano y no al orden jurídico. Por lo tanto la “permanente incapacidad moral” es la frase que el constituyente redactó para explicarnos que alguien que permanece en un comportamiento incorrecto que, sin pertenecer a la falta jurídica, afecta por su falta de preparación y  respeto a los ciudadanos, puede ser separado del poder porque no es digno de representar al país o jefaturar su Estado.   

Por lo que vemos en estos nueve meses, Pedro Castillo refleja perfectamente lo que el espíritu constituyente quiso sancionar con la separación del poder, de una manera terminal, definitiva. Desde antes de asumir la presidencia, ya desde el momento de ser autoridad electa, Pedro Castillo empezó a mentir. Mintió con el perfil de sus designados a ministros, mintió con los visitantes a la casa de Sarratea en el distrito de Breña, mintió cuando negó a sus conocidos o el conocimiento de los tratos de sus sobrinos, mintió en su relación con Karelím López o Bruno Pacheco, mintió con su tesis de grado de magister.

Como era de esperarse su defensa legal entra en el terreno de lo jurídico señalando que los delitos cometidos por Pedro Castillo han prescrito. Lo importante aquí, porque es el núcleo político, es que no niegan la acusación. Y eso pone en peligro la continuidad del jefe de gobierno porque los hechos señalados y otros, tipifican, demuestran, señalan, un comportamiento incorrecto, mentiroso, inmoral que afectan la correcta marcha del país pues rebajan la autoridad del jefe de Estado, le quitan legitimidad y capacidad de influencia y liderazgo. La falta de autoridad moral impide un correcto manejo del país pues destruye la credibilidad y la confianza.

Al Congreso de la República le corresponde corregir esta situación. No es una cuestión de votos sino del papel que le tocó jugar en este contexto que es histórico por lo grotesco: un presidente que reúne todos los elementos para ser vacado de inmediato y un Congreso que se niega a hacerlo por pequeñísimos intereses. Estamos a tiempo para que las penosas líneas que se vienen escribiendo sobre la historia del Perú de estos días sean corregidas.

 

Juan Sheput

Perdiendo la batalla por no usar las balas

 

Perdiendo la batalla por no usar las balas

No hay nada más absurdo que perder una batalla por ahorrar municiones. O peor aún no usar las municiones pensando en que llegará un mejor momento. El hombre de acción, a decir de Max Weber, sabe usar sus balas pues es capaz de determinar la oportunidad, el momento adecuado, el Kairós de los griegos que, traducido libremente al español, no es otra cosa que el tiempo oportuno y que es atributo de los políticos el poder identificarlo.

Nuestro Congreso se niega a usar sus “balas de plata”. Por eso se envalentona el presidente Pedro Castillo y permite que un personaje menor pero atrevido como Aníbal Torres se pasee a sus anchas con su demagogia simplona y con sus amenazas disparatadas. El Congreso al negarse a censurar a un funcionario que bien lo merece, no solo pierde autoridad y credibilidad sino algo peor: poder. Y un Congreso sin poder es una entidad sin mayor importancia.

Si el Congreso no hubiera permitido que un individuo del nivel moral de Guido Bellido acceda al inmerecido cargo de presidente del Consejo de Ministros el mensaje habría sido dado: el parlamento hará respetar su función, constitucionalmente, así corra peligro su permanencia. Pero no fue así, optó por la debilidad y la “debilidad nunca termina de pagarse”.

En estos momentos el Perú se encuentra entrampado a pesar de haber fórmulas constitucionales para salir del problema. Pero no se ponen en práctica simplemente por que el Congreso piensa en su supervivencia. No existe ese sentido patriótico y así, ponen en peligro la misma supervivencia del Estado. De ello ya se dio cuenta Pedro Castillo, Vladimir Cerrón y los asesores extranjeros que de hecho los rodean. Se han dado cuenta de la pequeñez política de quiénes deben ejercer un control sobre sus acciones, por eso actúan como se les viene en gana.

Tampoco hay realismo y sin él es muy difícil actuar políticamente. Fujimori fue realista cuando en el 2000 renunció por fax y convocó a elecciones. El Congreso elegido en ese año fue igualmente realista y se autodisolvió acortando su mandato. Realistas fueron PPK y Manuel Merino cuando renunciaron y realista fue Vizcarra cuando aceptó el mandato del Congreso que lo vacaba. No son realistas los miembros del actual Congreso que quieren buscar soluciones extrañas ni tampoco lo son los empresarios novatos en política que creen que las elecciones no deben ser generales sino solo presidenciales.

Estamos entrampados pero hay solución. Todo depende que se usen las balas y se ejerza el realismo.

 

Juan Sheput

Artículo publicado en El Montonero 

sábado, 15 de enero de 2022

Cuando insistir es resistir

 

Cuando insistir es resistir

Si alguien tenía dudas sobre la persistencia de este gobierno en convocar a una Asamblea Constituyente, la reacción emocional y en serie de los ministros, ante la casi segura insistencia por parte del Congreso en la autógrafa de ley que pone límites constitucionales al referéndum, debe haberlas disipado.  El gobierno ha reaccionado infantilmente, como un niñito picón, mintiendo, amenazando, haciendo un berrinche, utilizando toda su potencia de fuego en las redes sociales y en algunos medios. Se han sacado la careta, evidenciando su deseo de ir a como dé lugar, a un cambio de Constitución.

Es otra manifestación de la inmoralidad que envuelve a Pedro Castillo. Mientras en diversos foros y eventos pide un retorno de la confianza, él y su entorno insisten en el tema del cambio de Constitución a través del mecanismo de un suprapoder como es la Asamblea. La agenda del gobierno no ha cambiado. Siguen trabajando en su objetivo fundamental, cual es la de perpetuarse en el poder y buscar luego la justificación de la dictadura mediante el mecanismo constitucional. La autógrafa que debe convertirse esta semana en ley con la insistencia del parlamento, es un obstáculo que no estaba en sus planes, de allí la reacción desorbitada del oficialismo.

Lenin decía una y otra vez que “salvo el poder todo es ilusión” y ese parece ser el mantra de este gobierno. Día a día vienen incrementando una legión de empleados públicos muy bien remunerados que, desde el aparato del Estado, se dedican a hacer proselitismo con los fondos presupuestales. Las redes y programas sociales son el vehículo a través del cual se influye en la población, sea a través de ayudas y beneficios o en la formación de opinión. Pasado un corto tiempo la dádiva gubernamental se vuelve fundamental para la supervivencia. De allí a instalar el miedo a la pérdida del beneficio hay un paso. En épocas electorales esta situación es un instrumento valioso para la manipulación.

El otro elemento, que permitirá dar un manejo político a la relación con los ciudadanos, es el nombramiento de prefectos ligados al MOVADEF y a la izquierda radical. Profesores en su mayoría, son gente ideologizada y con oficio político. A pesar de su ligazón con Sendero Luminoso y de lo grave del asunto, esto no parece importar a la mayoría de los parlamentarios. No se censura a un ministro con complejo de culpabilidad. Se le censura cuando es necesario y lo que está pasando en el ministerio del interior así lo amerita.

Pedro Castillo viene avanzando en su agenda gracias a que se lo permite una democracia boba. No es novedad en América Latina. Ya en otros países como Cuba, Nicaragua y Venezuela, las oposiciones ingenuas y confiadas dejaron que el comunismo internacional avance. Hoy en estos países no se puede regresar a la democracia, pues sufren de una lucha debilitada sufriendo que la mayoría de los líderes opositores se encuentran en la cárcel. Si no reaccionamos cuanto antes todo parecerá indicar que estamos yendo en el mismo camino.

 

Juan Sheput


Artículo publicado en El Reporte 160122

miércoles, 16 de diciembre de 2020

El Sectarismo Político

Si bien es cierto la llamada crispación empezó con el enfrentamiento permanente entre Keiko Fujimori y Pedro Pablo Kuzcynski, es con Martín Vizcarra que la situación política adquiere niveles de turbulencia que afectaban cualquier tipo de acercamiento.

Martín Vizcarra buscó un enemigo y lo encontró. Primero lo llamó "fujimorismo", luego "aprofujimorismo" y luego, ambos términos, los asoció con el Congreso de la República al que terminó disolviendo (desde mi punto de vista ilegalmente). La necesidad de tener un enemigo visible que le permita antagonizar y ponerlo contra la sociedad, siempre ha sido un objetivo de aquello que llama Fernando Rospigliosi, la "coalición vizcarrista".

Todo ello ha traído como consecuencia que en estos días el país atraviese por un escenario de violencia y polarización social como nunca antes se ha visto. La descalificación del adversario, la mentira permanente, el papel de los medios de comunicación totalmente parcializados, son parte de este esquema.

Es lo que un grupo de intelectuales norteamericanos, quince prominentes miembros de la academia, ha venido en llamar "sectarismo político". Elemento corrosivo que ha llevado a que el acuerdo político sea poco menos que imposible.

¿Cómo ha sido definido este llamado sectarismo?

Según los intelectuales tiene tres elementos capitales:

- La aversión hacia quien piensa distinto. 

- La "otredad", una especie de "los otros contra nosotros".

-La moralización, sentirse dueños de señalar que es lo moral y qué no es moral.

Como podemos observar este fenomeno, el del sectarismo, empleado para definir el comportamiento de Donald Trump calza perfectamente en el ámbito local. Es lo que practican Martín Vizcarra y sus allegados, o quienes ven en el otro, no a un adversario político con el cual se puede llegar a concesiones, cesiones mutuas o acuerdos, sino al enemigo a quien hay que eliminar. Esto ha traído como consecuencia una violencia verbal y física que va a convertir en imposible cualquier posibilidad de sacar adelante reformas, leyes específicas, o cualquier tipo de acuerdo político. 

Para llegar a este nivel de deterioro no se puede ocultar ni soslayar dos fenómenos adicionales. Por una parte el papel que juegan las redes sociales, y en ellas las empresas encargadas de construir "bots" y troles para descalificar al adversario, y por otra los medios de comunicación, en los cuales los periodistas han devenido en activistas, promotores o azuzadores,  es decir, no se limitan a informar sino que toman partido por una de las causas, abierta y desvergonzadamente.

Punto aparte es el abuso descarado de la mentira que se acepta y difunde de manera natural. Una que está en boga es la que llama "golpistas" a los parlamentarios que votaron por la vacancia de Martín Vizcarra por corrupción y receptor de coimas. Un proceso constitucional legítimo, que inclusive culminó con la presidencia de Francisco Sagasti luego del breve periodo de Manuel Merino, es deformado llamándolo "golpe de Estado" y a sus protagonistas "golpistas". Es la necesidad lógica de construir un enemigo.

El Perú atraviesa por un pésimo momento. Pero recordemos. Esta situación no solo es responsabilidad de los políticos sino tambien de un amplio margen del tejido social: academia, medios de comunicación, empresarios, entre otros. 

Ingresamos así a una recta final electoral en la cual el peligro no solo proviene de la pandemia del coronavirus Covid19 sino de algo peor: la incapacidad de entendernos como sociedad.

martes, 15 de diciembre de 2020

El Perú recién tendrá vacunas el 2022

 Suena sombrío pero así parece que es. El entusiasmo que despertó Martín Vizcarra cuando desde agosto de este año hablaba que el país iba a tener acceso a las vacunas antes que finalizara el 2020, se ha acabado. Una información proveniente de la prestigiosa revista británica The Economist, nos tiró un baldazo de agua fría y nos volvió a la realidad. No habrá vacunas contra el Covid19 en el Perú hasta mediados del año 2022 nos dice el prestigioso semanario. Esto contradice las versiones del gobierno de tener una disposición desde este año y como es lógico ha generado una ola de indignación. 

No se trata solo de vacunar a la población. También se trata de volver a las escuelas y universidades, que el turismo vuelva a recibir visitantes, de tener acceso a la recreación, que se reactive la economía y volvamos a tener una vida normal. Todo eso se tendrá que seguir limitando, durante casi dos años más, por no tener acceso a la vacunación. Es una grave irresponsabilidad que merece una profunda investigación y sanción. 

Martín Vizcarra señalaba ya desde agosto que íbamos a tener acceso a la vacuna. Lo decía en sus cotidianas conferencias de prensa. Y el expremier Walter Martos lo ratificaba, señalando inclusive que íbamos a tener acceso a la vacuna desde diciembre de este año y asegurando que se habían firmado convenios con prestigiosos laboratorios. Ahora sabemos que nada de eso es cierto. Esta gravísima irresponsabilidad, que debe ser investigada por el Congreso pues significará enfermos, fallecidos, parálisis económica entre otros males, no puede pasarse por alto. 

A diferencia del Perú, que no tendrá vacunas el 2021 y que tendrá que esperar hasta mediados del 2022 para poder empezar sus jornadas de vacunación, los presidentes Duque de Colombia y Piñera de Chile, anunciaron el inicio en el 2021 de sus jornadas de vacunación como lo pueden ver en los siguientes enlaces:

Presidente Duque de Colombia anuncia compra de millones de vacunas para el 2021

Presidente Piñera de Chile anuncia compra de 14.4 millones de vacunas para el 2021

En el Perú, Martín Vizcarra se limitó a mentir. Eso es posible cuando los medios de comunicación claudican de su función crítica y alejan del debate a los opositores. No hay forma de establecer una crítica que permita cambiar de sentido a la equivocación. Con falta de debate. el gobierno puede mentir y no enmendar el error.

Aquí pueden ver una reflexiones que sobre el tema he hecho en el siguiente video:

Juan Sheput: A propósito de las vacunas contra el Covid19



lunes, 26 de octubre de 2020

Entrevista en Libertad de Pensamiento

 A continuación comparto con ustedes una larga y amena entrevista con Andrés Romaña y Bruno Schaaf de Libertad de Pensamiento, sobre asuntos de coyuntura y defensa de la institucionalidad.

Aquí la entrevista: