Las vueltas en círculo del gobierno
A diferencia de la mayoría de las
ocasiones anteriores la presentación del gabinete Arana en el Congreso de la
República no despertó el entusiasmo de la ciudadanía ni de los medios. La
cobertura a las reuniones de las bancadas con la señora Boluarte y el ministro
Arana fue mínima y casi fantasmal, motivada por la ilegitimidad política que
arrastra el gobierno con su 3% de aprobación y porque la sociedad,
hiperinformada en aspectos de coyuntura política, sabe que este gabinete no es
otra cosa que el revoloteo de los mismos integrantes, es decir más de lo mismo.
Con ese anticipo estaba cantada
la suerte del gabinete. La aprobación de la mal llamada “investidura” fue
inclusive anunciada por entusiastas congresistas oficiosos que, sin haber
escuchado al Premier, ya le habían otorgado la confianza. Lamentable realidad
que vivimos en la actualidad.
Ya en el análisis de la
presentación, el presidente del consejo de ministros hizo un planteamiento que
a mí me pareció demagógico: la creación de una comisión multisectorial para
evaluar la permanencia del Perú en el sistema de derechos humanos
interamericano. Era una muestra de cariño a la derecha desinformada y cómplice
que sustenta a Boluarte. Durante el debate parlamentario nadie le recordó al
señor Arana que él fue el impulsor de otra comisión, también multisectorial,
que buscaba evaluar la reposición de la pena de muerte en nuestra estructura
legal. Luego de 11 sesiones, según el mismo ministerio de justicia, esta
comisión no ha brindado ningún resultado. Ha sido y es coiHumo para la tribuna.
Pero lo mas grave es la ausencia
de profundidad en un tema que es responsabilidad principal del Ejecutivo: la
seguridad ciudadana y la seguridad electoral. La seguridad no es un asunto sólo
de recompensas, así como el funcionamiento del aeropuerto no es solo un asunto
de patios de comida. Es un asunto sobre el cual el gobierno tiene que poner el
máximo interés para evitar llegar a los niveles de tragedia de nuestros vecinos
Ecuador y Colombia.
Mas que un discurso para el
olvido el de ayer ha sido un mensaje para el anecdotario político. En el futuro
cercano se tendrá que hablar de cómo el Congreso peruano de estos tiempos otorga
la confianza al mismo grupo de ministros que viene desarticulando al país desde
hace años. Y deberemos recordarlo para volver a elevar la valla de la exigencia
cuando de elegir funcionarios públicos se requiera. El descenso al que nos ha
llevado Dina Boluarte y las bancadas que conforman el parlamento, no se debe
repetir nunca más.
Ing. Juan Sheput