jueves, 12 de junio de 2025

El voto de confianza al gabinete de Eduardo Arana

 Las vueltas en círculo del gobierno



A diferencia de la mayoría de las ocasiones anteriores la presentación del gabinete Arana en el Congreso de la República no despertó el entusiasmo de la ciudadanía ni de los medios. La cobertura a las reuniones de las bancadas con la señora Boluarte y el ministro Arana fue mínima y casi fantasmal, motivada por la ilegitimidad política que arrastra el gobierno con su 3% de aprobación y porque la sociedad, hiperinformada en aspectos de coyuntura política, sabe que este gabinete no es otra cosa que el revoloteo de los mismos integrantes, es decir más de lo mismo.

Con ese anticipo estaba cantada la suerte del gabinete. La aprobación de la mal llamada “investidura” fue inclusive anunciada por entusiastas congresistas oficiosos que, sin haber escuchado al Premier, ya le habían otorgado la confianza. Lamentable realidad que vivimos en la actualidad.

Ya en el análisis de la presentación, el presidente del consejo de ministros hizo un planteamiento que a mí me pareció demagógico: la creación de una comisión multisectorial para evaluar la permanencia del Perú en el sistema de derechos humanos interamericano. Era una muestra de cariño a la derecha desinformada y cómplice que sustenta a Boluarte. Durante el debate parlamentario nadie le recordó al señor Arana que él fue el impulsor de otra comisión, también multisectorial, que buscaba evaluar la reposición de la pena de muerte en nuestra estructura legal. Luego de 11 sesiones, según el mismo ministerio de justicia, esta comisión no ha brindado ningún resultado. Ha sido y es coiHumo para la tribuna.

Pero lo mas grave es la ausencia de profundidad en un tema que es responsabilidad principal del Ejecutivo: la seguridad ciudadana y la seguridad electoral. La seguridad no es un asunto sólo de recompensas, así como el funcionamiento del aeropuerto no es solo un asunto de patios de comida. Es un asunto sobre el cual el gobierno tiene que poner el máximo interés para evitar llegar a los niveles de tragedia de nuestros vecinos Ecuador y Colombia.

Mas que un discurso para el olvido el de ayer ha sido un mensaje para el anecdotario político. En el futuro cercano se tendrá que hablar de cómo el Congreso peruano de estos tiempos otorga la confianza al mismo grupo de ministros que viene desarticulando al país desde hace años. Y deberemos recordarlo para volver a elevar la valla de la exigencia cuando de elegir funcionarios públicos se requiera. El descenso al que nos ha llevado Dina Boluarte y las bancadas que conforman el parlamento, no se debe repetir nunca más.

 

Ing. Juan Sheput

 

“Nuevo” Aeropuerto Jorge Chávez: Un caos anunciado

 “Nuevo” Aeropuerto Jorge Chávez: Un caos anunciado

Corría el mes de agosto del año pasado y, en el ámbito de la semana de ingeniería, fui invitado a mi colectivo profesional el Colegio de Ingenieros del Perú, a dar una charla. Elegí el tema de las Políticas Públicas y la Complejidad. Allí advertí de la locura que se pretendía hacer inaugurando el aeropuerto Jorge Chávez el 19 de diciembre nada mas y nada menos que luego de haber cerrado, unas horas antes, el anterior.

Se postergó la anunciada inauguración hasta el pasado 31 de mayo. Para entonces ya había señalado en sendos artículos y declaraciones que era insensato inaugurar un aeropuerto con solo 15 días de pruebas, la llamada “marcha blanca”. Sin embargo, con complicidad de mediocres ministros, ingenuos empresarios e irresponsables medios de comunicación se vendió una imagen idílica del nuevo aeropuerto y se inauguró. Fue la misma presidenta Boluarte quien anunció el inicio de operaciones de esta gran obra. A las pocas horas la realidad arrasó con el papel celofán de la hipocresía y se mostró crudamente: todo es un caos. Aerolíneas que no pueden despegar por falta de combustible, pasajeros varados y abandonados a su suerte, gente con salud deteriorada que no tiene como ser atendida, guías que están mas perdidos que los pasajeros, accesos que son un infierno y lo mas dramático, la posibilidad de una desgracia mayor como la ocurrida la noche del domingo en que un avión casi se estrella al intentar aterrizar en la pista del anterior aeropuerto.

En nuestro país el nivel de irresponsabilidad es dramático y el deterioro del tejido social (empresarios, academia, medios de comunicación, etcétera) es realmente deplorable. El daño que se le está haciendo al país con las imágenes de caos y confusión que se derivan del “nuevo aeropuerto” se traducirá no solo en una nueva burla, pues somos el hazmerreir, sino en las cancelaciones de viajes al Perú en pleno inicio de la temporada alta de turismo. Lo mas dramático es que en este país, nuestro país, no hay responsables ni empresariales ni políticos. Se le puede desgraciar la vida a un grupo de ciudadanos y no pasa nada. Por lo pronto la presidenta de OSITRAN Verónica Zambrano y Raúl Pérez Reyes que ahora es el responsable de la caída de imagen del MEF y antes fue ministro de Transportes y Comunicaciones deberían ser defenestrados.

Cada vez estamos peor. No hay controles. No hay fiscalización. Solo nos queda no acostumbrarnos a esto. Hay que seguir manteniendo alta nuestra capacidad de indignación.

 

Ing. Juan Sheput

Puerto y Aeropuerto: entre la gerencia y el caos

 Puerto y Aeropuerto: entre la gerencia y el caos

Luego de siete meses ha culminado la “marcha blanca” del Megapuerto de Chancay de la empresa Cosco Shipping. Empezó a inicios de noviembre del año pasado y luego de garantizar que los sistemas que conforman el proyecto interactúen entre sí de acuerdo con el diseño, planificación y requerimientos de los usuarios internos y externos, en lo que se conoce también como el “comisionamiento de prueba”, esta espléndida obra de ingeniería ha quedado expedita para el inicio oficial de operaciones este primero de junio.

Las pruebas han sido reales, incrementando progresivamente   los sistemas y procesos involucrados. Los riesgos así se minimizan y se corrigen los errores evitando en lo posible percances que, de ocurrir en la operación, podrían ser críticos. El ecosistema que rodea al puerto, aún pendiente de ejecutar, es responsabilidad fundamentalmente del gobierno. La gerencia del puerto, conformada en su núcleo por marinos de nuestro país, ha actuado muy eficientemente, agregando otro galardón a la ya reconocida excelente capacitación existente en nuestra Marina de Guerra del Perú.

El mismo primero de junio entra en operaciones también otra megaestructura, que al igual que el puerto es un sistema complejo de ingeniería: el nuevo aeropuerto internacional Jorge Chávez del concesionario Lima Airport Partners (LAP).  La principal y lamentable diferencia es que la “marcha blanca” del aeropuerto ha sido de solo 15 días, medio mes, con pruebas que no involucran a los usuarios (pasajeros, personal de aerolíneas o del propio aeropuerto) ni siquiera en mínimos adecuados. No se han probado los sistemas en paralelo en porcentajes de funcionamiento críticos. Tampoco se han realizado incrementos paulatinos que permitan llegar a un nivel de estrés de todos los componentes que garanticen, a partir del ensayo, un comportamiento adecuado. En la noche del 31 de mayo se hará una mudanza de componentes tan solo horas antes del inicio total de operaciones. Algo absolutamente irresponsable en la implementación de proyectos de cualquier tipo, con mayor razón en proyectos de esta envergadura.

Desde el año pasado he recomendado que no empiecen las operaciones mientras no se haga una prueba completa de los componentes del aeropuerto tanto de infraestructura, tecnología, recursos humanos, pasajeros y acceso. Sin embargo, se continúa adelante. Sin ánimo de alarmar, pero si de advertir, actuando así se incrementan las posibilidades de riesgo. Es lo que sucede cuando se celebra o privilegia la inauguración y no el correcto funcionamiento. Es lo que pasa cuando no se tienen autoridades competentes ni una sociedad civil que desde la academia o los colegios profesionales se atrevan a ir en contra del consenso complaciente. En materia de gestión del riesgo nunca está demás levantar la voz e ir en contra de la corriente.

Ing. Juan Sheput

viernes, 12 de abril de 2024

Algunos apuntes sobre el proyecto puerto de Chancay

 

Con el mega puerto de Chancay el Perú está ingresando a las grandes ligas del transporte marítimo y al selecto club de los países con uno de los sistemas portuarios más importantes del mundo. En este primer post haremos una introducción muy general a este proyecto muy importante.

El mega puerto de Chancay es lo que se conoce como una infraestructura crítica, La infraestructura crítica se refiere a los sistemas, instalaciones y activos que son vitales para el funcionamiento de la sociedad y la economía.

Estas infraestructuras se consideran esenciales porque su interrupción afectaría la seguridad o la salud pública, y la estabilidad económica. La infraestructura crítica incluye componentes físicos y virtuales que están interconectados y que son interdependientes. Por tanto un puerto de las dimensiones de Chancay es una infraestructura crítica y a la vez un sistema complejo de ingeniería.

Es un sistema complejo de ingeniería porque encaja en la definición que hiciera el MIT señalando que estos sistemas involucran tecnología, aspectos sociales, complejidades como la política o la interacción de la sociedad y producen propiedades emergentes que no son sino reacciones que no pueden ser anticipadas ni simuladas. 

Un proyecto de esta índole require de acciones especiales. Como tal requiere que se trabaje, que se invierta en una serie de proyectos complementarios o adicionales.

En primer lugar una infraestructura social, es decir colegios, hospitales, centros de recreación, comisarías que brinden servicios esenciales a la población efectiva y flotante.

También se va a requerir de una infraestructura económica, es decir bancos, edificios de oficinas, centros comerciales, hoteles, almacenes para proveer de servicios a múltiples actividades económicas.

Se requerirá también de infraestructura dura como carreteras, auotpistas, puentes y caminos, como infraestructura blanda, software y redes de fibra óptica. Las telecomunicaciones son esenciales.

Y obviamente capital humano. Es vital para el desarrollo de una infraestructura crítica de las dimensiones del Puerto de Chancay. Allí juega un rol importante el tema educativo a cargo de la Región, cuya gobernadora, Dra. Rosa Vásquez ha demostrado en el  ámbito municipal capacidad de gestión en el cargo.

Como ven no se trata solo del puerto. Debemos ver este proyecto con un criterio integral, holístico.

Aquí les dejo dos interesantes videos sobre el tema:

Puerto de Chancay en peligro: ¿Las empresas navieras chilenas se benefician?

El megapuerto de Chancay y la infraestructura crítica


jueves, 4 de abril de 2024

Defendiendo a Dina: la falacia ad hominem

 

Defendiendo a Dina: la falacia ad hominem

Una falacia es, simplemente, un engaño, una mentira, una farsa. La categoría ad hominem significa algo que está dirigido contra el hombre. Una falacia ad hominem es una farsa que ataca al hombre y no a sus argumentos. Busca descalificar al oponente, no yendo contra sus ideas o planteamientos, sino descalificándolo. O, contaminando aún más, buscando desviar la atención hacia el terreno de la amenaza, del hecho catastrófico. Por ejemplo, si alguien defiende un proyecto de ley, en lugar de debatir sobre sus argumentos, se le descalifica llamándolo desordenado, indisciplinado o borracho o, si alguien defiende una propuesta, responder que si se acepta la misma la situación será peor, un desastre. Todo vale con tal de desviar la atención.

La falacia ad hominem se ha convertido en el principal instrumento de batalla de los escuderos de Dina Boluarte. Los que la justifican por todo. Si alguien condena las joyas de la presidenta se le acusa de caviar. Si se dice que la inmoralidad justifica la vacancia presidencial se le sindica como enemigo de la institucionalidad. Si uno osa decir que el clima de deterioro es de tal magnitud que lo mejor para el país es el adelanto de elecciones a uno se le acusa de querer el adelanto “para postular” o ser parte del “eje del mal” o, peor aún, que la situación será peor pues se elegirá a una calamidad.  

Eso sucede porque los defensores de Dina Boluarte no tienen argumentos para ocultar su evidente complicidad. Tienen que recurrir a la falacia ad hominem para poner a la defensiva o desviar la atención de los hechos concretos que abruman a la presidencia. Esos hechos concretos, que son posesión de joyas y relojes por centenas de miles de dólares, cuentas bancarias por millones de soles, incompetencia en la gestión, o indicios de enriquecimiento ilícito tratan de ser desviados atacándose a la persona o dibujando en el futuro escenarios de catástrofe. Uno se convierte en terrorista, golpista, caviar, anti institucionalista, parte del eje del mal o causante de un triunfo electoral antisitema. Obviamente a esta confusión se prestan los diversos medios de comunicación cargados de analistas o abogados que todo lo ven desde el punto de vista teórico o jurídico cuando el problema es eminentemente político.

Soy de los que piensa que lo mejor para el país es el adelanto de elecciones y que la pregunta que debemos plantearnos es si el país podrá resistir dos años y medio más en esta situación. En lo personal pienso que no. El nivel de deterioro será muy grave de llegar al 2026. Y antes de pensar en términos de izquierda o derecha analicemos el asunto con más profundidad y pensemos en relación a la , supervivencia del Estado ahora amenazado por la delincuencia organizada, el narcotráfico y otros graves problemas que afectan a nuestra sociedad. En el 2026 puede ser demasiado tarde. Y la forma como llegue el país a ese año, si es que no se hace nada, será responsabilidad del elenco político, mediático y empresarial actual.

 

Juan Sheput

 

lunes, 12 de febrero de 2024

Encuestas: Dina Boluarte y su premier en problemas de legitimidad

 No tengo dudas que la inexperiencia política de la presidenta Dina Boluarte la hace pensar que se puede gobernar sin mayores problemas, aún teniendo muy bajos niveles de popularidad. No es así. Tener niveles de aporbación popular de 10% (uno de cada diez peruanos la aprueba) o de su premier Alberto Otárola en peor condición con el 8% (uno de cada 12 peruanos lo aprueba) es condenar al gobierno a una crisis de legitimidad. La falta de trayectoria política de Dina Boluarte la hace pensar que eso, la falta de legitimidad, es una cuestión menor. No es la única. Hace unos meses ante la pregunta de un periodista el congresista José Cueto respondió que el nivel de 5% de popularidad que tiene el Congreso "le era indiferente". Lo que no entienden lo que piensan así es que el primer problema que trae la ilegitimidad es que no se reconoce a la autoridad. Es por eso, por ejemplo, que las medidas que pueda tomar la presidenta no sean tomadas en cuenta o que su dimensión política ( y la de su premier Otárola) sea ínfima. basta con ver el rebote de las noticias que originan, mínimo, básico, no proporcional al cargo que ostentan.

En política madura, el premier debe servir de corcho a la presidenta, ayudarla a flotar. Otárola no cumple ese rol. Estoy seguro que se ha constituido un lastre. Su presencia impide que personas de primer nivel acepten el llamado a servir al país desde un ministerio.

Si Dina Boluarte no procede a hacxer cambios de inmediato, la situación de conformidad y complicidad con el Parlamento continuará, dando una sensación de estabilidad, pero lo seguro es que al país le irá muy mal. 

viernes, 6 de mayo de 2022

Plagio y permanente incapacidad moral

 

Sobre la permanente incapacidad moral

Como se sabe una de las causales de vacancia es la “permanente incapacidad moral” en la que puede incurrir el presidente de la República. Los defensores de Pedro Castillo y aquellos a quienes conviene el estado actual de la situación argumentan que esa frase es difícil de aplicar pues no tipifica, no es certera y se “presta a cualquier cosa”. No es así. Veamos por qué.

Lo permanente es lo que permanece. La incapacidad se define desde la falta de entendimiento o inteligencia hasta la falta de preparación o capacidad para entender o hacer algo. La moral, en su cuarta acepción, tiene que ver con aquello que afecta al fuero interno o al respeto humano y no al orden jurídico. Por lo tanto la “permanente incapacidad moral” es la frase que el constituyente redactó para explicarnos que alguien que permanece en un comportamiento incorrecto que, sin pertenecer a la falta jurídica, afecta por su falta de preparación y  respeto a los ciudadanos, puede ser separado del poder porque no es digno de representar al país o jefaturar su Estado.   

Por lo que vemos en estos nueve meses, Pedro Castillo refleja perfectamente lo que el espíritu constituyente quiso sancionar con la separación del poder, de una manera terminal, definitiva. Desde antes de asumir la presidencia, ya desde el momento de ser autoridad electa, Pedro Castillo empezó a mentir. Mintió con el perfil de sus designados a ministros, mintió con los visitantes a la casa de Sarratea en el distrito de Breña, mintió cuando negó a sus conocidos o el conocimiento de los tratos de sus sobrinos, mintió en su relación con Karelím López o Bruno Pacheco, mintió con su tesis de grado de magister.

Como era de esperarse su defensa legal entra en el terreno de lo jurídico señalando que los delitos cometidos por Pedro Castillo han prescrito. Lo importante aquí, porque es el núcleo político, es que no niegan la acusación. Y eso pone en peligro la continuidad del jefe de gobierno porque los hechos señalados y otros, tipifican, demuestran, señalan, un comportamiento incorrecto, mentiroso, inmoral que afectan la correcta marcha del país pues rebajan la autoridad del jefe de Estado, le quitan legitimidad y capacidad de influencia y liderazgo. La falta de autoridad moral impide un correcto manejo del país pues destruye la credibilidad y la confianza.

Al Congreso de la República le corresponde corregir esta situación. No es una cuestión de votos sino del papel que le tocó jugar en este contexto que es histórico por lo grotesco: un presidente que reúne todos los elementos para ser vacado de inmediato y un Congreso que se niega a hacerlo por pequeñísimos intereses. Estamos a tiempo para que las penosas líneas que se vienen escribiendo sobre la historia del Perú de estos días sean corregidas.

 

Juan Sheput