miércoles, 23 de abril de 2014

Eleodoro Mayorga e Interoil: En un día se decidió todo a favor de la petrolera

Si esto no es conflicto de intereses ¿Qué es? El reportaje que trae Carlos Castillo en Perú 21 tiene un contenido muy grave. No sólo es un claro favorecimiento a una empresa, Interoil, que era asesorada por Laub & Quijandría, estudio de abogados en el que trabajaba el actual Ministro de Energía y Minas Eleodoro Mayorga sino que este último, en su afán de aferrarse a su cargo, complica la situación del presidente Ollanta Humala de quien dijo sabía de toda esta operación, es decir el presidente de la República no defiende los intereses nacionales y avalaría, lo que se desprende de lo declarado por Mayorga, acciones como las que denuncia Perú 21 en nota que reproducimos líneas abajo.
Nunca se ha visto un nivel de descrédito de tal magnitud en un gabinete. Como bien señaló el congresista Víctor Andrés García Belaúnde, este es el gabinete del tráfico de influencias, por la cantidad de ministros involucrados como René Cornejo (es decir el mismo premier), Eleodoro Mayorga (Ministro de Energía y Minas) y Carmen Omonte (Ministra de la Mujer).
El presidente Ollanta Humala no tiene ningún tipo de autoridad en materia de lucha contra la corrupción, en la medida que mantenga a este gabinete. Si antes se requería de lobistas para que influenciaran en la marcha de alguna decisión hoy los grupos de poder toman por asalto los ministerios, por lo visto, con la venia del señor Humala. Nunca antes tampoco se ha visto tanta preponderancia de algunos grupos de interés económico en la marcha de un gobierno. La debilidad de Humala es más que evidente. El ministro de Economía y sus recomendados, como Cornejo o Mayorga por ejemplo, están destruyendo la gobernabilidad del país a pasos agigantados.



En un día se decidió todo a favor de Interoil. El 4 de abril de 2013, la Cámara de Comercio Internacional (CCI) notificó –vía correo certificado– a Perupetro sobre el laudo arbitral a favor del Estado peruano en la demanda presentada por la petrolera noruega. En la misma fecha quedó sin efecto la medida cautelar dictada por un juzgado civil de Talara a favor de la firma y, en lugar de pedir que dejen las instalaciones, el gobierno extendió –también el mismo día– los contratos de licencia temporal por un año más para la explotación de los lotes III y IV, a través de los decretos supremos 012 y 013 de Energía y Minas.
Perú21 accedió a información sobre el laudo arbitral de la CCI del proceso seguido bajo el expediente N°18783/CA/ASM.
En la información que obra en poder del gobierno se señala que la pretensión de Interoil, representada y asesorada por Laub & Quijandría –de la cual era socio el ministro Eleodoro Mayorga–, no solo era la ampliación de hasta por dos años y 10 meses del contrato suscrito en 1993. También reclamó que el Perú le reconozca un pago de US$79’458,487.
El fallo resolvió declarar infundadas las pretensiones principales (ampliación de la vigencia de contratos) y subordinada (sobre la demanda por los más US$79 millones).
Asimismo, dispuso el levantamiento de la medida cautelar otorgada a favor de Interoil por el Primer Juzgado Civil de Talara, que le permitió a esta empresa seguir operando. También concluye que los contratos de licencia para la explotación de hidrocarburos de los lotes III y IV terminaron en marzo de 2013.
EXTENSIÓN
De esta manera, mientras Perupetro era notificado sobre el fallo arbitral a favor del Perú y la medida cautelar quedaba sin efecto, el mismo día el presidente Ollanta Humala y los ministros de Economía y de Energía, Luis Castilla y Eleodoro Mayorga, respectivamente, suscribieron los decretos supremos 012 y 013.
Los 12 meses permitirán que se lleve adelante el proceso de selección del nuevo contrato. Estos decretos se suscribieron a pesar de dos informes legales elaborados por los abogados Rosario Fernández y Mario Castillo Freyre que se pronunciaron en contra de la renovación.
HUMALA SABÍA TODO
Por otro lado, el ministro Mayorga complicó al presidente Humala en este escándalo al señalar en RPP que el mandatario estaba al tanto de la situación.
Consultado si le comentó al jefe de Estado sobre el caso puntual de los lotes III y IV, respondió: “Yo le entregué al presidente un file diciéndole que no era el único caso que estaban en curso. De cada uno de ellos le preparé una ayuda memoria”, puntualizó.
Mayorga insistió en que no incurrió en conflicto de intereses porque la decisión de ampliar el contrato se tomó antes de que accediera al cargo de ministro. “Yo no asesoré en el pedido de ampliación de contrato. El proceso de Interoil con el Estado ya estaba en curso mucho antes de que yo empezara a asesorarlos”, anotó, aunque luego admitió que participó en algunas reuniones.
Este diario buscó el descargo de Mayorga con relación a la celeridad con que se hizo la prórroga, sin obtener respuesta. A su asesor de prensa se le hizo llegar el detalle de la información que publicamos.
“MAYORGA COMPLICÓ A HUMALA”
Análisis de Víctor Andrés García Belaunde, congresista
“Lo más grave de este caso son las declaraciones del ministro Eleodoro Mayorga, en la mañana (de ayer) en RPP, al afirmar que le dio un file con toda la información de este caso al presidente Humala. Con esto lo está complicando en un caso donde se percibe un tráfico de influencias. Ese informe que Mayorga entregó al presidente debería haber incluido todos los pormenores del caso, las opiniones en contra, los excesos de la empresas, las deudas por daños al medio ambiente y las pretensiones millonarias que incluían en la demanda internacional que presentó Interoil en contra del Perú.
Si no tiene esa información, el presidente debe estar destituir a ese ministro de inmediato.
Preocupa que todo se haya resuelto en un día y no es cierto que Petroperú no pueda asumir el control de esos lotes o que los pueda tercerizar, y preocupa también que no sea un hecho aislado sino que se haya actuado a favor de otras empresas que fueron clientes de Mayorga”.

Gramsci para principiantes

Néstor Kohan ha escrito un libro muy didáctico y fácil de leer sobre Antonio Gramsci, el célebre revolucionario e intelectual italiano, ícono del marxismo que legó para la posteridad sus célebres Cuadernos de Cárcel en el cual detalla su interpretación de cómo debe ser la lucha política para lograr el poder. Conocido como el marxista de la superestructura, lo que él llamaba el soporte de las ideas, de la ideología y del crecimiento a través del debate político, Gramsci es un clásico y su vida un ejemplo de lucha revolucionaria.
Para Gramsci el poder de las clases dominantes sobre el resto de clases sometidas por el modo de producción capitalista, no está dado únicamente por los aparatos represivos del Estado (no olvidar que enfrentó al mismo Mussolini), pues si así fuera dicho poder sería muy fácil de derrocar pues sólo bastaría oponerle una fuerza contraria equivalente. El poder al que me refiero se basa en la hegemonía cultural que las clases dominantes logran ejercer sobre las clases sometidas a través del control de la educación, las instituciones religiosas y los medios de comunicación. Hoy tendríamos que agregar otros poderes fácticos como las encuestas.
Los dejo con Antonio Gramsci para principiantes:

Democracia y Movadef



Democracia y Movadef
La ausencia de una oposición consistente y, como dirían los británicos, con dientes, permite que el gobierno, literalmente, haga lo que le venga en gana en  asuntos que en cualquier democracia que se respete habrían sido motivo de profundo cuestionamiento. Casos como la acusación del expresidente García al presidente Humala por recibir dinero del narcotráfico; otorgamiento de buena pro a únicos postores como en la Línea 2 del Tren Eléctrico; desconocimiento del detalle de los contratos que se firman con Telefónica;  el conflicto de intereses de por lo menos tres ministros de Estado en un solo gabinete, el actual; compra de armas sin transparencia o la forma como el actual servicio de inteligencia gasta sus recursos en autos que terminan a nombre de los hijos de sus funcionarios son parte del transcurrir cotidiano en el gobierno de Ollanta Humala. Ninguno de estos casos ha sido tratado con la profundidad y gravedad que lo merecen. Sólo el primer caso de los mencionados habría paralizado a cualquier país que sea una democracia real por la gravedad que implica, pero en el Perú de hoy  la acusación a un presidente en ejercicio no significa nada; para mitigar ello está la seguidilla de noticias distractoras; la sobreactuación contra algunos casos que involucran a  ex-aliados del gobierno o, como ha sido el patrón en los últimos años, para eliminar las amenazas de escándalo siempre vale la pena revivir al terrorismo o, para ir a tono con los tiempos modernos, al MOVADEF.
Desde el primer instante señalé que la detención de abogados ancianos que caminaban rumbo a sus casas o que hacían vida pública era un exceso que no se condice con la lucha contra el terrorismo. Este último implica violencia extrema o, como dice Tamar Meisels en El problema con el Terror,  es el uso de la violencia por parte de autores no estatales para infligir la muerte de ciudadanos inocentes con el fin de dar publicidad a una causa” cosa que ninguno de los detenidos había cometido.  Esto no quita nuestro total rechazo a Sendero Luminoso pero cuando se recurre a acciones que atentan contra la legitimidad de la lucha contra el terror pues nos igualamos a ellos y, lo peor de todo, sembramos la semilla para que en el futuro recrudezca la violencia.
En su libro La Maldad Política, Alan Wolfe, cuando hace referencia a la lucha fallida contra el terrorismo,  señala como uno de sus principales errores el incurrir en métodos ilegales o ilegítimos, pero la peor torpeza radica, señala,  en negarse a negociar con ellos o impedir que se introduzcan a la legalidad pues los líderes del terror adquieren mayor relevancia e influencia sobre sus adeptos cuanto más aislados se encuentran.
El gobierno del presidente Humala demuestra pues, con creces, su gran impericia política. Por querer distraer o ganar unos puntitos en las encuestas está comprometiendo el futuro del país en materia de seguridad. El aislamiento sin justificación de los líderes del MOVADEF solo contribuye a consolidar las posiciones que creen en el terror como método de tomar el poder  y que siendo mínimas en la actualidad pueden ser mayoría como consecuencia de los actos abusivos del gobierno, que en eso se iguala a los métodos que en su momento usaba el fujimorismo, sin éxito obviamente.
No hay duda que los hechos de terror utilizados en su momento contra el país nos hacen repudiar a los grupos involucrados. Pero casualmente por ese hecho, por el uso del terror, las naciones que han triunfado contra el terrorismo no han escatimado esfuerzos en hacer todo lo que esté a su alcance para llegar a acuerdos políticos con sujetos que con toda razón despreciaban. Pero para eso se requiere de sentido de Estado y conocimiento y práctica de lo político. Y sabemos que de ello carece, lamentablemente,  el gobierno actual, al cual sólo parece interesarle la próxima encuesta así esté de por medio el futuro de la seguridad en el país.
Punto aparte merece la actuación del Ministro del Interior Walter Albán, que por seguir con el fajín, claudica de una trayectoria en defensa de la legalidad y los derechos humanos y se presta  de manera inverosímil a una farsa que pocos pero muy  destacados periodistas como Gustavo Gorriti, Raúl Wiener o Fernando Rospigliosi vienen denunciando con serenidad y valentía.

Juan Sheput


Tragedias urbanas y falta de previsión



Tragedias urbanas y falta de previsión
El reciente incendio en Valparaíso, Chile,  demuestra lo débil que se tornan las ciudades cuando crecen sin mayor ordenamiento urbano. La fortaleza de una ciudad se muestra cuando acontecen eventos inesperados y, en el caso de Valparaíso, las debilidades mostradas son consecuencia de años y años de crecimiento desordenado, sea por causa de falta de normativa,  sea por  causa de facilidades políticas.
Lo cierto es que ocurrió un incendio muy grave y, como informan medios de comunicación  como La Tercera, las instituciones funcionaron con presteza, es decir estuvieron a la altura del complejo desafío de extinguir un incendio de colosales proporciones.
Me pregunto qué pasaría en Lima en el caso que ocurriera un evento catastrófico de gran magnitud ¿Qué pasaría luego de un gran terremoto? ¿Cómo se enfrentaría un incendio de proporciones en el centro histórico? ¿Un derrumbe o un tsunami en la costa verde?
En Lima no existe una cultura del riesgo,  se cree torpemente que nunca nos va a pasar nada. Y ese espíritu relajado es el que nos lleva a crecer desordenadamente sin la provisión de servicios mínimos adecuados. Esta situación no se limita a los sectores más bajos en la escala económica. También se ve en los sectores más pudientes. Las casas construidas en terrenos invadidos en Lima Norte por ejemplo tienen tanta falta de servicios básicos como las modernas casas construidas en las playas del Sur, el balneario de Asia por ejemplo. Recientemente se señalaba que, en el caso de necesitar atención médica de urgencia algún poblador de las casas playeras de Asia  sólo tenía dos opciones: o ir más al sur, a Cañete, a decenas de kilómetros o recorrer más de 100 kilómetros hacia el norte, hacia Lima. En el trayecto no se iba a encontrar ni un solo centro médico con las últimas tecnologías como para atender  emergencias médicas de relativa complejidad.
Asia es, en cierta medida, un reflejo de nuestro crecimiento económico: deterioro cívico  que se manifiesta en la vulgaridad exhibida en su bulevar, ausencia de servicios básicos y  un cortoplacismo que da pie a un consumismo exagerado, en un afán de demostrar signos de éxito sin ningún tipo de sostenibilidad.
Lo mismo sucede con los terrenos invadidos. Por el norte, a pocos metros de la variante de Pasamayo, las invasiones han formado un centro poblado con gran cantidad de habitantes. Lo mismo se ve en Ventanilla como en otros lugares de Lima Norte y Lima Sur. Son poblaciones que exigen servicios que no tienen y que conviven con problemas de vandalismo, epidemias y muy poca seguridad. Tampoco hay agua y desagüe, en muchos casos porque los costos de su implementación son muy altos.
De suceder una tragedia de proporciones en Lima, como la que sería consecuencia de un gran terremoto, la ciudad colapsaría. Los bomberos no podrían avanzar por los embotellamientos de tránsito; algunos hospitales se habrían derrumbado como el 2 de Mayo o el Arzobispo Loayza;  los edificios hospitalarios que aún se mantuvieran  firmes no se darían abasto y los servicios de agua o de luz podrían estar fuera  de acceso por destrucción de tuberías o  conductores.
La principal causa de esta tragedia es la falta de desarrollo urbano, la ausencia de un plan de desarrollo de la ciudad. Nos limitamos a pintorescos simulacros que ayudan en algo pero que no son suficientes. Es necesario empezar a trabajar con seriedad en el desarrollo urbano de la ciudad y tener planes de contingencias para la eventualidad de la ocurrencia de una gran tragedia.
Juan Sheput

Artículo publicado en Diario 16 el 17 de abril del 2014

martes, 15 de abril de 2014

Así se desperdicia el agua en Lima

Siempre se ha dicho que Lima es un desierto cruzado por tres débiles ríos. Esa descripción que puede sonar dramática es una realidad. Los ríos que cruzan Lima son tres: por el norte, el río Chillón, por el centro el río que le da personalidad a Lima, el río Rímac y por el sur, el río Lurín. Los tres tienen un caudal mínimo, que puede llegar a cero metros cúbicos por segundo, en épocas de ausencia de lluvias en la sierra y, literalmente, se han convertido en acequias, pues las poblaciones colindantes vierten sus deshechos en la corriente de estos ríos.
En Lima escasea el agua. Sin embargo se desperdicia. SEDAPAL ha demostrado ser una entidad inepta e ineficiente. Es incapaz de administrar correctamente lo poco que tiene, ni siquiera puede implementar un justo escalafón de tarifas.
Las siguientes fotos demuestran como en Lima se desperdicia el agua. Son tomadas en la mañana de hoy, alrededor de las 6 de la mañana en el parque Paul Harris ubicado en la calle Alfredo Rosenblat en Surco. Allí podrán ver como el agua potable, a vista y paciencia del serenazgo (que a su vez descansa con los motores encendidos contaminando y gastando combustible), se deja correr inundando de manera lamentable el parque. Lamentable porque los parques deben regarse con aguas tratadas y lamentable porque en muchos lugares de Lima no hay agua. Surco no es el único distrito donde sucede claro está, pero tampoco el parque tiene la exclusividad en este desperdicio. Seguiré usando el smartphone para graficar algunas malas costumbres que debemos desterrar.



lunes, 14 de abril de 2014

René Cornejo y el pulpo Helios

El presidente Ollanta Humala ha claudicado en su aparente lucha contra la corrupción. Y digo aparente porque a pesar de lo ofrecido, en la práctica, durante su gobierno ha estimulado con su desidia política y entrega a los poderes fácticos la práctica corrupta en algunas entidades. Lo que sucede con el presidente del Consejo de Ministros René Cornejo y su empresa Helios, no tiene antecedentes en periodos presidenciales anteriores. Los indicios de corrupción son muy graves y sin embargo el presidente Ollanta Humala se siente cómodo con el actual jefe del gabinete.
El congresista Víctor Andrés García Belaúnde ha escrito sobre dicho funcionario un artículo muy interesante en el cual detalla, con la meticulosidad acostumbrada en las investigaciones del parlamentario, las actividades irregulares de la Corporación Helios, ligada al actual premier. Lo podemos leer a continuación:

Luego de leer los descargos del premier, no tengo la menor duda de afirmar que René Cornejo dejó de ser apoderado de la corporación Helios en octubre del 2012. Un documento extraño, de fecha antigua, notariado hace pocos días, no tiene más valor que un registro de la Sunarp. Y si así fuera, preocúpense, porque todo el ordenamiento legal del país estaría en peligro.
Sin embargo, su relación con Helios ha continuado hasta el año 2014, como lo certifican las más de 100 visitas ocurridas en su despacho ministerial, ocupando tanto la cartera de Vivienda como la Presidencia del Consejo de Ministros. Y estas reuniones que él califica como amicales no pueden tener tales características, pues configurarían el delito de peculado de uso. 
Por ejemplo, ¿por qué el señor Cornejo contrató en el Gabinete de Asesores del Ministro de Vivienda, en el 2013, al señor Carlos Franco Pacheco, quien lo había denunciado por un conjunto de delitos en el 2012? También ¿por qué se reunió con el señor  Franco Pacheco el 11 de marzo del 2014, en Palacio de Gobierno, siendo ya premier? ¿Qué conoce el señor Pacheco que a él le preocupa tanto?
En sus descargos, el señor Cornejo pretende que creamos que se desvinculó como accionista, director, apoderado y consultor de Helios en fechas distintas: dos fechas para desprenderse de sus acciones, otra fecha para dejar de ser director, otra fecha para no ser apoderado y otra fecha más para acabar con sus consultorías. Es decir, Helios le gustaba tanto que decidió renunciar por capítulos.
Desde julio del 2011, Helios se ha vinculado con el Gobierno Regional de Arequipa, la Municipalidad de Corani en Puno, el Ministerio de la Producción, la Municipalidad de La Molina, la Municipalidad de San Isidro, Pro Vías Nacional del MTC, Pro Inversión y la Municipalidad Provincial de Huaral, entre otros.
¿Qué contactos maravillosos le han permitido a Helios ganar esas megaobras en Colombia? ¿Por qué sus consultorías en México tienen carácter confidencial? ¿Con quién coordinaba directamente Coalianza de Honduras? O un asunto de simple lógica: ¿cómo en solo seis años ha logrado tener una cartera de proyectos en el Perú valorizada en S/.9.500 millones?
Pero aquí no acaba esta historia. Desde que empezó este gobierno, los principales funcionarios de Helios se han vinculado con el Indecopi, el Organismo Supervisor de Contrataciones del Estado, Electro Oriente, Perú-Petro y la Unidad de Coordinación de Préstamos Sectoriales del MEF.
Además alguien muy cercano al señor Cornejo ha desarrollado consultorías para la Agencia Peruana de Cooperación Internacional y la Unidad de Coordinación de Proyectos del Poder Judicial. Y el jefe de Gabinete de Asesores del señor Cornejo ha sido, en paralelo, miembro del poderoso Comité de Pro Inversión en proyectos de infraestructura, minería y saneamiento, denominado Pro Desarrollo. 
Como lo ha calificado el ex presidente García, el pulpo Helios cada día abarca más, involucra a más personas, nuevas instituciones y al alcanzar estas dimensiones pone en riesgo la estabilidad del país, a tal punto que una de las reuniones del señor Cornejo, relacionada con este tema, se ha desarrollado en el propio Palacio de Gobierno, a pocos pasos del despacho presidencial.

Publicado hoy en el diario El Comercio.

jueves, 10 de abril de 2014

Intención de Voto Municipal y Popularidad Alcaldesa de Lima

CPI acaba de publicar su última encuesta sobre el tema municipal. En ella se puede apreciar el descenso de la popularidad de la Alcaldesa de Lima Susana Villarán quien, luego de estar en casi 22%, desciende a 15.7%, a pesar de la intensa campaña publicitaria y de haber contratado a equipos especializados para promover las obras que ha realizado. Los principales problemas van por el lado de la seguridad ciudadana, lo cual nos parece injusto pues es un tema del Ministerio del Interior, es decir del gobierno de Ollanta Humala. Por otro lado se le reconoce como principal logro la reubicación de los mayoristas de La Parada en el mercado de Santa Anita y la clausura definitiva del gran centro de abastos de La Victoria.
La encuesta también trae la intención de voto municipal. En ella se muestra como en primer lugar va Luis Castañeda Lossio con 53%, seguido de Ricardo Belmont, Salvador Heresi, Enrique Cornejo. Susana Villarán aparece con alrededor del 5% pero este voto es la sumatoria de los posibles candidatos de la izquierda. 
La encuesta completa la pueden leer aquí:

Encuesta CPI Intención de voto Municipal Lima Abril 2014

miércoles, 9 de abril de 2014

César Álvarez o el crecimiento económico sin instituciones. El caso de Ancash



Ancash o el crecimiento económico sin instituciones
Acostumbrados como estamos a analizar las consecuencias de los problemas y no sus causas, un grupo de congresistas, funcionarios del Poder Ejecutivo,  Ministerio Público y Contraloría se han dirigido a Ancash a investigar los extraños sucesos que vienen sucediendo en esa riquísima región.  Mediatizado el tema, es importante que los funcionarios estén allí. Es una forma de alcanzar notoriedad. Cierto es que las sucesivas muertes (quince), de ciudadanos que de una u otra forma eran enemigos de César Álvarez, amerita el inicio de una investigación policial a fondo  en la zona, pero también es cierto que en esta situación tiene mucha responsabilidad el Estado que, a través de sus endebles instituciones no ha sabido manejar el “éxito” expresado en el ingreso de millones de soles, impensables antes, en las arcas de la región Ancash.
El problema no es la descentralización como señalan algunos despistados, sino la forma como a ésta le eliminaron sus controles. Un proceso de regionalización y descentralización es muy complejo. Chile y Colombia, en América Latina, y España, en Europa, tienen grandes problemas en sus procesos de descentralización. Pero insisten en él pues saben que es, en el largo plazo, positivo en el desarrollo de sus países. Colombia, Chile y España tienen en sus respectivos núcleos académicos sendos organismos de investigación que aportan políticas públicas y sugerencias a sus respectivos procesos de regionalización. Aquí en el Perú no. Nuestras universidades, movidas por el afán de maximizar sus ganancias, no tienen interés en crear centros de desarrollo regional o territorial. No es rentable y así la ignorancia impera en el análisis de los hechos recientes.
El proceso de regionalización que tuvo su primer impulso durante el gobierno de Alejandro Toledo creó un Consejo Nacional de Descentralización (CND) para que coordine y monitoree los planes de desarrollo territorial. Se exigía a las regiones construir capacidades (con capital humano adecuado) y planes de desarrollo, antes de traspasar competencias (como Salud o Educación) o recursos económicos, es decir presupuesto. Había exigencias previas y candados, en aras de un desarrollo regional adecuado.
Ello fue destruido durante el gobierno de Alan García. El expresidente, fiel a su pensamiento de corto plazo y a su afán de crecer económicamente a como dé lugar, eliminó el CND y en su lugar puso a una simbólica Secretaría de Descentralización a quien nadie hace caso; eliminó las “trabas” (capacidades y planes de desarrollo) y ordenó las transferencias de competencias y recursos, sobretodo recursos económicos,  a las regiones con el afán de que gasten sin control.
Al eliminar los planes,  los elementos intangibles de un Plan de Desarrollo como la educación o la promoción  de la cultura a través del civismo se fueron al tacho y en su lugar solo quedó el afán por la obra física, esa que se puede ver y por sobretodo licitar. Aún más se eliminó el filtro del SNIP con la complicidad del Ministerio de Economía y Finanzas y así, gracias al expresidente, las regiones se transformaron en centros de recepción de ingentes recursos, que se pueden gastar sin control, convirtiéndose literalmente en un botín. Lo mismo pasa con las alcaldías. La Contraloría, que tampoco tiene un plan de control de gobiernos locales o regionales, siguió al igual que el gobierno en piloto automático y contribuyó al desorden que hoy impera en la mayoría de las regiones, envueltas en escándalos, licitaciones, corrupción y crímenes.
Claro está que eso no desestimula a los aspirantes a ocupar una alcaldía o la presidencia de un gobierno regional. Es suficiente ver cómo en Ancash, a pesar de los crímenes supuestamente atribuidos a rivalidades políticas, hay más de 10 precandidatos. El presupuesto, léase mejor el botín, es apetitoso y bien vale que se corra el riesgo. Hay en la práctica un descontrol en todo el universo de alcaldías y gobiernos regionales. Si no lo cree mire a su alrededor:  cuántas veces en su barrio o alrededores rompen, construyen y vuelven a romper las mismas avenidas, pistas y veredas; cuántas veces rediseñan los parques; con qué facilidad se cambia el ordenamiento urbano para dar cabida a monstruosos edificios que desentonan al construirse en pequeñísimas calles.
La regionalización en sí no es mala. Lo que nos sucede es consecuencia de eliminar los controles durante el gobierno pasado y también responsabilidad del actual gobierno, de Ollanta Humala, cuyo ministro de Economía entiende el piloto automático como simple consumismo o estímulos artificiales del gasto público y que no ha hecho nada por modificar las reglas de juego establecidas en el gobierno de Alan García.
Lo que sucede en Ancash, si no fuera por los crímenes execrables,  sería el remedo de lo que sucede en la mayoría de gobiernos locales y regionales donde el afán de servicio al vecino ha quedado de lado en aras de gastar, sin controles, el suculento presupuesto municipal o regional.




martes, 8 de abril de 2014

La falsa Guerra 1939-1940

Hubo un periodo en la Segunda Guerra Mundial, comprendido entre la invasión a Polonia en septiembre de 1939 y mayo de 1940, que se conoce como la Falsa Guerra. En ese periodo primaban las escaramuzas y los soldados alemanes, literalmente, se aburrían frente a la Linea Maginot. Se pensaba inclusive que recomponer la paz era posible, sin embargo por Rusia y al afán de conquista de territorios por parte de Adolf Hitler, esto no se pudo. De este interregno trata el siguiente reportaje que nos trae ABC y que recomiendo leer:

La Falsa Guerra

Durante unos meses, la guerra en la Europa occidental quedó estancada, pero la lucha continuó en otros escenarios

Segunda Guerra Mundial: La falsa guerra, los falsos amigos y los falsos enemigos
El periodo de tiempo transcurrido entre la ocupación de Polonia, en octubre de 1939, y la fulminante ofensiva desencadenada por la Wehrmacht en el Oeste, en mayo de 1940, es conocido como «la falsa guerra». En contraste con lo ocurrido en 1914, apenas había ahora escaramuzas entre los principales contendientes, aunque se luchara en otros frentes.
Durante ese medio año de práctica inactividad bélica en la Europa Occidental, hubo incluso quien creía posible recomponer la paz. Sin embargo, aquellos meses, a veces a pesar de sus protagonistas, servirían para delimitar los campos enfrentados.

Nacionalismo

Ideológicamente antagónicos, nazis y comunistas habían llegado a un acuerdo porque, más allá de las ideologías, primaron sus intereses nacionalistas: si Hitler quería recomponer los viejos imperios alemán y austriaco, desmembrados tras la derrota de 1914, Stalinaspiraba a engullir en la URSS todos los territorios que habían formado parte de la Rusia del Zar y que se perdieron en la precipitada paz de Brest-Litovsk.
Alemania, es cierto, fue la iniciadora de la terrible segunda fase de «La Larga Guerra del siglo XX», pero el banderazo de salida lo dieron los soviéticos cuando, a cambio de un acuerdo de no agresión militar con aquellos con los que habían venido agrediéndose verbalmente durante años, aceptaron quedarse con media Polonia. Y, como postre, la aquiescencia germana a la ocupación soviética del resto de los territorios que habían formado parte del imperio ruso.
Así, mientras en el Oeste los soldados se aburrían en sus cómodos alojamientos de la Línea Maginot o de la Sigfrido, ayudaban a los campesinos en la vendimia, se iban de baile con las lugareñas, o sus mandos competían en invitaciones gastronómicas, cada cual más exquisita, en el Este el Ejército Rojo ponía fin por fases a la independencia de Letonia, Estonia y Lituania, despojaba a Rumania de la Besarabia y la Bucovina y desataba una guerra con Finlandia (la Talvisota, la Guerra de Invierno) por territorios y concesiones que subordinarían ese país a la URSS.
El mundo vio entonces a Stalin como el gran aliado de Hitler. Mucho más que a Mussolini, reticente a cualquier acuerdo con los comunistas, irritado por la ocupación de un país católico como era Polonia y temeroso de arriesgarse en una guerra cuyo resultado, aún incierto, podía poner en peligro su régimen. Basta ojear las hemerotecas para darse cuenta de que la opinión pública europea (y también la americana) consideraba a la Unión Soviética en el mismo bando que al Reich. Sobre todo tras la invasión de Finlandia.

Invasión

Pero no era sólo cuestión de opinión pública, reflejada en editoriales, artículos o caricaturas. La inesperada y heroica resistencia finlandesa, llevó a los Estados Mayores francés e inglés a planear la intervención en Finlandia frente al Ejército Rojo, aún a costa de invadir para ello la neutral Noruega.
La derrota finlandesa frustró esta operación para la que, incluso, se estaban concentrando ya las tropas. Así, tan sólo por semanas se evitó un enfrentamiento directo entre los aliados y los soviéticos, que hubiera llevado a éstos de manera inexorable y definitiva al bando alemán, con unas consecuencias que, para no jugar al futurible, podríamos calificar de insospechadas.

Aliado... por horas

Pero los planes de franceses e ingleses ni se olvidaron ni se abandonaron. Si Finlandia no pudo, de hecho, pasar a formar parte de los aliados (y uniría sus fuerzas a las del Eje en 1941, para terminar enfrentándose a él dos años más tarde), aún quedaba Noruega.
Su papel esencial en el abastecimiento de hierro y su larga fachada atlántica eran una tentación difícil de resistir, teniendo en cuenta además que su ocupación por los aliados supondría un radical cambio estratégico, al amenazar a Alemania desde el sur y desde el norte de forma simultánea.
En Berlín, sin embargo, la OKW (Oberkommando der Wehrmacht, el alto mando de las fuerzas armadas) había llegado a las mismas conclusiones, elaborando sus propios planes de invasión. Unos y otros fueron puestos en práctica de forma simu-tánea en cuanto, con la primavera, el tiempo hizo factible operar en el gélido Norte.
Los germanos llegaron primero, por horas… Y así, Noruega quedó integrada en los aliados, que teóricamente desembarcaron para repeler la agresión perpetrada por los ejércitos nazis. Si hubieran llegado sólo unas horas antes, franceses e ingleses habrían sido los agresores y las tropas de Hitler habrían acudido entonces a Noruega para impedir su ocupación.
La propia guerra, su desarrollo, fue inexorablemente agregando contendientes a uno y otro campo en función de estrategias militares y políticas, la mayor parte de las veces ajenas a quienes se vieron involucrados.
Ni el Eje, ni los aliados, tal como hoy distinguimos a unos y a otros, estaban definidos en aquellos meses de «la falsa guerra». Ni siquiera los que serían a la larga únicos vencedores de esta segunda parte de «La Larga Guerra del siglo XX» habían entrado en la contienda: la URSS, para su propia sorpresa, tuvo inopinadamente que dejar de ser el respaldo de la aventura militar del Reich, para convertirse en su más encarnizado enemigo. Y los japoneses lograron en Pearl Harbor que los Estados Unidos tuvieran causa y razón para no mantener su aislacionismo ni la neutralidad aprobada por ley… Amigos y enemigos aún estaban entonces por decidir.