El agitador Alan García

Cuando la ola de protestas del año 2007, previas al mensaje presidencial, el presidente Alan García, el premier Jorge del Castillo y sus aúlicos mediáticos, indicaron que una autoridad elegida por el pueblo no se podía dedicar a agitar a las masas, que se les había elegido para gobernar y no para promover actos de protesta. Acto seguido se dictaron una serie de medidas que amenazaban con distintas penas a presidentes regionales y alcaldes que encabezaran alguna medida de protesta.
En estos días, con la benevolencia o patrocinio de medios gobiernistas como el diario El Comercio por ejemplo, el presidente García, en uno de sus ya acostumbrados exabruptos, ha pedido a las poblaciones que vayan a reclamar a sus presidentes regionales o alcaldes "el porqué no cumplen con las obras", que ya está harto que le echen la culpa a él y otras frases dignas de alguien que simplemente sabe hablar pero no gobernar.
El presidente está demostrando su incapacidad para gobernar. No controla sus emociones. Permanentemente incurre en errores que ocultan presurosos sus medios amigos -¿ o cómplices?-, con el ánimo de convertir en audaz lo que es una medida torpe. El presidente García llega a tal nivel de irresponsabilidad, que plantea el reclamo en el mismo lugar -Puno- donde se linchó un alcalde.
Nos preguntamos ¿Con qué autoridad moral habla un presidente que se ha limitado a mirar el crecimiento económico desde el balcón y, al igual que Fujimori, a hacer caja con la venta de nuestros activos? ¿Con qué autoridad habla el señor Alan García que a la fecha tiene abandonado a los lugares afectados por el terremoto del 15 de agosto?.
El presidente García manipula a gran sector de la prensa. Los medios del Estado, canal 7, Radio Nacional y Andina están repletos de periodistas rentados con dinero de todos los peruanos, para adularlo y desinformar durante buena parte de la programación. Y con medios a su favor, sin oposición y con mucho dinero no ha podido concretar un sendero de buen gobierno luego de dos años de gestión.