La prepotencia de la inversión china
Desde el año 2004, Las Bambas era un proyecto emblemático
por las buenas formas y el trato existente entre la comunidad y la empresa
Glencore Xtrata. Tanto así que cuando surgía algún conflicto minero se le ponía
como ejemplo, tanto al emprendimiento de Apurímac como al del Cusco. Pero todo
tiene su final y este llegó cuando, en el año 2014, Glencore Xtrata decidió
vender Las Bambas a un consorcio chino por US$5.850 millones en efectivo. Este
consorcio está conformado por MMG, una empresa filial de China Minmetals, el
grupo de infraestructura Guoxin Investments y la empresa de inversiones Citic. Allí
se originaron los conflictos cuando este grupo, de manera arbitraria, ha
decidido desconocer los acuerdos del Estudio de Impacto Ambiental, tratando de
construir en la cabecera de la cuenca del río Challhuahuacho y la no
construcción de un mineroducto con lo cual el transporte del mineral será
superficial afectando con contaminar toda la zona.
¿Tiene razón la comunidad cotabambina en indignarse?
Pues sí, toda la razón. No es la primera vez que la inversión china hace lo que
se le da la gana en nuestro país. Para ellos es suficiente con invitar un
viajecito turístico a políticos peruanos para que se olviden de fiscalizar. Si
fuéramos un país en todo orden, las autoridades se pondrían del lado de la
comunidad y harían respetar los acuerdos, pero no es así. Los chinos, una vez
más, pretenden hacer lo que se les da la gana.
Igual es en otros lugares en donde está el dinero
chino. De la peligrosidad de ese tipo de inversión escriben Economist y la BBC entre otros. Así que no debe
sorprender el nivel de prepotencia. Antes de criticar a la comunidad
cotabambina, el premier Cateriano y los empresarios mineros peruanos deberían
llamar la atención de esta empresa china. La seguridad jurídica empieza por
nuestros compatriotas.
Artículo publicado hoy en diario Exitosa
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