La gran encíclica ecológica del Papa Francisco
Atrapados por la coyuntura y
abocados a nuestros pequeños y lamentables problemas, el país cada vez está
asumiendo un comportamiento tribal, aislado de los grandes temas y eventos que
suceden en el mundo.
Es así que salvo actos aislados y
nada publicitados, pasaron sin pena ni gloria el centenario de las acciones
armadas de la Gran Guerra (2014), el bicentenario de la batalla de Waterloo
(mayo 2015), los ochocientos años de la Carta Magna (junio 2015) y discusiones
importantes de carácter geopolítico como el nefasto papel de la inversión China
y, muy recientemente, la encíclica papal sobre el cambio climático. Mientras en
países vecinos la academia y los medios de comunicación dedican espacios a
estos importantísimos temas en nuestro pequeño país estamos abocados a temas
muy propios de lo que llamo nuestra involución intelectual, social y cultural.
La encíclica “Laudato si”
(“Alabado seas”), ha sido considerada por jefes de Estado, monarcas y
científicos de renombre como el más importante documento que, sobre el cambio
climático, se ha publicado en todos los tiempos. La expectativa de su
lanzamiento el último 18 de junio fue tan grande que algunos medios italianos
no aguantaron la tentación y tuvieron que filtrar partes del mismo, lo que
originó una inmediata discusión. En dicha encíclica el Papa Francisco hace un
llamado a detener el consumismo enfermizo, fustiga a las grandes empresas,
llama a la política a que tenga más dignidad y se emancipe del poder económico
y cuestiona los pocos esfuerzos e indiferencia con que encaramos los graves
problemas que ya estamos padeciendo como consecuencia del desprecio por el
medio ambiente.
El papa Francisco ha señalado que
la Tierra se ha transformado en un gigantesco depósito de inmundicias. Tiene
toda la razón. Esto no aparece en la encíclica pero lo traigo a colación. Por
si no lo saben, existe un continente inmundo, compuesto de plásticos, botellas,
bolsas y basura no degradable. Se le conoce como La Sopa de Plástico y es del
tamaño de Australia y flota en el medio del Océano Pacífico causando una gran
cantidad de daños al clima y a la supervivencia de las especies. Los lobistas
industriales ocultan esta noticia para que no nos horroricemos de lo que
acontece. El resultado es que, porque nos siguen ocultando el deterioro del
mundo, seguimos contaminándolo alegremente pulverizando nuestro futuro y la
calidad de vida de las futuras generaciones.
Volviendo al tema, científicos
renombrados y hasta la magnífica revista Science han señalado que la encíclica
del Papa puede ser la llave que cambie el rumbo del deterioro de la Tierra por
el cambio climático. Es que una encíclica papal es un documento de carácter
moral que se envía a los obispos para que estos a su vez lleven el mensaje a
todos los feligreses. Desde este domingo, centenares de millones de católicos
escucharán las advertencias sobre el cambio climático y reflexionarán sobre el
mismo. Los católicos serán un músculo en la lucha contra el deterioro de
nuestro planeta.
Gran encíclica, monumental. Si
tenemos hijos y queremos tener nietos y bisnietos que gocen de la misma calidad
de vida que hoy podemos tener, debemos alegrarnos por esta noticia que nos trae
un químico que se hizo cura y ahora es papa: Francisco.
Juan Sheput
Mi columna publicada en la revista Velaverde
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