miércoles, 11 de marzo de 2015

Espionaje chileno: lo comercial debe revisarse

Espionaje chileno: lo comercial debe revisarse
Hay argumentos que tan sólo suenan bien pero que la realidad se encarga de desmentir. En su célebre libro “La Democracia en América” Alexis de Toqueville da cuenta de la gran cantidad de negocios norteamericanos que había en Texas, en la primera mitad del siglo XIX, en ese entonces territorio mexicano. Texas dependía del intercambio con Estados Unidos y de los visitantes de ese país, consumidores de sus productos y servicios. Toqueville reflexionó sobre el particular indicando que, de seguir así, “Texas algún día será territorio norteamericano”. El tiempo le dio la razón, Texas es desde hace más de un siglo un estado más de la Unión.
En otro célebre libro “Los cañones de Agosto” de Bárbara Tuchman, la gran escritora norteamericana recuerda que en 1910 Norman Angell señalaba en su obra “La gran ilusión” la imposibilidad de una guerra en Europa como consecuencia de la fluidez del intercambio económico. Con una guerra todos los países saldrían perjudicados, decía Angell.  En 1914 estalló la Gran Guerra.
En nuestro país hay quienes creen que la dignidad tiene precio. Ya Don Jorge Basadre hablaba de la debilidad de nuestras élites y lo frágiles que son cuando de enfrentar posiciones extranjeras se trata. Se dice que no se debe tocar el tema comercial con Chile. No importa que se nos falte el respeto,  y una y otra vez se burlen de nuestra buena fe, el tema comercial “debe ir por cuerdas separadas”. Ya basta.
Si hay un beneficiado en el intercambio comercial entre Perú y Chile ese es el vecino del sur. No hay que confundir balanza comercial con renta, en esta última es claramente ganador Chile y eso es por nuestros errores. En una clara demostración de falta de aplomo y claudicación política, el anterior Congreso no debatió, como demandaba la Constitución, el Tratado Comercial con Chile y le dio una interpretación amañada de Acuerdo Comercial. La influencia económica chilena en nuestro país ya se hace sentir en una clase política dependiente de los fondos de campaña y con bajísimo espíritu republicano. No es una insensatez debatir el tema comercial y enfriarlo de darse el caso. Chile se permite subestimar nuestra capacidad de reacción indicando que lanzamos amenazas que no seremos capaces de cumplir. Se equivocan. El tema comercial sí está a nuestro alcance y es propicio que se ponga en debate su desarrollo. Por ello estoy de acuerdo con lo señalado por el Dr. Carlos Ferrero en el sinsentido que tiene integrar la Alianza del Pacífico con un vecino, Chile, que permanentemente tiene actitudes hostiles hacia nosotros.
Aquellos políticos que tienen en su papel en la historia  a uno de sus estímulos, bien harían en ver el rol que vienen jugando en estos días en relación al espionaje comprobado chileno hacia nuestro país.
Juan Sheput


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