Incapacidad Moral
El ministro Urresti públicamente
a través de las redes sociales ha ofendido a un conjunto de señoras utilizando
aspectos íntimos de sus vidas para tratar de descalificarlas. Ya antes, una
alta funcionaria del parlamento, aprovechando su efímero poder utilizó a
terceros para también de manera enfermiza difundir escenas de la vida privada
de una asesora. No es un estilo aislado entonces. Los funcionarios
oficialistas, al igual que durante los tiempos de Vladimiro Montesinos, ante
los graves problemas de corrupción que los preocupan y ante la evidente
mediocridad del gobierno han optado por intentar destruir honras ajenas. Su
falta de capacidad, ideas y sobre todo su temor a que se sepa de donde proviene
el hedor putrefacto que afecta la marcha del país, hace que tengan que recurrir
a repugnantes actos para poder distraer la atención.
Es paradójico que el gobierno de
aquel que dice haberse “alzado en armas” contra Montesinos para rescatar la democracia hoy utilice, como
ningún gobierno desde el año 2000, los
usos y costumbres montesinistas para tratar de descalificar a sus oponentes. Por
otro lado, a pesar de los hechos evidentes de falta de ética y respeto a los
derechos básicos de las personas en que incurren sus ministros, ni el presidente de la República
Ollanta Humala ni su presidenta del consejo de ministros Ana Jara, han hecho
nada de fondo por corregir la situación. Los agravios son hechos recurrentes. No
es exagerado entonces pensar en una de las situaciones que lleva a la vacancia
presidencial: su permanente incapacidad moral para gobernar.
El presidente de la República
tiene que sacar del gabinete a todo ministro que esté haciendo un uso indebido
de su cargo. Son más de uno que o insultando o haciendo populismo desenfrenado
han confundido su rol de servidores públicos con el rol de servirse a sí
mismos. Ello se tiene que zanjar.
Y hay que estar atentos. El
libreto lo conocimos en los 90. Al SIN se le llamaba la Fábrica. De allí que no
sorprenda que a las descalificaciones y agravios de hoy sobrevengan las calumnias y montajes de mañana. Que no nos
tome desprevenidos.
Juan Sheput
No hay comentarios:
Publicar un comentario