lunes, 8 de diciembre de 2014

Ambiente de cloaca


Ambiente de cloaca
Desde que se retornó a la democracia, en noviembre del 2001, la Procuraduría del Estado, con algunas excepciones, ha mostrado un manejo profesional y distante de las presiones del gobierno de turno. Se podría asegurar que era una de las instituciones que mejor funcionaban en el Estado. Ronald Gamarra, Omar Chehade, Christian Salas, fueron todos personajes incómodos para las administraciones de los presidentes  Toledo, García y Humala, respectivamente pero, a diferencia de este último, ni Toledo ni García se atrevieron a expectorar a un procurador, Ollanta Humala sí, a través de las supuestas presiones de su ministro de Justicia, Daniel Figallo, lo que no hace sino alimentar  las sospechas que el tema de Martín Belaúnde Lossio no sólo preocupa en demasía al presidente y  a su esposa Nadine Heredia, sino que puede generar una crisis terminal de gobernabilidad.
Carlos Tapia ha señalado, palabras más, palabras menos, que el ambiente de corrupción que embarra  a las más emblemáticas de las  organizaciones públicas de nuestro país asemeja al ambiente de cloaca que el presidente Humala indicaba como origen del gobierno de Fujimori. Duro señalamiento el de Carlos pero certero. Muy pocas veces hemos visto que tengan cuestionamientos todos los presidentes de poderes del Estado, es decir la contaminación alcanza al Poder Ejecutivo, Judicial, Legislativo y al Ministerio Público. De allí que la pérdida de autoridad moral por parte del presidente Humala y su esposa sea una consecuencia de lo que estamos viviendo,  a tal punto  que promesas recientes del presidente Humala, en Ancash, de luchar contra la corrupción, o reclamos de Nadine Heredia, en torno a los petroaudios, sean vistas por la población como simple retórica o sean tomadas hasta en tono de broma. 
En ese sentido la crisis desatada en la Procuraduría no hace sino recordarnos eventos de la década de los noventa, en que los ministros de Justicia, en un pésimo concepto de lo que es la lealtad, se pusieron del lado de lo ilícito, para que de esa manera se pudiera librar de investigaciones a Vladimiro Montesinos. Como es obvio, llegada la democracia, llegó también la hora de rendir cuentas, pasando los funcionarios de entonces por malos momentos.
En ese espejo deberían mirarse los que ahora por aferrarse al fajín están obstruyendo a la justicia. El señor Martín Belaúnde Lossio no puede ni debe ser tratado como colaborador eficaz pues, como ha señalado el Dr. Avelino Guillén, es el cabecilla de una red que coordinaba con la red de Orellana y de los gobiernos regionales. Es por ello que las reuniones habidas entre el Ministro Figallo, el abogado del presidente Roy Gates, y miembros de la procuraduría debe ser investigada a fondo, pues se estaría usando el sistema anticorrupción para favorecer la corrupción, y eso es inadmisible. No debemos olvidar, por otra parte, que Martín Belaúnde no habría tenido éxito si no hubiera contado con el apoyo entusiasta de algunos parlamentarios nacionalistas, y sobre ellos tendrá que hacer señalamientos la comisión que ojalá presida la parlamentaria Marisol Pérez Tello.
Tiempos complicados se le vienen al presidente Humala y esposa. El entorno amical de esta pareja está muy vinculado a la red que viene siendo investigada por grandes negociados con los gobiernos regionales. Habrá investigación, está claro, pero habría que recordarle a los implicados que esta no se agotará en el presente periodo. Hay aún mucho pan por rebanar.


Juan Sheput
Artículo de Juan Sheput publicado en revista Velaverde el 8 de diciembre del 2014

1 comentario:

Anónimo dijo...

El análisis sobre el tema es muy fácil así como llego esta gente al poder demasiado fácil e improvisadamente, sin una preparación respetable que los distinga, sin un logro, sin un aporte tangible a nuestro país que sea reconocido llevando gente reciclada y oportunista; como dijo alguna vez ollanta al asumir el mando presidencial "me veo al espejo y hasta ahora no me la creo que soy presidente del Perú" es decir ni sicologicamente estaba preparado.

La juventud y la ambición de nadine sumado al control de su hogar y del manejo de su pareja hace que este gobierno sea uno de los peores vividos en democracia; ella es una persona de esas "que no sabe, y no sabe que no sabe" por eso toma decisiones y actúa con torpeza y soberbia.

El criterio no se enseña en la universidad, es innato en las personas es una virtud que marca diferencias preponderantes entre ellas, una persona puede ser muy inteligente pero sino tiene criterio su capacidad puede quedar nula, otra persona menos inteligente pero con criterio es la que va a resolver problemas y plantear situaciones de una mejor manera.
Lastimosamente la mujer que gobierna el país y su conserje no tienen criterio ni inteligencia, complementado con la falta de honestidad que pregonaron para llegar; ello les impide que gobiernen con solvencia moral y profesional, los resultados obtenidos y lo que vive el país era previsible y son parte de su accionar limitado y la orientación innata hacia lo irregular con que ellos conducieron sus vidas hasta antes de llegar al poder, solamente se dejaron arrastrar por su naturaleza.
atte
FRANCISCO TORRES