lunes, 4 de noviembre de 2013

PP y la apuesta por el Futuro

Agradezco la gentileza del diario El Comercio en invitarme a publicar el día de hoy un artículo en su página editorial. El mismo trata sobre la situación de Perú Posible y si, más allá de los problemas actuales, tiene futuro o no:

PP y su apuesta por el futuro
Nada más cierto que asegurar que la política no se rige por las leyes de la lógica. De no ser así,  los partidos, como consecuencia de sus problemas,  estarían sumidos en profundas crisis, las cuáles, de no ser superadas los llevarían a su extinción. Pero no es tan sencillo. Un partido sin problemas es como un gladiador sin cicatrices. Son parte de la normalidad. El reto está en cómo se afrontan y cómo se enfrentan.  De la dignidad y entereza de un partido depende si se sume en la pequeñez, y por ende en la desaparición, o  galvaniza sus  fuerzas en pos de la consolidación.
Perú Posible navega en estos momentos en un mar de intranquilidad. Un proceso desgastante coloca a nuestro máximo líder, el expresidente  Alejandro Toledo,  en un momento difícil que ha generado rechazo en la población. Ello ha motivado el entusiasmo de nuestros adversarios que vaticinan eufóricos nuestra desaparición. No se dan cuenta que lo que para ellos es la antesala de un momento terminal para nosotros es un reto que debemos enfrentar. Y para ello contamos con una estructura partidaria dispuesta a  reconstituirse sobre la base de nuestra historia y trayectoria comprobada de servicio a la Nación.
Vivimos un momento estresante, es cierto. Pero estos tensores han estado presentes desde el momento mismo de nuestra fundación. Con pocos años de vida, Perú Posible fue gobierno y se puso al frente de una transición inconclusa que sólo culminará cuando lleguemos a la reconciliación y  plena institucionalidad. Para poder administrar el país, el partido conformó un tejido político que subsiste y continuará más allá de sus tejedores. El caudillo aspira a que luego de su vigencia llegue el diluvio en tanto el líder busca trascender a través de la permanencia del partido que ayudó a forjar. En ese sentido se equivocan quiénes en sus bolas de cristal, entumecidas con el vaho del resentimiento, pretenden vernos como desaparecidos. Lo que hay es un momento de agonía, en el sentido de lucha que Unamuno consagró, que exigirá contiendas  dentro y fuera de nuestra organización.
Perú Posible seguirá de protagonista en el siglo XXI porque gracias al temperamento de sus militantes  puede ver con confianza  su  porvenir y no claudicar ante fuerzas políticas y poderes fácticos que desean su desaparición. Los que se abandonan en el  presente se despojan de su derecho al futuro y por ello Perú Posible está concentrado en la defensa de su líder y  consolidación partidaria, hechos complementarios y no excluyentes que marcan la pauta de nuestro compromiso actual.
El partido ya no es el mismo de hace 19 años. Alberga la complejidad de distintas formas de entender el servicio al país a partir de la práctica noble o innoble  de la política. Allí, en las entrañas partidarias, se dará la gran batalla que nos lleve a recuperar el prestigio ante la Nación. Necesitamos del presente para forjar un futuro en que  se  vuelva a reconocer los méritos  que la coyuntura ha puesto en entredicho. Ese es el desafío que los perúposibilistas enfrentamos sin complejos, ya que somos conscientes que la historia lo ha transformado en oportunidad que, de ninguna manera,  vamos a desperdiciar.

Juan Sheput

1 comentario:

jorge diaz dijo...

No he visto nada parecido en los actuales líderes de otros partidos políticos. Este hombre es un ejemplo de renovación de la política peruana, es ponderado, lúcido y con una vocación auténtica de hombre de paz. Felicitaciones Juan Sheput y gracias por tu don de gente.