Agradezco la gentileza del diario El Comercio en invitarme a publicar el día de hoy un artículo en su página editorial. El mismo trata sobre la situación de Perú Posible y si, más allá de los problemas actuales, tiene futuro o no:
PP y su apuesta por el futuro
Nada más cierto que asegurar que
la política no se rige por las leyes de la lógica. De no ser así, los partidos, como consecuencia de sus
problemas, estarían sumidos en profundas
crisis, las cuáles, de no ser superadas los llevarían a su extinción. Pero no
es tan sencillo. Un partido sin problemas es como un gladiador sin cicatrices. Son
parte de la normalidad. El reto está en cómo se afrontan y cómo se
enfrentan. De la dignidad y entereza de
un partido depende si se sume en la pequeñez, y por ende en la desaparición,
o galvaniza sus fuerzas en pos de la consolidación.
Perú Posible navega en estos
momentos en un mar de intranquilidad. Un proceso desgastante coloca a nuestro
máximo líder, el expresidente Alejandro
Toledo, en un momento difícil que ha
generado rechazo en la población. Ello ha motivado el entusiasmo de nuestros
adversarios que vaticinan eufóricos nuestra desaparición. No se dan cuenta que
lo que para ellos es la antesala de un momento terminal para nosotros es un
reto que debemos enfrentar. Y para ello contamos con una estructura partidaria
dispuesta a reconstituirse sobre la base
de nuestra historia y trayectoria comprobada de servicio a la Nación.
Vivimos un momento estresante, es
cierto. Pero estos tensores han estado presentes desde el momento mismo de
nuestra fundación. Con pocos años de vida, Perú Posible fue gobierno y se puso
al frente de una transición inconclusa que sólo culminará cuando lleguemos a la
reconciliación y plena institucionalidad.
Para poder administrar el país, el partido conformó un tejido político que
subsiste y continuará más allá de sus tejedores. El caudillo aspira a que luego
de su vigencia llegue el diluvio en tanto el líder busca trascender a través de
la permanencia del partido que ayudó a forjar. En ese sentido se equivocan
quiénes en sus bolas de cristal, entumecidas con el vaho del resentimiento,
pretenden vernos como desaparecidos. Lo que hay es un momento de agonía, en el
sentido de lucha que Unamuno consagró, que exigirá contiendas dentro y fuera de nuestra organización.
Perú Posible seguirá de
protagonista en el siglo XXI porque gracias al temperamento de sus militantes puede ver con confianza su
porvenir y no claudicar ante fuerzas políticas y poderes fácticos que desean
su desaparición. Los que se abandonan en el presente se despojan de su derecho al futuro y
por ello Perú Posible está concentrado en la defensa de su líder y consolidación partidaria, hechos
complementarios y no excluyentes que marcan la pauta de nuestro compromiso
actual.
El partido ya no es el mismo de
hace 19 años. Alberga la complejidad de distintas formas de entender el
servicio al país a partir de la práctica noble o innoble de la política. Allí, en las entrañas partidarias,
se dará la gran batalla que nos lleve a recuperar el prestigio ante la Nación.
Necesitamos del presente para forjar un futuro en que se
vuelva a reconocer los méritos que la coyuntura ha puesto en entredicho. Ese
es el desafío que los perúposibilistas enfrentamos sin complejos, ya que somos
conscientes que la historia lo ha transformado en oportunidad que, de ninguna
manera, vamos a desperdiciar.
Juan Sheput
1 comentario:
No he visto nada parecido en los actuales líderes de otros partidos políticos. Este hombre es un ejemplo de renovación de la política peruana, es ponderado, lúcido y con una vocación auténtica de hombre de paz. Felicitaciones Juan Sheput y gracias por tu don de gente.
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