martes, 12 de marzo de 2013

Características básicas del Emprendedor

En economías como las latinoamericanas las iniciativas individuales se han convertido en un aporte fundamental para los procesos de crecimiento económico y eventual camino al desarrollo. En ese sentido abonan a favor las características de los emprendedores de esta parte del continente que muchas veces tienen en el empuje y la creatividad a dos motores de su éxito.
La revista Portafolio ha publicado un interesante artículo sobre las tres características básicas del emprendedor. Lo ha escrito el destacado especialista Oswaldo Toscano y lo pueden leer a continuación:
 
¿Por qué decidimos ser empresarios? Es decir por qué decidimos emprender en el mundo de los negocios?
Es una reflexión importante pues crear una empresa tiene implicaciones que van más allá de solo generar ingresos para el emprendedor, es el motor mismo del desarrollo de un país, además es la única forma de generar trabajo sostenible y productivo.
La importancia del emprendimiento es tal que muchos estados y gobiernos apuestan por su fortalecimiento para solucionar el problema del desempleo y lo hacen conociendo que los países se han desarrollado a partir de formar un tejido productivo sólido donde miles de mentes creativas, cada una en su campo de especialidad, actúan en un proceso llamado mercado.
¿Qué características tiene un emprendedor?
Todo empieza por tener un propósito claro. Básicamente los emprendedores hemos decidido atender las necesidades de terceros a cambio de mejorar nuestra propia situación personal, en otras palabras decidimos producir algo para satisfacer necesidades de personas que posiblemente no conocemos.
Estas personas deciden si el producto o servicio que nosotros proponemos cumple o supera sus expectativas, si es así entonces la respuesta de estas personas es finalmente la compra.
El emprendedor recibe a cambio beneficios si los ingresos han superado los costos. Por ejemplo, si he detectado que hay un grupo de personas que buscan alimentarse fuera de casa de forma sana yo puedo emprender un negocio a partir de esa premisa, y buscaré crear el mayor valor posible para que los clientes elijan mi producto o servicio y que estén dispuestos a pagar por ello la cantidad suficiente para cubrir los costos de operar mi negocio y obtener una utilidad.
Ahora bien, aquí es importante aclarar que toda esta operación siempre esta cimentada en la prueba y error, pues no existe forma de penetrar en la mente del consumidor* y conocer exactamente ¿Qué?, ¿Cómo?, ¿Cuándo?, ¿Cuánto? y demás variables que generan la demanda, entonces evitar la posibilidad de fracaso no es posible, es finalmente el emprendedor quien corre con el riesgo al poner todos sus recursos, tiempo y dinero para intentar “desentrañar” las necesidades de los clientes y las formas personales de satisfacerlas.
Si el emprendedor falla es él quien perderá los recursos apostados a dicho emprendimiento; entonces la primera característica de un emprendedor es ser arriesgado, sabe que la información que dispone sobre su target puede no ser acertada totalmente, no sabe con certeza si sus estrategias para comunicarse con el mercado son las adecuadas, o si la estructura empresarial que ha montado es la más eficiente, por lo que siempre el riesgo de fracasar está ahí y no lo puede saber con certeza sino hasta poner la combinación de variables que él ha decidido en el mercado, y a pesar de que este riesgo es real el emprendedor apuesta, y se lanza a la aventura.
Un ejemplo clásico de ello es como George Eastman apostó todos sus ahorros en la compra de una vieja máquina para elaborar sus primeras placas fotográficas que finalmente salieron con fallas y tuvieron que responder ante esto devolviendo el dinero a los clientes en muchos casos, evidentemente fue una gran pérdida. Y así fracasan todos los días miles de productos que se lanzan en todo el mundo, empresas quebradas, empresarios que quedan en la banca rota o endeudados, ¿y qué es lo que pasa? increíblemente muchos de ellos vuelven a intentarlo, el ADN del emprendedor está impregnado de esa capacidad de asumir riesgos.
Como buen emprendedor, Eastman, el fundador de Kodak, volvió a intentarlo, con el tiempo logró mejorar la producción de dichas placas fotográficas y llegó el éxito, acertó y ganó, aunque como vimos en un inicio tuvo algunos fracasos, entonces aquí podríamos entrar en la segunda característica, la perseverancia.
El emprendimiento es una función vital para solucionar el problema de la escasez. Las necesidades humanas son infinitas como infinitas son las construcciones culturales y personales que hace cada persona de su propio bienestar. Hace cincuenta años los teléfonos celulares no eran algo que la gente “necesitaba” pero hoy se ha convertido en una herramienta vital de la cual muy poca gente puede prescindir, entonces esa escasez de la que hablamos se la debe solucionar desde esta óptica de que muchos de los productos y servicios que necesitan los seres humanos son creaciones subjetivas culturales y personales que no existen en la naturaleza y se deben fabricar y los recursos para fabricarlos son escasos.
La función empresarial actuando en un proceso denominado mercado busca las formas más eficientes para asignar los recursos escasos y así satisfacer las infinitas necesidades de la humanidad, y para ello necesita procesar la información que se encuentra disponible, por ejemplo un fabricante de teléfonos puede tomar los avances en tecnología, las preferencias de los consumidores, la investigación de mercados, los canales de distribución, y los transforma en conocimiento que servirá para adecuar su oferta a la demanda, pero siempre será una información subjetiva, es decir una opinión del emprendedor sobre como asignar los recursos de forma tal que cumplan con las expectativas de los consumidores, siempre su propia visión de esa información que está ahí en el mercado.
Por esa misma naturaleza subjetiva del manejo de la información (recuerden a Albert Einstein que nos decía que todo depende del observador) existen grandes posibilidades de no acertar en el diseño del producto o servicio y nuevamente será en el mercado donde se ponga a prueba esta combinación y el cliente decidirá el éxito o fracaso del mismo.
Como ejemplo, Coca Cola hace algunos años intentó lanzar la New Coke, una combinación nueva de sabores y aromas, lo que obtuvo fue una respuesta negativa de parte de los consumidores que le dijeron ¡no! a este producto que había sido lanzado después de grandes esfuerzos de investigación y adecuación de las características que supuestamente los consumidores apreciaban, con la gran cantidad de recursos que se invirtieron en intentar conocer las preferencias de los consumidores, una empresa como Coca Cola falló, la New Coke fracasó porque los directivos hicieron una valoración equivocada de los datos que habían logrado reunir.
¿Qué hizo Coca Cola? volvieron a lanzar la Coca Cola Clásica y con el tiempo el experimento de la New Coke desembocó en el origen de la línea Diet tan de moda actualmente. Evidentemente la perseverancia es una característica íntima del emprendedor, hay estudios que dicen que los grandes empresarios por lo menos quebraron una vez antes de crear sus grandes emprendimientos.
Aprender de los errores es una forma natural de aprendizaje que requiere de la capacidad de romper viejos paradigmas e incorporar nuevos paradigmas, la creatividad empresarial tiene que ver justamente con crear nuevos paradigmas, crear nuevos modelos de negocio, nuevas formas de management, nuevas herramientas administrativas, nuevas formas de satisfacer necesidades, y el emprendedor tiene en su sangre esta capacidad un tanto rebelde de hacer las cosas siempre de manera diferente.
Steve Jobs creo toda una industria basada en la creatividad cada uno de sus productos tienen como base el romper paradigmas tradicionales, incluso la frase donde decía “Aquí contratamos personas que nos digan que hacer no personas a las que nosotros tengamos que decirles que hacer” demuestra esa forma intencional de romper con el estilo tradicional de gestionar la empresa. La creatividad es esa capacidad de siempre ver más allá.
Tenemos nuestras tres características: ser arriesgado, perseverante y creativo son las principales características de un emprendedor,
¿Usted tiene alguna de estas características?
Cualquiera sea su respuesta usted debe saber que estas tres características las tenemos todos los seres humanos, son características intrínsecas del homo sapiens, son las mismas características que nos han llevado desde aquella aventura hace 50.000 años que nos hizo salir de África hasta viajar a la luna, todos llevamos dentro esa capacidad emprendedora.
¿Entonces por qué no todos somos empresarios?
Una respuesta posible es que evidentemente cada persona tiene la capacidad de decidir a lo que quiere dedicarse pero aquí el contexto juega un papel importante a la hora de permitir el desarrollo de esta capacidad emprendedora, lamentablemente en nuestros países hay aún muchas trabas para el emprendimiento a gran escala, los incentivos son menores a estas trabas, que a veces vienen en forma de leyes o sistemas políticos que desmotivan el emprendimiento.
Esperamos que pronto se logre entender que ser emprendedor es algo que ya está en la naturaleza humana y que cuando creamos políticas, leyes y regulaciones que limitan esta capacidad estamos ahogando la oportunidad de crear una sociedad próspera y productiva.
 
Leer el artículo en Portafolio aquí.
 

3 comentarios:

emprendedor dijo...

Es cierto tener una buena competitividad y emprendimiento requiere de valores, de estrategia y eficacia. y lo mas importante de innovación.

Anónimo dijo...

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