Al momento de escribir esta
nota la policía controlaba en la Av. Abancay un
enfrentamiento entre los seguidores del Sí y el No. Es obvio que existe un
ambiente de polarización, alimentado entre otras cosas, por los mismos
promotores de una u otra opción ya que, sean sencillos seguidores o las nuevas
estrellas de la política (como gustan llamarse), no han tenido otra forma de comunicarse con
la población que a través de insultos o frases infelices sin respeto por el género o
la salud o ambas cosas. Claro que, como cereza de la torta, los comportamientos
son juzgados bajo el cristal de la conveniencia, lo cual reafirma en sus
conceptos a quiénes creen que la doble medida es el principal lastre de una de las opciones.
Pero la revocación también cumple
con otro papel: el de cortina de humo. De manera directa nos ha alejado de la
discusión de temas realmente importantes para la marcha del país. En esta
oportunidad, por razones de espacio, me
referiré únicamente a lo que estamos dejando de lado en lo económico.
El 31 de marzo vence el plazo
para que los asegurados a las AFP opten por una comisión: por flujo o mixta. En
el primer caso le descuentan a usted la comisión de su sueldo. Si deja de
trabajar no le cobran y el monto de su fondo no es afectado. En el segundo
caso, mixta, la comisión es sobre el fondo administrado. Tenga trabajo o no, le
descuentan la comisión de su fondo. Los analistas indican que según las
características del futuro pensionista le conviene un fondo u otro. Lo cierto
aquí es el pésimo papel que está jugando la SBS que no brinda la información ni
normatividad necesaria. Algo que llama la atención es que si usted opta por
comisión fija (sobre su sueldo) tiene
plazo para cambiar de fondo hasta 6 meses. Si opta por la comisión mixta, a la
cual pasarán todos los que no digan nada hasta este 31 de marzo, usted jamás
podrá cambiar de tipo de comisión. Visto así existen razones para presumir que
esta Ley es pro AFP con la participación activa (por inoperante) de la SBS. Lo
lógico sería que el Congreso amplíe el plazo que vence este 31 de marzo
indefinidamente, hasta que cerca del 95% de afiliados que aún no han cambiado
su comisión ( y que pasarán automáticamente
a la comisión mixta) esté mínimamente informada.
El otro tema es el pesquero.
Estoy de acuerdo con lo manifestado por el presidente Ollanta Humala en el
sentido que nuestra anchoveta está en peligro por voracidad de las pesqueras.
Las empresas de dicho sector han reaccionado solicitando diálogo con el
presidente para explicarle. Hasta allí bien. Pero este diálogo sería imposible
si se hubiera concretado la compra de una empresa pesquera local por parte de
empresarios chinos. Allí la potencia pesquera china haría, como hace 40 años la flota rusa, lo que quisieran en nuestro
mar sin diálogo que valga por una
sencilla razón: no tenemos forma de controlarlos. Por eso creo que se debe
revisar la Ley de cuotas hereditarias que gozan hoy un grupo de empresas pesqueras
y que no pueden transferirse por una
demanda agresiva a un “inversor”
extranjero.
El escenario de ambos debates es
el Congreso. Confío que se preocupen de
los grandes temas que pueden afectar a ciudadanos y al futuro de nuestras
riquezas marítimas.
Juan Sheput
Artículo publicado en Diario 16 el 13 de marzo del 2013
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