Ha pasado ya un año y medio de la
gestión del presidente Humala y se puede asegurar que no existe un rumbo
definido en el gobierno. Las contradicciones son permanentes así como el doble discurso o la falta de
definiciones. El ambiente político que
se vive y que ni siquiera ha podido ser apaciguado por las fiestas de fin de
año, amenaza con ser más protagónico
desde la primera semana del 2013. No sólo por el inicio del proceso de revocación sino también por la nueva actitud que parece
vivirse en diversas fuerzas políticas
El gobierno no podrá evadir una
serie de temas que exigen que plantee una respuesta formal. El primero es el tema del indulto a
Fujimori. Hasta ahora el gobierno ha venido dando largas al asunto y ni
siquiera se sabe de los nombres de los integrantes de la Junta Médica. De repente se han dado cuenta que la novela que se ha armado rinde frutos en lo
político pues tiene un alto componente de distracción. Lo dramático para el
presidente sería que detrás de todo eso esté un tinglado para un intercambio de
favores que terminaría por beneficiar en conjunto a Antauro Humala y Alberto
Fujimori y por extensión la ruptura de las reglas de juego que lleve a la
postulación de Nadine Heredia a la
presidencia de la República. La liberación y la postulación serían entonces
insumos para un clima de deterioro de la gobernabilidad.
Otro asunto protagónico es la
revocación. Los promotores del Sí y el No tendrán dos meses y medio de campaña
intensa en la cual nada está dicho. Es probable que representantes de diversos partidos políticos
ingresen al terreno de la confrontación política en función de la decisión que
hayan tomado sus respetivas agrupaciones. De ganar el Sí habrá campaña todavía por un largo trecho de
tiempo. De ganar el No igualmente habrá un reacomodo del tablero electoral.
La oposición, fundamentalmente la
parlamentaria (hasta ahora desapercibida) tendrá que ganar espacios que le ha
quitado la política extracongresal. Hay muchos temas que merecen una mayor
participación del Congreso. La revisión de los decretos legislativos que no
tienen mucho en favor de las Fuerzas Armadas y Policiales y sí mucho en favor
del secretismo y de la promoción de la corrupción. Los decretos legislativos
tendrán que ser discutidos y revisados de lo contrario el Congreso podría
devenir en cómplice de unos dispositivos controversiales. Otro tema a
supervisar es el de la participación de las Fuerzas Armadas en el próximo proceso
electoral. Al igual que durante la década fujimorista parece que la promoción
de Humala así como antes la de Montesinos tendrá un papel fundamental en el
manejo, en especial del Ejército, como fuerza política del oficialismo. Es
necesario estar alertas antes que sea demasiado tarde.
El verano del 2013 no será por
tanto un periodo caluroso y tranquilo. El adelanto del año electoral, como
consecuencia de la revocación y el
despertar de la oposición, por la falta
de rumbo del gobierno, le darán a los próximos días un notorio protagonismo político
que el gobierno con sus silencios no podrá evadir.
Juan Sheput
Artículo publicado el 26 de diciembre del 2012 en Diario 16
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