La reforma política y el JNE
Es muy saludable para la democracia que el
Jurado Nacional de Elecciones, a través de su presidente, Dr. Hugo Sivina, haya
planteado al Congreso de la República la necesidad de hacer una reforma
integral a la legislación electoral. Cuando nuestras autoridades hacen este
tipo de planteamientos trascienden, escapan a la coyuntura, hacen un bien a la
colectividad.
En lo personal, pues mi partido
aún discute un planteamiento integral, creo que se deben hacer modificaciones a
la Ley de Partidos Políticos, a la Ley Electoral y a la propia Constitución. El
presidente del JNE habla de una reforma a la legislación electoral, y esta
integra diversos elementos. Lo apropiado por tanto sería hablar de una
modificación, integral, al sistema electoral.
Estimo que el Dr. Hugo Sivina es
la persona indicada para liderar el llamado a un debate nacional sobre este
tema tan importante. Los partidos políticos, por su escasa institucionalidad,
están lejos de dirigir esta iniciativa. La ciudadanía, lamentablemente, muchas
veces ve cálculo en los planteamientos
partidarios, razón por la cual la iniciativa del Jurado tiene ventaja en
cuanto a objetividad y credibilidad.
El Dr. Sivina ha puesto énfasis en aspectos vinculados a la
organización partidaria y en un tema que generará polémica como es la
eliminación del voto preferencial. Desde mi punto de vista siendo loables estos
elementos quisiera complementarlos indicando que una reforma política tiene que
ser integral, abarcando diversos aspectos, para que de esta manera tenga
resultados satisfactorios. Muchas veces las reformas parciales marchan al
fracaso pues se hacen sin la óptica de saber que se está enfrentando a un
sistema complejo.
A partir de la iniciativa del JNE
se podrían discutir temas como la duración del periodo parlamentario,
diferenciar la fecha de elección al Congreso de la presidencial, retornar al
sistema bicameral, eliminar el voto preferencial, incorporar la segunda vuelta
al voto municipal. Como decía líneas
arriba si el propósito del JNE es mejorar la gobernabilidad y la
representatividad, pues se tienen que debatir sobre diversos temas en su
conjunto.
Sin embargo el JNE o la ONPE
podrían liderar otros temas para los cuáles no se necesita de una reforma y que
permitirían mejoras cualitativas notables simplemente aplicando la Ley. Me
refiero al financiamiento público de partidos. Es decir romper la dependencia
de los partidos políticos de los fondos de campaña que, muchas veces, los
convierte en partidos secuestrados que tienen que pagar su rescate aceptando proyectos a la medida o lobbies. El
financiamiento público de partidos es un tema a debatir, en esencia en términos
de docencia ciudadana. Más caro le sale al país un partido rehén de financistas
privados que un partido digno que depende del financiamiento público y que por
lo tanto son sujetos de rendición de cuentas al país a través de la Contraloría.
Finalmente, si algo debe quedar
claro es que la actual estructura política ya no da para más y que se requiere
discutir seriamente respecto a una gran reforma política. De allí que el paso
dado por el Dr. Hugo Sivina y el JNE debe verse como el primero de una serie de
planteamientos que permita construir un
Sistema Político acorde con los niveles de competitividad e institucionalidad
que exige nuestro país.
Juan Sheput
Artículo publicado el día de hoy en Diario 16
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