Con todos los adelantos de la ciencia y con una infraestructura sanitaria y médica muy superior a nuestra realidad, Estados Unidos padece de una epidemia de obesidad que le hace daño a su sistema de salud. Una de las causas es el abuso de la comida chatarra, opción fácil y a la mano, que permite tener acceso a bocadillos que causan serios daños en nuestro estilo de vida y salud.
En el Perú, como en muchos países pobres, también hay una gran cantidad de obesos, de todas las edades, a pesar de ser un país pobre ¿por qué? porque entre otras cosas nuestro estilo de vida, nuestras costumbres alimenticias y la abundancia de expendios de frituras y carbohidratos, hace que se acumule grasa que luego desencadena diabetes, hipertensión, obesidad crónica o problemas cardiacos.
Por eso nos pareció importante que el Ministro de Salud Alberto Tejada apoyara una campaña que tuviera como fin cobrar impuestos a los expendedores de comida chatarra. Con la plata de todos, inclusive de los que no comen este tipo de comida, se tiene que atender los problemas de salud originados por la comida fácil, por la fritura y el exceso de condimento, que son por lo general personas de bajo nivel cultural y condición económica.
Sin embargo terció en el asunto Gastón Acurio y, como si su palabra fuera la última, dijo que era una locura castigar con impuestos a la comida chatarra. De manera, desde mi punto de vista, parcializada y egoísta dijo que no se debía hacer, pues quien iba a definir qué es comida chatarra y qué no. Muy fácil, pues los científicos, los profesionales médicos del Ministerio de Salud, para lo cual el estudio debería estar estipulado en la propia ley.
El señor Gastón Acurio tiene derecho a exponer su punto de vista, ya que él es un representante de la gastronomía local. Pero debe entender que su palabra no es la última y que pregonando que no le gusta la política pues la practica a cada instante. Las políticas públicas de Salud las debe promover el Ministro de Salud y desincentivar el consumo de fast food o comidas chatarra debe ser una política a seguir, ya que se han incrementado las enfermedades cardiacas en el país, entre otras cosas por el alto nivel de colesterol, la obesidad, la abundacia de grasas, todo ello presente en la comida chatarra.
El Ministro de Salud no debe dar el lamentable espectáculo de no defender aquello en lo cual cree, simplemente porque un líder de opinión plantee lo contrario. Hacer política madura significa hacer docencia y convencer al pueblo de lo que es bueno para él. Y eso pasa por no hacerle caso de vez en cuando a las buenas intenciones de Gastón Acurio y defender posiciones como lo viene haciendo el viceministro Enrique Jacoby que señala que este tema debe discutirse y por supuesto no se debe evadir.
1 comentario:
El problema es que nuestra comida peruana es tanto o mas "nociva" que la comida chatarra y los anticuchos, pancita y picarones también deberian ser gravados por el impuesto.
Comparemos un Lomo Saltado y una Hamburguesa, son practicamente lo mismo de "nocivos", con el agregado de una porcion de arroz en el Lomo Saltado y que la hamburguesa contiene tomate y cebolla al natural, mientras nuestro plato los tiene fritos.
Ademas la hamburguesa contiene una sana hoja de lechuga, compania imposible en el Lomo Saltado.
USA es diferente, no tiene una comida propia que defender y ademas la comida chatarra es la mas barata de todas, mientras en Peru McDonalds, Bembos, Burger King, etc., son hasta elitistas y de esporadico acceso para los mas pobres. Le van a tener que caer al pollo a la brasa. Y ojo, no se incluye el efecto de la evasion tributaria, con el impuesto se va alentar la evasion. O lo que se busca es castigar el exito comercial de las cadenas fast-food gringas?
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