Humala es un hombre de tan pocos principios como palabras. Así de contundente concluye un reciente informe del prestigioso semanario. En él describe la forma como se ha manejado el proyecto Conga y la importancia de la inversión minera en el crecimiento económico del Perú. El reporte completo lo puede leer en Mining in Perú: Doing the Conga. Una versión con traducción libre, la puede leer a continuación:
The Economist: Haciendo la Conga (traducción libre)
Desde que asumió el cargo de Presidente en julio, Ollanta Humala ha dirigido pocas palabras a los peruanos, habiendo dado sólo una conferencia de prensa y pocas entrevistas. Fue característicamente lacónico el 4 de diciembre, cuando declaró el Estado de Emergencia en el departamento norteño de Cajamarca, enviando al ejército para sofocar semanas de protestas contra Minas Conga, un proyecto gigante de minería. Su discurso por televisión anunciando la medida duró menos de tres minutos. Sin embargo, esto podría llegar a definir su mandato presidencial de cinco años.
Como candidato de izquierda en las últimas dos elecciones presidenciales, Humala arremetió contra las compañías mineras extranjeras y cortejó a los movimientos sociales que se les oponen. Pero él sabe que como presidente su posición dependerá principalmente de si puede mantener el reciente rápido crecimiento económico del Perú. El crecimiento ahora se está desacelerando, como en el resto del mundo, aunque todavía estará en más de 6% este año. Igualar o superar esta cifra en el futuro se traducirá en cuánto de los $ 50 mil millones en inversión planeada en minería e hidrocarburos prevista paralos próximos cinco años realmente se ejecuta.
Minas Conga, un proyecto de $ 4,8 mil millones de cobre y oro, podría ser la mayor inversión minera en la historia del Perú. Se trata de una expansión de Minera Yanacocha, el mayor productor latinoamericano de oro, que es principalmente de propiedad de la americana Newmont y Buenaventura de Perú. Conga iniciaría producción en 2015 y pagaría $ 3 mil millones en impuestos en los próximos 19 años, la mitad de los cuales se quedarían en Cajamarca. Pero el proyecto podría convertir varias lagunas andinas en depósitos de residuos.
Algunos lugareños apoyan Conga. A otros les preocupa que se ponga en peligro el abastecimiento de agua para la agricultura. El propio record ambiental de Yanacocha no ha sido impecable. Sin embargo, el presidente regional de Cajamarca, Gregorio Santos, esperó un año después de que se aprobara el proyecto para solicitar un nuevo Estudio de Impacto Ambiental. Luego fue más allá: en alianza con grupos de extrema izquierda el mes pasado llamó a una "huelga" indefinida para detener Conga. Los manifestantes bloquearon carreteras y cerraron el aeropuerto, las oficinas estatales y las empresas privadas cerraron y las pérdidas significaron $ 10m al día, de acuerdo con la cámara de comercio local. A medida que la protesta se hizo violenta, Newmont accedió a una solicitud del gobierno para suspender el proyecto, en espera de una revisión. Pero el gobierno se ha negado a ceder a las demandas de los manifestantes que desean cancelarlo.
La mayoría de peruanos apoyarán el estado de emergencia. La oposición conservadora antes había reprendido a Humala por su debilidad en el manejo del conflicto. Varios proyectos grandes de minería y electricidad han sido cancelados este año debido a las protestas locales. La tarea del señor Humala es poner en marcha procedimientos de evaluación de proyectos mineros y otros grandes que la mayoría de los peruanos vean como justos. Pero una cosa ahora parece clara: los expertos que predijeron que la desaceleración económica podría llevar a Humala a moverse más a la izquierda estaban equivocados. El presidente es un hombre de tan pocos principios como palabras.
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