The Economist señala que durante mucho tiempo se tuvo confianza en los Estados Unidos fundamentalmente por la fortaleza de sus instituciones políticas. Evidentemente. Eso era lo que lo diferenciaba de, por ejemplo, China, quien en base a autoritarismo y aprovechamiento de su gigantesco mercado, marcaba pautas en las transacciones mundiales.
Pero el reciente descalabro en El Congreso de los Estados Unidos, en que los republicanos se deleitaban "poniendo en jaque" al presidente Obama, han demostrado lo mezquina y ruín que puede ser una clase política aún en la primera potencia mundial. Para explicarnos mejor. Los republicanos pensaban en el beneficio electoral antes que en la posibilidad de darle un respiro económico a la gestión de los demócratas representados por Barack Obama. Es cierto que este cometió errores de inicio, que bien ha documentado Paul Krugman, pero también es conocido que los republicanos se han esforzado por ponerle escollos a las soluciones. Lo mismo sucede en otros países. España por ejemplo. La gestión del presidente Rodríguez Zapatero ha sido torpedeada por Rajoy y el PP a lo largo de todo su mandato. En parte allí radica uno de los orígenes de los problemas económicos que sufre España hasta la actualidad.
En el siguiente artículo de The Economist verán un excelente análisis sobre las consecuencias del comportamiento de los republicanos, el Tea Party y la pérdida de la máxima calificación crediticia de EEUU por parte de S&P:
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