El periodista y escritor peruano Álvaro Vargas Llosa publica hoy en La Tercera de Chile una columna con una posición singular respecto al tema del espionaje chileno.
En la misma, sin mencionarlo (lo cual desliza desprecio), escribe acerca del ministro de defensa del Perú, Rafael Rey, diciendo entre otras cosas que no tendría mayor control de los militares por su descponocimiento evidente del tema castrense. Asimismo plantea que este hecho beneficiaría a sectores nacionalistas de nuestro país. Sin mayores comentarios, para que ustdes saquen sus propias conclusiones, los dejamos con el artículo de Álvaro:
El caso que fortalece tendencias nacionalistas en Lima
4 comentarios:
Señor Sheput:
LA “CHILENIZACIÓN” DE UNA CRISIS PERUANA Y LA ALTERNATIVA HUMALA
1. Los datos son claros: la crisis internacional ha afectado fundamentalmente al sector manufacturero peruano en un orden del 8 al 10% de decrecimiento. El sector manufacturero está representado principalmente por gremios como ADEX, la Sociedad Nacional de Industrias (SNI) y los pequeños y medianos empresarios peruanos (Gamarra). Se trata, entonces, principalmente de que es el capital local el que ha cargado todo el peso de la crisis internacional ante la incapacidad del gobierno para darle alguna solución.
2. Y no solo es eso: como consecuencia de ello las cifras de empleo han caído estrepitosamente, junto con el desarrollo industrial. Demás está decir que esto significa también un decrecimiento en otras áreas como nutrición, salud y educación. Y por si fuera poco, el agro peruano, el principal sustento de la mayor parte de la población, ha sido completamente abandonado por el actual gobierno. Baste recordar el famoso “TLC hacia adentro” el cual hasta ahora ni se ha pensado en explicar en qué puede consistir.
3. Sin embargo, como contraparte a esta realidad, tenemos al sector de la CONFIEP quienes agrupan a todos los beneficiarios del modelo neoliberal alanista, entre los que están los únicos que no se han visto afectados mayormente por la crisis internacional: las mineras, las constructoras, las explotadoras de recursos hidro-energéticos, etc. Este es el gran capital nacional, los más poderosos, y todos convenientemente asociados a las transnacionales, muchas de ellas chilenas.
4. Este sector empresarial sí se encuentra en estado de ganancia y boyante, con la diferencia que es el que menos aporta al desarrollo nacional, pues la mayor parte del dinero que obtiene se va al extranjero. Es decir, solo generan un poco de efectivo el cual coloca en manos del gobierno para su repartición (cosa que, como es de entender, termina solo en corrupción).
5. Esta situación parece que ya no da más. El modelo neoliberal alanista (que coloca todos los huevos en la canasta de un grupo de ricos pero no de todos) ha llegado a su límite y un gran sector del empresariado peruano no-CONFIEP ha decido que es necesario decirle al gobierno que tiene que cambiar esa errada concepción.
6. El caso forzado y mediático del “espía” se explica así como un llamado de atención de estos sectores afectados por la crisis y la inacción, en el sentido de advertir que no están de acuerdo con un TLC con Chile en las condiciones actuales. Numerosos voceros (representados principalmente por Carlos Ferrero) están insistiendo desde hace tiempo en este planteamiento.
7. ¿Qué consecuencias podría traer esta crisis en la que se ha empujado al ejército para que sea partícipe? Entre las muchas que se pueden especular hay una que creo que hay que resaltar: la posibilidad que cierto sector empresarial, no contento con el modelo alanista, se adhiera a la candidatura de Humala.
8. Si Humala es lo suficientemente suspicaz e inteligente (cosa que lo es) se dará cuenta que su posición beneficia a un gran sector empresarial, pues puede llegar a un acuerdo que defienda al capital eminentemente nacional. Si reorienta su discurso y acepta el apoyo de dichos empresarios su llegada a Palacio sería, no necesariamente un cambio de modelo, pero sí su redireccionamiento, de modo que no se incline por una economía básica de extracción de recursos (economía colonial), que es la que sostiene Alan, sino hacia una que propicie el desarrollo manufacturero en especial, cosa que genera un inmediato elevamiento del empleo.
9. Por todo lo expuesto me atrevería a augurar una auspiciosa alianza entre el humalismo y el empresariado industrial manufacturero, que podría dar excelentes resultados en materia de desarrollo real y no solo en materia de dinero producto de extracciones (que es lo único que produce este modelo neoliberal alanista).
Muchas gracias.
El político desprestigiado que no conoce nada de defensa es el pobre rafael rey, ministro cotado a la medida de alan garcía.
Hasta donde llegará la mediocridad de los funcionarios en todos los ministerios ni estimado amigo Juan. El día jueves soltaron en la web resultados erróneos de miles de profesores y luego las cambiaron las notas por las desaprobatorias, siendo un tema tan delicado como el concurso público de docentes. Ahora el ministro Rey demuestra una actitud de un hombre fracazado por que al cuarto año de gobierno empieza a culpara al anterior gobierno. amo me parece que se la ha prendido al ex presidente apor algo será.
Respuesta de Rafael Rey a Alvaro Vargas Llosa, espero se publique.
Gracias.
Qué pena
Rafael Rey Ministro de Defensa Opina
Álvaro Vargas Llosa (AVLL) me insulta nuevamente. Primero, en un diario chileno y, después, en Perú.21. Los insultos no me afectan porque, como he dicho otras veces, el insulto es el último recurso de aquel que no tiene argumentos. Pero voy a aclarar algunas de sus afirmaciones.
Dice que le debo obediencia al Opus Dei.
Anticuada y poco original falsedad con la que los adversarios políticos de Mario Vargas Llosa intentaron desprestigiarlo a él a través de mí. Repito ahora lo que dije entonces, porque es la verdad: en mi actuación política no debo obediencia sino a mi propia conciencia. El Opus Dei nada tiene que decirles a sus miembros sobre asuntos políticos. Al contrario, exige el más delicado respeto por la libertad de las conciencias, conforme a la moral cristiana.
Dice que he sido fujimorista. No es verdad. Antes de Renovación Nacional solo he pertenecido al Movimiento Libertad, de donde me pidieron que me fuera justamente porque no acepté una consigna que iba contra mi conciencia y, en mi opinión, perjudicaba al Perú. Ni él ni nadie podrá encontrar alguna declaración mía aprobando el golpe de Estado, y solo falseando la verdad se puede negar que en Renovación Nacional tuvimos importantes discrepancias con el presidente Fujimori. Votamos contra la 'Ley Cantuta’, contra la Ley de Reelección, contra la destitución de los magistrados del TC, contra la ley antirreferéndum, contra el dictamen absolutorio de interceptación telefónica. Denuncié personalmente la corrupción en Popular y Porvenir y las esterilizaciones de mujeres desinformadas, y fui el primero en denunciar el cierre de canales de TV para los candidatos de oposición y los sospechosos pases al retiro de oficiales opuestos a Montesinos, etc. ¡¡Ningún fujimorista hubiese actuado así!! Por otro lado, nunca he negado que apoyamos a Fujimori en las buenas iniciativas, que también tuvo, y muchas, durante su gobierno. No he caído nunca en el complejo de algunos que los hace negar hoy lo que ayer aplaudieron.
Dice que en un artículo defendí al almirante Massera y que defiendo genocidios. AVLL no ha leído el artículo. Le ha creído a Gorriti y ha patinado. Nunca he defendido ni justificado asesinato alguno. El artículo se limita a citar las palabras de Massera y a afirmar que podrían haber sido pronunciadas por muchos militares peruanos injustamente acusados. Dice también que defendí la amnistía del grupo Colina, pero no dice que siempre condené sus crímenes. AVLL confunde amnistía con justificación, pero no espero convencerlo.
Dice que, en lugar de ocuparme del sector Defensa, me dedico a insultar a todo el mundo. Es su opinión y la respeto, pero no es a él a quien debo rendir cuentas de mi trabajo, sino al Perú y al presidente García.
Afirmar en un diario chileno, como hizo AVLL, que las FF.AA. del Perú filtraron a la prensa el caso del espía es no solo una muestra de su desconocimiento de los hechos y de su costumbre de afirmar sin comprobar, sino una difamación y una calumnia a las FF.AA. del Perú hecha, nada menos, desde Chile. ¡¡Qué pena!!
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