Ópticas venden lentes a quién no los necesita. La ética profesional por los suelos. Perú 21 nos informa que una joven, sin problemas en la vista, fue a 80 ópticas y hasta le diagnosticaron serias infecciones en los ojos.
No nos debe extrañar.
En nuestro país lo incorrecto y la falta de ética se han convertido en la norma.
El Presidente Alan García engaña con una fiesta por el descubrimiento del gas y la mayoría de los medios lo acompaña en la manipulación y la mentira.
Radio Capital anuncia como noticia lo que es un aviso político contratado que favorece la campaña de manipulación de la Municipalidad de Lima y no pasa nada.
La bancada aprista dice que no hay conflictos de intereses cuando viajan a la China y a Finlandia patrocinados por intereses económicos y no hay sanción.
El presidente del Poder Judicial dice que un juez puede fallar según su corazoncito y ni el Colegio de Abogados ni la prensa critican la pulverización del sistema de Justicia.
Se roban 800 cajas con probables pruebas del Ministerio de Salud y la contraloría se hace la desentendida.
Destituyen a los principales cuadros de la Contraloría y los medios ni se inmutan, los congresistas menos.
Las empresas públicas no atienden los fines de semana y los programas dominicales dedican sus cámaras a los futbolistas, las vedettes y al fondo hay sitio.
La Municipalidad de Lima asigna obras con procedimientos sumamente cuestionados y nadie se cae de espaldas.
Si la hija del presidente más corrupto de nuestra Historia es puntera en las encuestas presidenciales no nos debe extrañar el comportamiento de las ópticas. Nuestra sociedad está enferma. Se requiere que nos vacunemos con una fuerte dosis de indignación. Sino estaremos en marcha a convertirnos en un Estado fallido.
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