Dos nuevos terremotos en las profundidades del Océano Pacífico causaron que las alertas de tsunami se encendieran. Son dos nuevos terremotos que se unen al tsunami y a los cinco sismos de gran magnitud que se han producido en el ámbito del Pacífico en menos de una semana.
Dos fuertes terremotos -de 7,8 y 7,3 grados- registrados bajo la superficie marina entre el archipiélago de Vanuatu y las Islas Salomón, en el océano Pacífico, han provocado un tsunami este jueves, ha informado el Centro de Alertas de Tsunamis en el Pacífico, lo que ha hecho saltar las alarmas en varios países, sólo una semana después de que un maremoto dejase unos 150 muertos en la isla de Samoa, situada en la misma región. El tamaño de la ola generada finalmente no ha supuesto una amenaza para las costas cercanas al epicentro de los seísmos.
Tras registrarse los terremotos, el organismo activó la alerta en varios países del suroeste del Pacífico. Entre ellos figuraban Papúa Nueva Guinea, Vanuatu, Fiyi o Nueva Caledonia. Además, el centro con sede en Hawai extendió esta alerta a países más alejados como Australia, Nueva Zelanda e Indonesia, a los que inicialmente no había incluido en la lista. Horas después, los sismólogos levantaron el aviso tras comprobar que la ola era de pequeño tamaño. No obstante, la vigilancia se mantiene sobre la región.
Las autoridades del territorio francés de Nueva Caledonia sí llegaron a evacuar a los residentes de su costa oeste y de las cercanas Islas de la Lealtad. Han sido trasladados a zonas más altas con la intención de evitar riesgos ante la posible llegada de grandes olas, informó la policía local.
Florence Cari, una habitante de la localidad de Lunganville, en la costa sur de la isla vanuatuense de Espíritu Santo, ha relatado cómo el temblor sacudió literalmente los edificios. "La gente estaba asustada y algunos salían de los edificios hacia la calle", explicó esta recepcionista, que no apreció ningún cambio en el nivel del mar en los primeros momentos tras los seísmos.
Minutos antes de los dos terremotos de Vanuatu, otro temblor, de magnitud 6,7, sacudió el sureste del archipiélago Sulu, en Filipinas, un país que aún se está recuperando de los efectos de un tifón que ha dejado al menos 22 víctimas.
Tras registrarse los terremotos, el organismo activó la alerta en varios países del suroeste del Pacífico. Entre ellos figuraban Papúa Nueva Guinea, Vanuatu, Fiyi o Nueva Caledonia. Además, el centro con sede en Hawai extendió esta alerta a países más alejados como Australia, Nueva Zelanda e Indonesia, a los que inicialmente no había incluido en la lista. Horas después, los sismólogos levantaron el aviso tras comprobar que la ola era de pequeño tamaño. No obstante, la vigilancia se mantiene sobre la región.
Las autoridades del territorio francés de Nueva Caledonia sí llegaron a evacuar a los residentes de su costa oeste y de las cercanas Islas de la Lealtad. Han sido trasladados a zonas más altas con la intención de evitar riesgos ante la posible llegada de grandes olas, informó la policía local.
Florence Cari, una habitante de la localidad de Lunganville, en la costa sur de la isla vanuatuense de Espíritu Santo, ha relatado cómo el temblor sacudió literalmente los edificios. "La gente estaba asustada y algunos salían de los edificios hacia la calle", explicó esta recepcionista, que no apreció ningún cambio en el nivel del mar en los primeros momentos tras los seísmos.
Minutos antes de los dos terremotos de Vanuatu, otro temblor, de magnitud 6,7, sacudió el sureste del archipiélago Sulu, en Filipinas, un país que aún se está recuperando de los efectos de un tifón que ha dejado al menos 22 víctimas.
(gracias a El País de España)
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