jueves, 11 de junio de 2009

Crisis en Bagua: Mesa de negociación con final anunciado

Recuerdo una parábola de Eduardo Galeano que para las circunstancias actuales viene al caso, qué, palabras más, palabras menos, decía lo siguiente:
_______________________
"Había una vez un cocinero muy democrático. En ese afán participativo una vez convocó a todos los habitantes de su cocina para conversar sobre su futuro. Se acercaron todos, la gallina, el pato, el cuy, el chanchito, las perdices, hasta la ternera. Una vez todos reunidos les dijo:
- Los he llamado a todos para escuchar su opinión.
-Muchas gracias por la convocatoria, contestaron todos entusiasmados.
-Bueno, les quiero preguntar cómo desean ser cocinados, dijo el cocinero democrático.
Una gallinita con bastante personalidad, de esas inquietas que siempre dicen su opinión levantó el ala y dijo de frente y con las patas bien puestas sobre el suelo:
-Pero... no entiendo, ¡Nosotros NO queremos morir cocinados!
- ¡Eso no está en discusión, ya está decidido! dijo el cocinero democrático.
-¡Entonces para qué nos convocan! replicó con valentía la gallinita."
________________________________
Creo que el ejemplo es ilustrativo para los tiempos actuales. Una componenda entre el fujimorismo (gran vendedor de nuestros activos), el aprismo (que hace lo mismo y peor) y el pepecismo (que siempre está de segundón) no puede dar buenos resultados, sobre todo si se trata de plantear una mesa de negociación respecto a un tema en el cual el interés económico es mas importante para esta triada que la misma sociedad.
El gobierno de Alan García durante estos tres años ha planteado una serie de mesas que más parecen mecidas, todas ellas sin resultado, por eso no tiene credibilidad. Menos aún puede tener credibilidad un gabinete presidido por Yehude Simon, que si le queda un poco de temple político sabrá muy bien que no se negocia con un gabinete moribundo, y el suyo es un gabinete terminal, en vías de extinción.
La solución es la derogatoria de los decretos legislativos. Todo lo demás es ilusión (para usar una frase muy cara al Yehude de antaño). Y una suspensión indefinida es una maniobra simplona que lo único que busca es que pase el tiempo, que la gente se olvide de los muertos lamentables de Bagua y se consolide así, la invasión de tierras pertenecientes a los hermanos nativos.


1 comentario:

Taller Urquía-Marú dijo...

Podrás rodearte de lujos. Podrás orgullecerte de tu poder. Podrás creerte ejemplo de lo que debe hacerse para "poner en su sitio" a los "salvajes". Podrás inclusive creerte bueno, limpio, digno representante para pasar al cielo o las los libros de historia sin hacer cola. Pero la verdad, Señor Alan García (lo de señor es por supuesto una formalidad) es que los fantasmas te perseguirán, y en eso hay que ser justos con ellos: son más porfiados de lo que uno se puede imaginar. Los fantasmas de El Frontón llegarán con su orificio de bala en la frente, o los muertos de hambre producto del TLC, o todos aquellos miserables que duermen en calles podridas mientras tu sólo eres un ladrón. Hoy se suman más fantasmas, a los cuales te empeñas en criminalizar e invisibilizar. Pero esos invisibles te perseguirán en cada noche y en cada día de lo que queda de tu insignificante vida. No te quedará si no resignarte, además del infierno y del triste papel en la historia como mediocre y vendepatria, el camino que ya han abierto en exclusiva para tí, Videla, Pinochet, Fujimori.
Los pueblos, Sr. Alan García, decimos: ¡Nunca más!