A veces pienso que el Perú es un país enfermo, con el sistema inmunológico debilitado desde que una infección viral de origen asiático lo asoló durante 10 años. El daño causado por una convivencia maligna de una década deterioró nuestras instituciones, maleó la política y corrompió las formas decentes de comunicación. Los esfuerzos por recuperarnos fueron saboteados por protagonismos de diestra y siniestra, de gente sin talante político que redujo la transición (leáse recuperación) a un periodo mínimo de 9 meses, cuando el proceso, se sabe, debe durar muchos años.
Con un sistema de defensas debilitado, sin controles y sobre todo sin instituciones, con protagonismos de personas con criterio superficial, era fácil que la recaída sea una alta posibilidad. La infección viral asiática entró en un periodo de hibernación y facilitó el espacio a otro virus, camaleónico, con facilidad para el engaño con tal de lograr sus objetivos. Este virus respeta a sus pares, destructivos y camaleónicos como él, y requiere de bacterias sin escrúpulos para sus alianzas depredadoras. Es una pseudomona política, que requiere de organismos debilitados para poder reinar.
A la pseudomona política le temen los débiles que tienen cola larga, fácil de pisar. Destruye instituciones y aniquila cualquier estrategia de largo plazo. Las políticas de Estado no son funcionales para una bacteria que se alimenta de la coyuntura y que lo único que busca es depredar, para tener los recursos necesarios para migrar a otros continentes donde reposar en tanto busca regresar.
Miremos lo que hace, por ejemplo, la pseudomona política con los Poderes del Estado. El Congreso se ha convertido en un apéndice de sus caprichos, con personajes dedicados a la promoción en lugar que la legislación o la fiscalización. El Poder Judicial se limita al reclamo presupuestal y el Poder Electoral se ha convertido en un ente funcional.
Otro tanto pasa con los llamados ministerios. Pensemos en uno, la Cancillería. Es un hecho comprobable que la Cancillería del Perú está en pleno proceso involutivo, que ha caido en manos de funcionarios que deben su jerarquía a la amistad juvenil más que al nivel profesional. La política exterior del Perú es una suerte de feria comercial. Se han abandonado los criterios geopolíticos y nuestra participación en eventos de fuste de nivel internacional es mínima cuando no mediocre y deprimente.
Con un sistema de defensas debilitado, sin controles y sobre todo sin instituciones, con protagonismos de personas con criterio superficial, era fácil que la recaída sea una alta posibilidad. La infección viral asiática entró en un periodo de hibernación y facilitó el espacio a otro virus, camaleónico, con facilidad para el engaño con tal de lograr sus objetivos. Este virus respeta a sus pares, destructivos y camaleónicos como él, y requiere de bacterias sin escrúpulos para sus alianzas depredadoras. Es una pseudomona política, que requiere de organismos debilitados para poder reinar.
A la pseudomona política le temen los débiles que tienen cola larga, fácil de pisar. Destruye instituciones y aniquila cualquier estrategia de largo plazo. Las políticas de Estado no son funcionales para una bacteria que se alimenta de la coyuntura y que lo único que busca es depredar, para tener los recursos necesarios para migrar a otros continentes donde reposar en tanto busca regresar.
Miremos lo que hace, por ejemplo, la pseudomona política con los Poderes del Estado. El Congreso se ha convertido en un apéndice de sus caprichos, con personajes dedicados a la promoción en lugar que la legislación o la fiscalización. El Poder Judicial se limita al reclamo presupuestal y el Poder Electoral se ha convertido en un ente funcional.
Otro tanto pasa con los llamados ministerios. Pensemos en uno, la Cancillería. Es un hecho comprobable que la Cancillería del Perú está en pleno proceso involutivo, que ha caido en manos de funcionarios que deben su jerarquía a la amistad juvenil más que al nivel profesional. La política exterior del Perú es una suerte de feria comercial. Se han abandonado los criterios geopolíticos y nuestra participación en eventos de fuste de nivel internacional es mínima cuando no mediocre y deprimente.
Y así tenemos un régimen que actúa como una pseudomona política en un organismo debilitado como el Perú. Para sobrevivir requiere del "sistema", ese que cobija aliados en los ámbitos empresarial, comunicacional y político.
Sin instituciones fuertes será difícil erradicar a estas pseudomonas destructoras del tejido institucional del país.
6 comentarios:
A veces pienso que Juan Sheput, que creo es un hombre inteligente, olvida que el gobierno del cual formó parte tampoco hizo mucho para solucionar las críticas que hoy hace a la gestión de García. No hay un ápice de autocrítica ni atisbos de propuestas en los asuntos que cuestiona. Los políticos están obligados a plantear soluciones a los problemas ciudadanos.
Nosotros que seguimos la trayectoria de Juan Sheput le diremos que sí hemos visto críticas.
Una de ellas es la reforma laboral que mientras fue miembro del ejecutivo trato de impulsar y no pudo lograr, una crítica constante no a su mediocridad o a su ineficiencia ni mucho menos a cualquier indicio de corrupción sino más bien a la impotencia de no poder servir al país y gracias a la oposición que hoy es gobierno y que ni como gobierno ni como oposición logra conseguir los cambios que el país necesita pese a las reservas heredadas y que gracias a ellas el país está enfrentado la crisis con algo de ventaja respecto de otros, al menos hasta que la reservas se agoten siendo público y notorio que el actual gobierno poco o nada aporta en ese sentido sino mas bien su preocupación está en vender y vender los activos del país con faenon incluido.
EL APRISMO APROVECHO LA IGNORANCIA Y LA SUBCULTURA DE UN SECTOR DE LA POBLACION PARA LLEGAR AL PODER. Y AHORA ESO ES LO QUE REPRESENTA A ESA CLASE MEDIOCRE INGENUA Y TODA UNA SERIE DE CIUDADANOS FRACAZADOS. LO UNICO QUE RESCATO HASTA HOY EN DIA ES SU TENAZ MAÑOCERIA Y HABILIDAD POLITICA PARA ADMINISTRAR SUS MEDIOCRIDADES Y CONSTANTE INEFICIENCIA. CREO QUE TENGO LA FE QUE UN GRAN SECTOR DE LA POBLACION QUE TENEMOS DIGNIDAD Y ANIMO DE SUPERACION Y PREPAREMOS A NUESTROS HIJOS SIEMPRE, APOSTAREMOS POR UN POLITICO CON MUCHA CALIDAD TECNICA Y ECUANIMIDAD PARA TOMAR DECISIONES.
Oiga ciudadano cano, como se nota que usted habla por hablar o escribe por escribir, t{omese la molestia de leer un poco y ver{a como Juan Sheput se enfrentó a su propio gobierno y por el lado del art{iculo realmente me parece excelente. Lo mas parecido a una Pseudomona es Alan García Pérez ni más ni menos.
Lo que dice 'El ciudadano Cano' es cierto, la administración Toledo referente a la lucha contra la corrupción fue un desatre. Eso no significa restarle méritos al amigo Sheput. El periodo de Paniagua fue muy corto e imprevisto como para responsabilizarlo. Toledo tiene a su favor que llegó al Ejecutivo con gente "nueva" e "inexperta" en los chanchullos del Estado, por eso se enredó en múltiples oportunidades y en temas de menor cuantía.
Por ejemplo, si hubiera escuchado a Mario Vargas Llosa que le aconsejaba suspender las licencias a la mayoría de canales de televisión por sus vínculos probados con la corrupción, lo que después hizo Hugo Chávez con una sola estación de televisión en Venezuela, Toledo le hubiera cortado el espinazo a la instutionalización de la corrupción, y hoy otro gallo cantaría.
Nadie va dudar que Toledo "levantó" el 'segundo piso' del edificio 'Fujimori FMI/BM Enterprise'.
Unos dice que fue bueno, otros acusan lo contrario. Pero el error más grave fue 'olvidarse' de la lucha frontal contra la corrupción. Muchos, igual que Toledo, pensaron que Alan García y el APRA, habían cambiado.
¿Cuáles fueron los "argumento" historico que contaron para tamaña conclusión..?
Un secreto.
Lo cierto es que el periodo 85/90 de la corrupción generalizada del APRA, fue una repitición (copia y calco) de la corrupción generalizada del periodo 63/68 de la criminal obstrucción al 'reformista' Belaunde hasta sacar a los militares de Velasco de los cuarteles; y éste periodo 63/38 fue otra repitición de la corrupción con don Manuel Ignacio Prado del 56/62 (La convivencia) y éste 56/62 con el 45/48 del gobierno de Bustamante y Rivero y los famosos 'estanquillos' apristas donde había que tener carnet del partido para comprar en las tiendas; y éste periodo, 45/48 a su vez, fue similar al del congreso del 33 cuando con don Luis Alberto Sánchez, claudicaron los reclamos de Reforma Agraria que había prometido en Acho 1928.
A una persona que ha leído un poco de historia la bufalada no le puede contar cuentos. Pero desafortunadamente en nuestro país la juventud no lee y es víctima del cinismo y del engaño.
Comino
Si Toledo apuesta por los Juan Sheput y los carlos Ferrero en lugar de los Bruce y PPK podría hacer un gobierno decente. Bruce ya se echó a los brazos del aprismo por el rabo de paja que tiene y como dice Comino el gran error de toledo fue no sacar a licitación a los canales de televisión que son de la magfia hasta ahorita.
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