jueves, 8 de enero de 2009

Interesante coloquio sobre el nuevo capitalismo se efectúa en Europa

Fue en Telesur primero y CNN después que pude ver las entrevistas a los personajes de la economía y la política que se habían dado cita en Francia para discutir acerca del nuevo capitalismo. Se entrevistó a Francis Fukuyama, Joseph Stiglitz, Amartya Sen entre otros personajes del mas alto nivel, y los mas llamativo eran los distintos puntos de vista que tenían sobre la gravísima crisis financiera y la solidez de datos con que acompañaban a sus argumentos. Han participado también políticos de fuste como el mismo Nicolás Sarkozy, Tony Blair, Angela Merkel, entre otros notables jefes de estado. La noticia tal y como la consigna El País la pueden ver a continuación:


El primero en hablar fue un sonriente Tony Blair, que en un aceptable francés (y después en inglés) anunció a la concurrencia que las actuales instituciones económicas han sido incapaces de contener el desplome financiero, que no hay que olvidarse de apoyar a las víctimas de esta crisis y que lo único bueno de todo el desastre es que se abre un capítulo nuevo en la economía y en la política planetarias que hay que aprovechar.

El tema del encuentro, que finaliza hoy con otros participantes, se antojaba peliagudo: Nuevo mundo, nuevo capitalismo. La ciudad que lo acogía, un París nevado que soporta desde hace días una espantosa ola de frío. El lugar, un anfiteatro enclavado en la vieja Escuela Militar, a un paso de la torre Eiffel, donde el mismísimo Napoleón estudió cuando era un adolescente, con una beca, a fin de convertirse en suboficial de artillería.
La segunda en salir a la palestra fue Angela Merkel, la canciller alemana. No sonrió en ningún momento. Habló en alemán sin gesticular apenas. Con la expresión en la cara venía a decir que no está el horno para bollos. Efectivamente: "Los Estados tienen ahora una montaña de deudas, pero era la única manera posible de afrontar esta crisis". Merkel criticó los alegres excesos económicos de estos últimos años y exigió un nuevo orden que los ataje, que limite su riesgo y que, a la postre, impida la destrucción total del sistema financiero, arrastrando consigo toda la economía. Luego propuso algo un poco más concreto: de la misma forma que existe un Consejo de Seguridad en la ONU, que exista una suerte de consejo económico mundial que vele por la estabilidad del sistema, o una "declaración universal para una economía razonable" similar a la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
No precisó más. Sí que se remontó a los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, cuando Europa se reconstruyó gracias a la creación de un nuevo orden, de un nuevo sistema internacional político y económico. Afirmó que la situación actual es parecida. Que las viejas instituciones que entonces sirvieron ya no sirven. Que las actuales tampoco: "El G-8 [el grupo de países más poderosos del mundo] ya no es suficiente", dijo. Pidió que se cuente con China, Brasil e India, entre otros, sin mencionar a España.
Después saltó (literalmente) a la tribuna Nicolas Sarkozy. Fiel a su estilo inquieto gesticuló, hizo chistecillos, sonrió, guiñó el ojo, moduló los tonos de voz, se movió a derecha e izquierda y adquirió a veces una seriedad teatral. Se dirigió varias veces a Merkel llamándola "Angela" y a Blair llamándolo "Tony".
Aseguró que el mundo cambia y que ellos, los dirigentes, deben exigir un cambio en las políticas de todos. "Porque nadie lo va a hacer por nosotros".
Describió la mundialización como un fenómeno positivo, pero luego aseguró que acarrea un "vacío de valores" que genera, a la postre, que la gente se aferre a lo más próximo. Luego encaró de frente el tema del congreso: "El capitalismo puramente financiero es amoral. No creo en otro capitalismo que el del esfuerzo y el trabajo. Debemos moralizar el capitalismo. Refundarlo. Eso no quiere decir destruirlo. Destruirlo es dar un paso atrás, renunciar a todo lo hecho. Pero, o lo refundamos, o se destruirá".
Luego se inclinó en la tribuna y añadió, en un tono algo desafiante: "El 2 de abril, nos reuniremos en Londres los integrantes del G-20 para arbitrar las nuevas reglas financieras. Yo me considero un gran amigo de Estados Unidos. Sé que junto a Estados Unidos cambiaremos el mundo. Pero todo ha cambiado. Ya no hay ningún país, tampoco EE UU, que pueda decir a los otros lo que hay que hacer, cómo hay que actuar". Y prosiguió: "Después de la Segunda Guerra Mundial sólo existía una moneda en el mundo [refiriéndose al dólar] pero ahora existen varias y todos podemos utilizarlas y utilizar nuestros tipos de interés".
Añadió que Francia apostará por la acción, por el movimiento, y terminó su discurso tras mencionar (otra vez) a "Angela" y a "Tony".
Después, los tres líderes políticos se separaron. Merkel y Sarkozy se reunieron en el palacio del Elíseo. Después anunciaron que en unas semanas se celebrará en Berlín una reunión preparatoria de los miembros europeos del G-20 para que en la cumbre de abril Europa tenga una voz clara.
Tony Blair, por su parte, se quedó en la Escuela Militar, participando en un debate sobre nuevo capitalismo. En el pasillo, un periodista le recordó que en julio de 2007 fue nombrado enviado especial a Oriente Medio del Cuarteto (Rusia, ONU, Unión Europea y Estados Unidos). Luego le preguntó si no se sentía decepcionado por lo que ocurre en Gaza. Blair miró para otro lado, siguió andando por el pasillo y no contestó.

2 comentarios:

Luis Enrique Alvizuri dijo...

Señor Sheput:
Sumamente interesante lo que usted resalta y esto me suscita dos observaciones: la primera, cuál es la situación mundial, y la segunda, cuál es la nuestra.

En cuanto a la primera, vemos cómo los grandes principios hasta ahora sostenidos como "ley y ciencia" se han derrumbado, poniendo por los suelos a muchos premios Nóbel y a millones de libros de economía. Resulta que no era como se sostenía, como el FMI y el Banco Mundial aseguraban. Por lo visto el mercado no es un ente autónomo ni ajeno a la voluntad y el interés humano (geopolítico). Moraleja: si al mercado no se lo dirige, tal como pide la señora Merkel, el mercado puede colapsar.

En cuanto a la segunda, como siempre, a la zaga de la historia. ¿Fue casualidad que el último país en "adquirir" su independencia (gracias a los ejércitos argentino, chileno, colombiano de San Martín y Bolívar) fuera el Perú? Hay quienes, como el presidente de la Confiep, pide que no miremos hacia atrás sino siempre hacia adelante (varias veces lo ha repetido) y que no nos fijemos en los "errores" del pasado (corrupción incluida) sino que pensemos en lo mucho por hacer. Pero la experiencia, no del Perú, sino de los grandes países, demuestra que quien no mira su pasado no sabe ni siquiera si está vestido o desnudo. Eso de "mirar solo hacia adelante" se parece más a la actitud de un loco desesperado, que no ve por dónde camina. Somos, entonces, históricamente los más resistentes a los cambios. Cuando todos eran liberales, en el Perú (el del primer gobierno de García), éramos nacionalistas. Ahora que todos ponen en revisión el Liberalismo, el Perú actual (el del segundo gobierno de Alan), es un ultra liberal. Siguiendo esta lógica, no muy difícil de hacer, es casi seguro que, cuando todo el planeta haya abandonado el Liberalismo, al Perú van a tener que entrar otros "ejércitos libertadores" para ponernos a tono con la historia. Otra vez lo mismo.

Creo que todo lo que está pasando no es más que la consecuencia de la desaparición de los pensadores peruanos (que alguna vez los tuvimos) por culpa de un sistema y de unas universidades que abandonaron el ejercicio del razonar para vender cursos de capitalismo, economía y pequeña empresa como la panacea. Ahora lo que tenemos son millones de "emprendedores pequeños empresarios" pero ningún intelectual ni filósofo para decirnos por dónde vamos.
Muchas gracias.

Anónimo dijo...

Por lo reseñado en su interesante nota, pareciera que la en verdad preocupada por la situación que se ha generado a nivel mundial con la crisis del sistema capitalista es la jefa del gobierno alemán, pues el presidente francés parece estar más interesado en irradiar una imagen frívola y despreocupada, en tanto que el ex primer ministro inglés no atina a responder siquiera acerca de lo que está pasando en la zona para la solución de cuyos problemas fue encargado.
Este año va a ser muy difícil para todo el mundo. Especialmente para los países extremadamente dependientes como el nuestro. Eso de que esta crisis no nos va a afectar en demasía gracias a que se mantienen los altos índices de crecimiento de nuestra economía, que trata de vendernos el presidente de la república, no pasa de ser un antidepresivo social que estamos seguros no se lo cree ni el propio Alan García.
Lo que sí resulta previsible es la hecatombe que se va a producir por estos predios al no haberse tomado medida preventiva alguna. Mientras nuestros vecinos, empezando por Chile, ya han tomado al toro por las astas y están recurriendo a los organismos financieros internacionales, nuestras autoridades parecen haber sido las primeras en creerse lo dicho por García y no están haciendo absolutamente nada.
Hay que adoptar medidas urgentes. Y lo primero es ponerse en la cola de los países que están solicitando apoyo financiero. Porque se haga lo que se pretenda hacer, sea impulsar programas de empleo temporal, aumentar sueldos y salarios, incrementar el gasto público, crear seguros de desempleo, etc. etc., para todo se van a nevesitar ingentes sumas de dinero.