lunes, 1 de diciembre de 2008

Suspicacias y un sistema que quiere perpetuarse

El día de hoy domingo, el protagonista del nauseabundo audio que dio indicios sobre una corrupción generalizada, un sujeto que responde al nombre de Rómulo León Alegría ha brindado declaraciones a Reporte Semanal, de Frecuencia Latina, a Panorama, de Panamericana Televisión y hace unos días a Caretas.
¿Es una operación lavandería? Estoy seguro que sí. A fuerza de declaraciones directas de Rómulo León o de opiniones sesgadas y faltas de ética por parte de algunos columnistas amigos de Alan García, el caso de corrupción que derribó un gabinete se está convirtiendo en un escandalete.
Reporte Semanal es un programa de Frecuencia Latina, canal del ciudadano con pasaporte israelí Baruch Ivcher, amigo de Alan García.
Panorama es un programa de Panamericana Televisión, de propiedad de Genaro Delgado Parker, socio de Hernán Garrido Lecca, amigo de Rómulo León y Alan García.
Caretas es una revista de la familia Zileri, conocidísima por su cercanía a Alan García. Si se trata de Alan García, Caretas no es objetiva y mucho menos principista.
Es obvio que estos medios de comunicación le están dando una mano a Alan García y a su amigo Rómulo León Alegría.
Finalmente el reciente evento de IPYS es histórico no por sus ponentes sino porque demostrará cómo cierto sector de la prensa peruana justificó con argumentos retorcidos a la corrupción evidente del gobierno de Alan García. Los mismos periodistas que sin reservas y en base a indicios insultaron y acusaron a Alejandro Toledo por asuntos ridículos hoy son generosos hasta la sospecha con Alan García. Me refiero a Mirko Lauer y Marco Zileri quienes de repente sin querer transforman la amistad en mera complicidad.
El tiempo y las acciones del APRA evidenciarán quien tiene razón. Y lo que viene pasando con este sector de la prensa que se habría vuelto funcional para la corrupción y los corruptos, demuestra que estaríamos viendo cada vez con mayor precisión los usos y costumbres de un estado cleptocrático. Rómulo León, el hombre inmaculado, que tuvo una límpida trayectoria en la primera gestión de Alan García, que jamás fue acusado de enriquecimiento ilícito, que da muestras de ser un hombre honrado, con principios tan profundos que respeta a la mujer, que se jacta de ser culto e inteligente, ha tenido un rush mediático que ni Jorge del Castillo, Yehude Simon, Mercedes Cabanillas o Mauricio Mulder tienen.
¿Quién le abre las puertas de los medios a Rómulo León señores Mirko Lauer y Marco Zileri?
¿No será su amigo Alan García, el según ustedes incorruptible presidente, que le repugna la corrupción tanto pero tanto que no duda en hacerse compadre de Carlos Andrés Pérez, el político más ladrón de la historia venezolana?
Rómulo León es un símbolo de un sistema que lucha por perpetuarse, en donde algunos corruptos empresarios usan sus contactos con el poder para hacer gigantescos negociados. Estos corruptos empresarios necesitan de torrescaros, rómulos, alancitos en el Congreso para hacer de las suyas. Los prefieren sin talento y sinvergüenzas, de lo contrario su sistema no funcionaría. Si hay corruptos en el gobierno pues hay corruptos en un sector del empresariado. Así de simple. Y en los medios de comunicación cómo no.

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