Como ustedes saben el periodo constitucional de 7 años que ejerce un Contralor de la República ha vencido en Octubre de este año. Genaro Matute, actual titular, es, desde hace más de un mes un personaje que se encuentra de salida. Urge al gobierno encontrarle sucesor.
El gobierno del presidente Alan García decidió encargar semejante responsabilidad al novísimo premier Yehude Simon. Este, haciendo alarde de desconocimiento de la cosa pública dijo, con buena voluntad, que se iba a seleccionar una terna en una semana, a partir de los resultados de un concurso público que en ese instante se iniciaba. Sin bases, sin calificación, sin medir las consecuencias, se lanzó el Premier. Luego de las críticas, el Premier retrocedió, alargó el plazo y nombró una peruanísima Comisión de notables para elegir al nuevo Contralor.
Como lo que mal empieza mal acaba, la peruanísima Comisión de notables, luego de un breve tiempo en que evaluó centenas de expedientes (nadie sabe cómo ni qué metodología utilizaron) dio su resultado final: una terna, en la cual dos personas son fruto de este concurso público y una producto de una invitación.
Conocidos los nombres de los candidatos a Contralor, la peruanísima Comisión de notables que preside el funcionario de la Universidad San Martín de Porres, allegada al Ministro José Antonio Chang, es decir el Dr. Richard Webb, ha empezado a recibir una serie de críticas. El maltrato por extensión llega a los seleccionados. Lamentablemente tenía que ser así. Un cargo tan importante no es para que se ocupe en base a un concurso público. Hay otras características que van más allá de la reduccionista transparencia. Imagínense qué ocurriría si el presidente García decide reemplazar a sus ministros actuales por otros que vengan de un concurso público. En el Perú hay millones que se sienten capaces de ser ministros. Hay miles que desean ser contralor.
Entonces la peruanísima Comisión de notables se encuentra en la actualidad enfrentando las críticas a su noble labor. Se les acusa de todo. Lo más sensato, de lo que he leído, es que ninguno de los tres candidatos reúne el temple y trayectoria necesaria para poder enfrentar presiones muy fuertes que vengan del Congreso, del gobierno, de los medios de comunicación. Gracias a los blogs nos enteramos que los tres seleccionados tienen vínculos con persajes y personajillos el elenco estable de Palacio de Gobierno. El señor Fuad Khoury es recomendado del cuestionado Ismael Benavides ex ministro de Agricultura. La señora Ingrid Soraya Suárez es propuesta por el embajador Rafael Rey. La señorita Mayén Ugarte es socia de Verónica Zavala y cómo sabemos fue invitada a último momento.
El gobierno del presidente Alan García decidió encargar semejante responsabilidad al novísimo premier Yehude Simon. Este, haciendo alarde de desconocimiento de la cosa pública dijo, con buena voluntad, que se iba a seleccionar una terna en una semana, a partir de los resultados de un concurso público que en ese instante se iniciaba. Sin bases, sin calificación, sin medir las consecuencias, se lanzó el Premier. Luego de las críticas, el Premier retrocedió, alargó el plazo y nombró una peruanísima Comisión de notables para elegir al nuevo Contralor.
Como lo que mal empieza mal acaba, la peruanísima Comisión de notables, luego de un breve tiempo en que evaluó centenas de expedientes (nadie sabe cómo ni qué metodología utilizaron) dio su resultado final: una terna, en la cual dos personas son fruto de este concurso público y una producto de una invitación.
Conocidos los nombres de los candidatos a Contralor, la peruanísima Comisión de notables que preside el funcionario de la Universidad San Martín de Porres, allegada al Ministro José Antonio Chang, es decir el Dr. Richard Webb, ha empezado a recibir una serie de críticas. El maltrato por extensión llega a los seleccionados. Lamentablemente tenía que ser así. Un cargo tan importante no es para que se ocupe en base a un concurso público. Hay otras características que van más allá de la reduccionista transparencia. Imagínense qué ocurriría si el presidente García decide reemplazar a sus ministros actuales por otros que vengan de un concurso público. En el Perú hay millones que se sienten capaces de ser ministros. Hay miles que desean ser contralor.
Entonces la peruanísima Comisión de notables se encuentra en la actualidad enfrentando las críticas a su noble labor. Se les acusa de todo. Lo más sensato, de lo que he leído, es que ninguno de los tres candidatos reúne el temple y trayectoria necesaria para poder enfrentar presiones muy fuertes que vengan del Congreso, del gobierno, de los medios de comunicación. Gracias a los blogs nos enteramos que los tres seleccionados tienen vínculos con persajes y personajillos el elenco estable de Palacio de Gobierno. El señor Fuad Khoury es recomendado del cuestionado Ismael Benavides ex ministro de Agricultura. La señora Ingrid Soraya Suárez es propuesta por el embajador Rafael Rey. La señorita Mayén Ugarte es socia de Verónica Zavala y cómo sabemos fue invitada a último momento.
Pero el problema no es, en el fondo, de estas señoras y señor. El problema es de los que quieren aparecer en cuanta comisión se presente con el afán de figurar. Es patético lo que sucede en nuestro país.
Me pregunto ¿Qué habría pasado si los miembros de la peruanísima Comisión de notables, era consciente de sus grandes limitaciones y no aceptaban tan gallardo encargo? ¿Qué habría pasado si se dan cuenta que no saben de todo y que mas bien ser bueno para todo es ser bueno para nada y dicen no?. Si hubieran hecho eso ya no serían la peruanísima Comisión de notables, sino un conjunto de ciudadanos que, conscientes de sus responsabilidades y de su madurez, le habrían dicho “no gracias señor presidente pero esta no es la forma de elegir al Contralor”. Ahora como estamos en el Perú del segundo alanato las instituciones están por los suelos y hay, nuevamente, una repugnante sensación de descomposición generalizada.
¿Se prestará el Congreso a este Juego ? ¿Qué creen?
1 comentario:
Considero que era necesario hacer una eleccion transparente basada en las fortalezas tecnicas mas que politicas, ya que se busca eficiencia, mas que influencia.
La comision cometio varios errores, pero el mas grave, en mi opinion, es haber metido por la ventana a la señora Mayen Ugarte, gerente de la empresa de la ex ministra Veronica Zavala, compañera de trabajo de la actual ministra Elena Conterno, y demas pulgas.
Esta ha sido la viveza que quisieron hacer. Revisando los padrones electorales, la señora Suarez no figura en ningun partido politico, pero el requisito era ser presentado por una institucion o agrupacion politica.
Se que esta señora trabaja actualmente en Produccion, entonces es un cuadro tecnico, sino se hubiera ido al irse rey, y tambien se que ha detectado grandes faltantes en el Ministerio, es cosa de hablar con ella. Es muy capaz, pero muy seria, no habla mucho.
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