En nuestro país, los amigos de la medianía y la ambigüedad, condenan a las interceptaciones telefónicas que nos han permitido descubrir a toda una red de corruptos que, desde sus altos cargos en el gobierno, se estaban enriqueciendo a costa de la pobreza de millones de peruanos. La campaña de sensiblería se ha iniciado con fuerza. Esta mañana escuchaba, primero en CPN Radio con Víctor Andrés Ponce y luego en RPP con Raúl Vargas, al individuo de nombre Rómulo León Romero, quien luego de colaborar con su padre en una serie sistemática de actos de muy probable corrupción pretende hacerse pasar por un cristiano que viene sufriendo las injustas consecuencias de un escándalo.
De tal palo tal astilla diría el proverbio antiguo y sabio.
La evidencia de la campaña mediática para mejorar la imagen de este sujeto y de su hermana Luciana León se hizo evidente cuando el mismo Rául Vargas le dijo que para qué había llamado a la radio, ante lo cual el sujeto Rómulo León Romero, sólo se le quedó balbucear.
Los pinchazos o chuponeos legales no se dan en nuestro país fundamentalmente por una falta de institucionalidad, por culpa de un Poder Judicial dependendiente del poder político. En otros países sí funcionan, por que hay instituciones. En ese sentido le presento dos artículos sobre el tema aparecidos en la prensa chilena:
Así se hacen los cuestionados piunchazos telefónicos legales
Escuchas telefónicas II
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