sábado, 8 de noviembre de 2008

Muere un obrero de construcción en Miraflores

En el estado de California, cinco millones de ciudadanos se preparan para la posibilidad que ocurra un terremoto de polendas, que destruya buena parte de las ciudades más importantes a pesar que en dicha jurisdicción existen normas que plantean serias exigencias en materia de construcción.
A raíz del terremoto cuyo epicentro estuvo en Pisco, Ica, diversos especialistas nos indicaron que Lima podría ser escenario de un gran terremoto, pues hay altas posibilidades que en un futuro sea epicentro de un sismo de grandes proporciones.
Y en lugar de exigir más a las empresas de construcción en el diseño, cimientos y estructura de las edificaciones, pues simplemente se hace lo contrario. Un futuro sismo en Lima le dará la razón al Colegio de Ingenieros de Lima.
Ayer la muerte volvió a visitar las obras de construcción en la capital. Un obrero murió una vez más en Miraflores, distrito que tiene como alcalde al representante de Solidaridad Nacional Manuel Masías.
A que nivel estará llegando la indiferencia y la debacle de nuestra sociedad que ya no interesan las muertes de compatriotas en las pistas y en las obras de construcción civil. Ministros y alcaldes siguen al frente de sus puestos como si nada, su incompetencia los hace culpables de la pérdida de vidas humanas, pero no pasa nada.

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