La presentación del Premier en el Congreso

Como si recién empezara el gobierno, el presidente del Consejo de Ministros solicita una "tregua". No entiende el Premier que no está en juego simpatías personales sino la marcha de la Nación. Y la crisis económica que se avecina, la corrupción generalizada y la incompetencia de más de un sector del gobierno, no merecen la tregua de la oposición.
No puede haber tregua, por ejemplo, si el propio Premier no respalda a su Ministra Carmen Vildoso en el despacho de la Mujer. Sometida a presiones del Partido Aprista, la Ministra Vildoso a la fecha no puede cambiar ni siquiera a los funcionarios de confianza, aquellos que le permitan trabajar en conformidad a su propio estilo. Si esta actitud va a permanecer así, la obtención del voto de confianza de parte del Premier Simon será simplemente la confirmación de parte del Congreso a un gabinete sin figuras descollantes, que está pintado en la pared y del cual no se debe esperar nada sustancial, en momentos en el cual el país requiere de medidas profundas para garantizar la gobernabilidad. El gabinete actual terminará así pareciéndose mucho al anterior gabinete que hizo de la inercia la base de su política.
Los nuevos ministros, en general, tienen problemas para hacer los cambios que se requieren. Más de uno estaría siendo sometido a presiones políticas. El APRA juega al "apoyo" de la boca para afuera, pero está en plena dinámica obstruccionista. Es su estilo, así que no nos sorprende. Lo sorprendente es que los partidos opositores caigan tan fácilmente en este juego desestabilizador que proviene del más alto nivel del propio gobierno.
Alan García juega a ganar tiempo y a desviar la atención. Pareciera ignorar que ya perdió la confianza de la mayoría de la ciudadanía y que esta ve que la corrupción generalizada es el principal problema de este gobierno.