martes, 21 de octubre de 2008

La Universidad no es un negocio

En nuestro país proliferan más de 80 universidades, ni una de excelencia, con una gran proliferación de mediocridad lo cual nos convierte en un país vulnerable en plena sociedad del conocimiento. Por otro lado tenemos como Ministro de Educación a un personaje que, como José Antonio Chang, prioriza los equipos de fútbol por sobre la calidad académica en la misma universidad de la que fue rector, es decir la Universidad San Martín de Porres.
Fue durante el primer gobierno del APRA en que la educación primaria y secundaria se deterioró a niveles que aún permanecen. Y fue con el fujimorato que se dieron leyes que convirtieron a la Universidad peruana en unidades de negocio. Por eso reproducimos esta entrevista, realizada a John Sexton, presidente de la Universidad de Nueva York, en la cual indica, sin medias tintas, que "una gran universidad no puede ser vista como un negocio". Es necesario leerla pues la gigantesca corrupción existente se hará sostenible con ciudadanos pésimamente formados en un sistema universitario que, como el peruano, no está a la altura de las exigencias de un mundo competitivo y globalizado.

"John Sexton gesticula con el mismo entusiasmo con el que habla de la Universidad como un "bien público". En un tiempo en el que de la educación superior se habla en términos de eficiencia, de su obligación de revertir beneficios cuantificables a la sociedad, el presidente de la Universidad de Nueva York (Sexton, de 66 años, lo es desde 2001) habla de pasiones, de centros que formen a los alumnos, no sólo en una disciplina, sino para tener "una buena vida", de la Universidad como "la mejor esperanza para llevar a la sociedad, a la vida de la gente, la inteligencia y el entendimiento".
"Demasiados alumnos buscan en su educación metas a corto plazo"
Sexton viajó a Madrid recientemente porque la universidad neoyorquina celebró su 50 aniversario en Madrid con un programa en el que los alumnos pasan un semestre o un año en España. La Universidad de Nueva York, privada, es una de las mejores del mundo según las clasificaciones internacionales, está en mitad de un proyecto para convertirse "en una red global". Ya tiene campus en Argentina, China, Francia, Ghana, Reino Unido, Italia y Chequia; está a punto de abrir otros en México, Emiratos Árabes e Israel; y se está planteando crear otro campus más en Madrid. "Queremos hacer un modelo distinto de institución que no esté atada a un solo sitio -el mundo de las ideas y el talento es móvil-, porque si estás en un solo sitio vas a perder muchas cosas", dice.
Una universidad en los cinco continentes para un mundo globalizado. "El siglo XXI será el del conocimiento", en el que los motores de finanzas, los seguros y los bienes inmuebles serán sustituidos por la "inteligencia, la cultura y la educación".
Pero advierte de algo "que muchas veces los políticos pierden de vista": que esa sociedad del conocimiento no estará basada sólo en la ciencia y la tecnología, sino también en "las humanidades, las ciencias sociales, los escritores, los poetas, los artistas, los músicos...".
Sexton habla de la Universidad como una inversión a largo plazo -"es muy difícil que los políticos hagan inversiones a largo plazo, porque no dan votos a corto plazo", se queja-, y dice que así tendrían que verla los alumnos: "Demasiados buscan en su educación metas a corto plazo". Recurre a una anécdota para explicarlo. Su hija le mandó un email pidiéndole consejo porque en "el trabajo de sus sueños" se gana poco dinero. "Pero no quiero el discurso de 'persigue tus pasiones', quiero un consejo de mi padre el práctico", le escribió ella. Él contestó: "Éste es un consejo de tu padre el práctico: persigue tus pasiones. Porque si las sigues, no sabes dónde te llevarán, pero seguro que será a una vida feliz, seas rica o pobre".
Cuando se le pregunta por las universidades europeas, Sexton habla de los puntos fuertes del sistema estadounidense, al que se acerca el nuevo modelo europeo -la diversidad lleva a la competencia y ésta a la excelencia, dice-, pero advierte de que en EE UU está fallando el acceso "para todos basado en el talento". Tradicionalmente, Europa ha prestado menos atención en el primero, pero Sexton dice que nunca hay que perder de vista el tema del acceso.
Cuando se le habla de la necesidad, manifestada por la ministra española de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, de atraer fondos privados a la Universidad para poder alcanzar esa excelencia, Sexton se pone muy serio. "Ha habido un pernicioso cambio en la concepción de la Universidad. Ha pasado de considerarse un bien público a un bien privado", se queja, y EE UU llevó a aumentar muchísimo el precio de las matrículas incluso en los campus públicos. Y se queja de la falta de becas competitivas pagadas por las Administraciones que permitan a la gente más capaz estudiar gratis en la universidad que elija.
En España la situación es diferente. No está en cuestión el precio de las matrículas, sino la necesidad de atraer financiación de empresas privadas para hacer una universidad excelente. "¡Pero es lo mismo!", contesta. "Se trata de ver la Universidad como un bien público, no un bien privado. Si trasladas la responsabilidad al sector privado, ellos no responderán. En la zona del Golfo Pérsico, hay líderes que intentan crear un sistema universitario con un modelo de negocios: ellos invierten pero quieren sus retornos cuantificables. Eso está condenado al fracaso, porque ninguna universidad de primera línea, ninguna gran universidad puede tener éxito como un negocio. La Universidad de Nueva York es la universidad privada de mayor tamaño de EE UU y somos un fracaso como negocio, perdemos dinero todos los años", afirma."

Tomado del diario El País.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Considero que el debate debe partir del rol de la educación en el desarrollo nacional.

Si se analiza desde una perspectiva privada, la evidencia parece sugerir que los promotores promueven las universidades más como un fin que como un medio. El objetivo no es social, sino estrictamente económico. Si el objetivo privado es el de "maximizar el nivel de consumo" (de los propietarios), entonces se colige que las decisiones estarán guiadas por dicho interés y orientadas a alcanzar dicho objetivos.

Desde una perspectiva no privada, la eduación es un medio. Un medio para alcanzar las políticas de desarrollo. Penosamente, muchos políticos no asumen esta responsabilidad por que, como bien señala el autor, las decisiones orientadas a obtener "beneficios" (sociales) de largo plazo, no promueven votos de corto plazo.

En este punto, de aparente paradoja, surgen los esfuerzos privados, supliendo la inacción de los esfuerzos públicos. Se hace evidente la contraposición de objetivos frente a un mismo tema.

Una de los resultados mas evidentes es que casi ninguna institución universitaria privada promueve esfuerzos consistentes y permanentes en el tema de investigación. Son muy contadas las universidades privadas que puedan exhibir algún aporte significativo al desarrollo de la ciencia.

La solución no es fácil, pero debe pasar por que el estado asuma su rol, proponiendo instituciones de altísima calidad, donde la investigación (con el auxilio privado) sea una de la piezas fundamentales.

... Mientras tanto... las universidades privadas siguen estafando a los alumnos, creyendo y haciendo creer que una "buena universidad" consiste en tener un local muy bonito y acogedor (generalmente administrado por tiranuelos que hace mucho han olvidado que la universidad es un lugar de discusión de ideas).

¿Y el ministro de educación?... Bien gracias, preocupado de sus negocios inmobiliarios y monitoreando la USMP que se la apropió con leguleyadas.

MANGA DE SINVERGUENZAS!!!

QUE SE VAYAN TODOS!!!
QUE SE VAYAN YA!!!!

Eduardo dijo...

Estoy de acuerdo con la posición expresada en este post.

Prueba de que la educación en el Perú es ante todo un negocio es que, en las universidades privadas (y lo digo siendo yo alumno de una unversidad privada), las vacantes para las distintas carreras están en función de las ilusiones de los postulantes antes que de acuerdo con las necesidades reales del país.

Por otro lado, no sé cómo sea la situación en facultades de otras carreras (probablemente también ocurra), pero, como estudiante de ingeniería de sistemas, he tenido compañeros que, estando por terminar la carrera, no tienen la base necesaria en ciertos temas que forman parte del bagaje que debe llevar consigo un profesional de la carrera.

En tercer lugar, más lastimoso aún es que, cuando se les pide aplicar dichos conocimientos para realizar algún trabajo, recurren a comprar un trabajo ya hecho. Y no es uno, no son dos. Son muchos. Si en el país, la educación universitaria fuese seria, estos casos se detectarían con facilidad. Es más, se haría un esfuerzo consciente para que no ocurra.

Y, finalmente, discúlpenme por salirme un poco por la tangente (y por la pésima redacción). Pero creo que el problema que he expresado está relacionado con el problema planteado en el post original: el hecho de que la educación es, ante todo, un negocio.