jueves, 9 de octubre de 2008

Oficina Nacional Anticorrupción fue desactivada cuando empezó investigación de lotes petroleros

Un estado cleptocrático es aquel en que se coluden los poderes principales para medrar, para robar los recursos del país. Un estado cleptocrático es un Poder Ejecutivo capturado por pésimos empresarios e intereses económicos, un Poder Judicial que favorece la corrupción, un Poder Legislativo que es una alfombra del gobierno, un Poder Mediático que entrevista con docilidad, una oposición con temor de iniciar una investigación a fondo y estudios de abogados, de corbata italiana y casimir inglés, que se dedican a dar el marco legal a lo ilegítimo.
¿Estamos asistiendo al renacimiento de un estado cleptocrático?
Alberto Fujimori fue un sujeto que, en conjunto con Vladimiro Montesinos, organizó el Estado para robar. El Perú, durante la década del 90 fue un Estado Cleptocrático y así lo confirma la misma Transparencia Internacional que coloca a Alberto Fujimori entre los 10 gobernantes más corruptos de todos los tiempos.
En estos días vemos y padecemos al presidente Alan García hablar, hablar, hablar, hablar, hablar y no hace nada concreto, perdón, hace cosas concretas pero en favor de la corrupción. Ha desactivado a la Oficina Nacional Anticorrupción, le quitó presupuesto a la Contraloría General de la República, le dio la jefatura de los procuradores a un sujeto con indicios de vínculos con el narcotráfico, se alió con los fujimontesinistas, se opuso hasta donde pudo a que Fujimori sea extraditado, no ha sancionado a los que robaron la noche del terremoto con el SIS, tampoco ha sancionado a los culpables de las malas compras de patrulleros y ambulancias, malbaratea los terrenos del Estado en ventas fraudulentas que -como el Aeródromo de Collique- deben revertirse y volver al patrimonio del país, eycétera, etcétera. El día de hoy, por ejemplo, en su columna del diario El Comercio, Fernando Vivas indica que la ONA fue desactivada justo cuando iba a investigar el tema petrolero.
La perla que nos hace sospechar que hemos vuelto a un Estado corrupto no es la sobreactuación de Alan García que alertó a Rómulo León Alegría para que se fugara sino la forma como en la actualidad se viene tratando el caso. El juez "anticorrupción" Jorge Barreto, no ha permitido que se desecerrajen 5 lugares donde podría estar oculto el corrupto y ladrón (Jorge del Castillo dixit) Rómulo León Alegría. Es decir el juez Jorge Barreto es funcional a la corrupción como parte de un Poder Judicial controlado por el Partido Aprista.
Claro, esto puede suceder en un país donde el Congreso no cumple con su labor. Donde el gabinete acude a "rendir cuentas" no sobre un pliego interpelatorio sino a responder lo que se les da la gana. Un Congreso que con Javier Velásquez Quesquén acude a Palacio de Gobierno a recibir instrucciones de Alan García, el cual demuestra que no respeta la independencia de poderes con lo cual se convierte en el principal responsable de la crisis actual.
¿Qué opinan ustedes? ¿Ha renacido el estado organizado para robar como en los días de Fujimori?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo con lo expresado.

Es una pena que estemos pasando por esta situacion, por culpa de los miserables que entran a hacer politica.

Ojala sea este el momento en que se acaben los Politicos de siempre.

Que los viejos zorros de la politica de siempre se vayan a su casa.