Institucionalidad, cuántos abusos se cometen en tu nombre
Escrito por: Juan Sheput
En 1793, cuando se encontraba
frente a la guillotina, Madame Roland pronunció las célebres palabras “¡Oh
libertad, libertad, cuántos crímenes se cometen en tu nombre!”. Lo dijo pues
ella misma era víctima del régimen del
Terror, en el cual, cuanta persona se opusiera o fuera sospechosa de
atentar contra la libertad ciudadana era condenada por la asamblea de la
revolución francesa a ser decapitada.
Juego con las palabras de la
heroína revolucionaria para señalar cómo en nombre de una falsa
institucionalidad se cometen una serie de abusos que, en forma injustificada,
pretenden descalificar a las personas logrando así consolidar un lamentable
régimen caudillista que sigue destruyendo nuestro conjunto de partidos.
El presidente Humala y algunos de
su entorno cortesano han señalado que no le corresponde a la congresista
Marisol Espinoza presidir el Congreso. No le corresponde porque generaría
problemas a la institucionalidad e
impediría dar paso a otra congresista, Ana María Solórzano, elegida en el
marco, también, de la institucionalidad. Está mal informado el presidente pues no
es así, como tan ligeramente señala.
Si el presidente Humala en
realidad apoyara a la “institucionalidad”, pues sería respetuoso de la decisión
de su bancada de elegir a la congresista Marisol Espinoza como candidata a la
presidencia del Congreso. Si durante el año de su gestión el presidente Humala tuviera
que viajar, pues la señora Espinoza cedería su puesto a la primera
vicepresidencia del Parlamento y no pasaría nada, en absoluto, pues para eso
hay una Constitución y un conjunto de reglas de juego protocolares. No es como
dice el presidente que la separación de poderes estaría en peligro. No es así.
En el Perú hay un pleno consentimiento en que la democracia es el menos malo de
los regímenes y por eso hay conciencia de aceptarla y protegerla.
Imposiciones y caprichos negados que
van en contra de esa línea sí afectan a la institucionalidad y, por extensión a
la gobernabilidad. De allí que la candidatura que él promueve, de la señora
Solórzano, haya generado una corriente
contraria en su propia bancada. En ese sentido no existe posición contra dicha
congresista en términos personales sino reconocimiento mayoritario que hay
otros parlamentarios con capacidad de generar mayores consensos como los hechos
vienen demostrando.
Igualmente si el presidente en verdad
cree en la institucionalidad debería
entender que es necesaria una investigación profunda tanto a su expremier
Cornejo como al entorno de funcionarios públicos que permanecen en el gobierno
y que estarían involucrados en el caso Helios. La renuncia, en estos casos, no
es suficiente.
Juan Sheput
Artículo publicado en Exitosa Noticias
No hay comentarios:
Publicar un comentario