jueves, 17 de junio de 2010

Entre el libro de Abimael y el video "explosivo" de San Marcos

Quiero empezar comentándoles mi convencimiento que la Universidad debe ser un espacio de estudio, investigación, reflexión, crítica, análisis y debate de ideas. Ese es su núcleo y ello tiene que promoverse. Creo firmemente que la debacle de la sociedad peruana se debe, en gran parte, a que el sistema universitario peruano se ha convertido en un lugar de recreo, de esparcimiento, en donde el rigor académico es un bien escaso y donde la ausencia de política es una forma equivocada de entender a la academia.
El video, explosivo por su difusión mediática, en el cual se ve a un grupo de personas lanzando consignas senderistas es, que duda cabe, un elemento a ser investigado, por lo que significó para nuestro país la tragedia que trajo el terrorismo. Pero de ninguna manera debe ser utilizado para destruir la imagen de San Marcos, promover intervenciones, o tratar de sacar réditos políticos a partir de una maquiavélica generalización de un hecho que es a todas luces singular.
Conozco a más de un profesor sanmarquino y a muchos de sus alumnos dedicados vivamente a sus estudios y a la defensa ardorosa de sus ideas, todo lo cual se enmarca en un ejercicio democrático, de acuerdo a la tradición de la universidad decana de América. No se debe caer en el ejercicio fácil de acusar y señalar como terroristas al conjunto de una universidad que ha hecho grandes esfuerzos para recuperar su muy bien ganado prestigio en el ámbito académico.
Por ello me alegra escuchar, en medio de la retórica y la demagogia presidencial, voces sensatas como la del señor ex rector de San Marcos, el Dr. Manuel Burga, y del ex presidente Alejandro Toledo, los cuáles han reaccionado con cabeza fría a lo que es una expresión aislada que no debe agigantarse pues favorece a sus promotores. San Marcos no es el grupúsculo que lanzaba vivas a Abimael. San Marcos es la comunidad universitaria que se esfuerza por ser mejor.
Más bien los terroristas deben estar agradecidos con los medios de comunicación que lanzan titulares irresponsables señalando que San Marcos ha sido tomado por los senderistas. Estoy seguro que los individuos que lanzaron sus arengas a Guzmán no pensaron jamás en tener tanta publicidad y difusión como la tienen ahora. No es primera vez que el gobierno comete un acto tan torpe. Ya antes un libro de Abimael Guzmán Reynoso fue ingenuamente publicitado por el ex ministro Aurelio Pastor.
Más cabeza fría y menos emoción. Esa es la forma de enfrentar asuntos como el video explosivo de San Marcos.

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