jueves, 12 de junio de 2025

Puerto y Aeropuerto: entre la gerencia y el caos

 Puerto y Aeropuerto: entre la gerencia y el caos

Luego de siete meses ha culminado la “marcha blanca” del Megapuerto de Chancay de la empresa Cosco Shipping. Empezó a inicios de noviembre del año pasado y luego de garantizar que los sistemas que conforman el proyecto interactúen entre sí de acuerdo con el diseño, planificación y requerimientos de los usuarios internos y externos, en lo que se conoce también como el “comisionamiento de prueba”, esta espléndida obra de ingeniería ha quedado expedita para el inicio oficial de operaciones este primero de junio.

Las pruebas han sido reales, incrementando progresivamente   los sistemas y procesos involucrados. Los riesgos así se minimizan y se corrigen los errores evitando en lo posible percances que, de ocurrir en la operación, podrían ser críticos. El ecosistema que rodea al puerto, aún pendiente de ejecutar, es responsabilidad fundamentalmente del gobierno. La gerencia del puerto, conformada en su núcleo por marinos de nuestro país, ha actuado muy eficientemente, agregando otro galardón a la ya reconocida excelente capacitación existente en nuestra Marina de Guerra del Perú.

El mismo primero de junio entra en operaciones también otra megaestructura, que al igual que el puerto es un sistema complejo de ingeniería: el nuevo aeropuerto internacional Jorge Chávez del concesionario Lima Airport Partners (LAP).  La principal y lamentable diferencia es que la “marcha blanca” del aeropuerto ha sido de solo 15 días, medio mes, con pruebas que no involucran a los usuarios (pasajeros, personal de aerolíneas o del propio aeropuerto) ni siquiera en mínimos adecuados. No se han probado los sistemas en paralelo en porcentajes de funcionamiento críticos. Tampoco se han realizado incrementos paulatinos que permitan llegar a un nivel de estrés de todos los componentes que garanticen, a partir del ensayo, un comportamiento adecuado. En la noche del 31 de mayo se hará una mudanza de componentes tan solo horas antes del inicio total de operaciones. Algo absolutamente irresponsable en la implementación de proyectos de cualquier tipo, con mayor razón en proyectos de esta envergadura.

Desde el año pasado he recomendado que no empiecen las operaciones mientras no se haga una prueba completa de los componentes del aeropuerto tanto de infraestructura, tecnología, recursos humanos, pasajeros y acceso. Sin embargo, se continúa adelante. Sin ánimo de alarmar, pero si de advertir, actuando así se incrementan las posibilidades de riesgo. Es lo que sucede cuando se celebra o privilegia la inauguración y no el correcto funcionamiento. Es lo que pasa cuando no se tienen autoridades competentes ni una sociedad civil que desde la academia o los colegios profesionales se atrevan a ir en contra del consenso complaciente. En materia de gestión del riesgo nunca está demás levantar la voz e ir en contra de la corriente.

Ing. Juan Sheput

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