sábado, 2 de agosto de 2014

Institucionalidad, cuántos abusos se cometen en tu nombre

Institucionalidad, cuántos abusos se cometen en tu nombre 
Escrito por: Juan Sheput

En 1793, cuando se encontraba frente a la guillotina, Madame Roland pronunció las célebres palabras “¡Oh libertad, libertad, cuántos crímenes se cometen en tu nombre!”. Lo dijo pues ella misma era víctima del régimen del  Terror, en el cual, cuanta persona se opusiera o fuera sospechosa de atentar contra la libertad ciudadana era condenada por la asamblea de la revolución francesa a ser decapitada.
Juego con las palabras de la heroína revolucionaria para señalar cómo en nombre de una falsa institucionalidad se cometen una serie de abusos que, en forma injustificada, pretenden descalificar a las personas logrando así consolidar un lamentable régimen caudillista que sigue destruyendo nuestro conjunto de partidos.
El presidente Humala y algunos de su entorno cortesano han señalado que no le corresponde a la congresista Marisol Espinoza presidir el Congreso. No le corresponde porque generaría problemas  a la institucionalidad e impediría dar paso a otra congresista, Ana María Solórzano, elegida en el marco, también, de la institucionalidad. Está mal informado el presidente pues no es así, como tan ligeramente señala.
Si el presidente Humala en realidad apoyara a la “institucionalidad”, pues sería respetuoso de la decisión de su bancada de elegir a la congresista Marisol Espinoza como candidata a la presidencia del Congreso. Si durante el año de su gestión el presidente Humala tuviera que viajar, pues la señora Espinoza cedería su puesto a la primera vicepresidencia del Parlamento y no pasaría nada, en absoluto, pues para eso hay una Constitución y un conjunto de reglas de juego protocolares. No es como dice el presidente que la separación de poderes estaría en peligro. No es así. En el Perú hay un pleno consentimiento en que la democracia es el menos malo de los regímenes y por eso hay conciencia de aceptarla y protegerla.
Imposiciones y caprichos negados que van en contra de esa línea sí afectan a la institucionalidad y, por extensión a la gobernabilidad. De allí que la candidatura que él promueve, de la señora Solórzano,  haya generado una corriente contraria en su propia bancada. En ese sentido no existe posición contra dicha congresista en términos personales sino reconocimiento mayoritario que hay otros parlamentarios con capacidad de generar mayores consensos como los hechos vienen demostrando.
Igualmente si el presidente en verdad cree en  la institucionalidad debería entender que es necesaria una investigación profunda tanto a su expremier Cornejo como al entorno de funcionarios públicos que permanecen en el gobierno y que estarían involucrados en el caso Helios. La renuncia, en estos casos, no es suficiente.

Juan Sheput
Artículo publicado en Exitosa Noticias

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