domingo, 6 de octubre de 2013

El próximo fallo de La Haya ¿puede cuestionarse?

El siguiente es un artículo publicado en Diario 16 el pasado miércoles 2 de octubre. En él cuestiono la pasividad local, por no decir resignación, a asumir el resultado que dicte La Haya cual dogma de fe. Se señala que el fallo debe respetarse y el presidente Humala, seguramente empujado por sus "asesores", se apresura a decir lo mismo. No sabe el presidente que en la historia de los fallos de La Haya ha habido una serie de cuestionamientos, solicitudes de revisión y, por supuesto, no acatamientos. Inclusive el periodo de aceptar un fallo de la Corte Internacional y ponerlo en práctica en algunos casos ha durado decenas de años. Si el próximo fallo de La Haya es cuestionable o no favorece nuestros intereses de manera exagerada ¿debemos acatarlo? En todo caso esta situación amerita una discusión y debate local.
El fallo de La Haya y política local
Una noticia aparecida en Chile respecto a la fecha en la cual podría darse el fallo sobre el diferendo marítimo entre Perú y Chile señalaba que podría ser en Enero del próximo año. Era un beneficio político de la Corte Internacional de Justicia de La Haya para Chile en vista que, de darse el fallo en los próximos meses, podría coincidir con las elecciones en dicho país.
La noticia fue desmentida en el  Perú en forma oficial (la Canciller) y extraoficial (el ex Canciller). Y ambos aprovecharon para señalar la buena disposición de Chile y el Perú para cumplir con el fallo. No faltaron las voces entusiastas que indicaban que lo que disponga  La Haya se tiene que acatar pues de lo contrario nos convertiríamos en parias. Pues no es así. Colombia está demostrando una actitud firme en contra del fallo que lo perjudica en su diferendo con Nicaragua y no es el primer país que se opone a lo que dispone la Corte Internacional. Ignoro las razones por las que se dice en nuestro país que el fallo no admite discusión, cuestión que es aceptada también por la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso de la República.
Estados Unidos se ha negado a cumplir las órdenes del tribunal en dos oportunidades. En la década de los 80 no pagó la indemnización a Nicaragua por minar la bahía de Managua. En los noventas ejecutó a un ciudadano alemán al cual La Haya le indicó no lo hiciera.  Más antes, en 1973, Francia desacató un fallo del tribunal que le ordenaba no hacer pruebas nucleares en el Pacífico.  En la misma década Islandia no acató un fallo que le ordenaba disminuir una zona de pesca que perjudicaba a Inglaterra.  Años después conciliaron. El conflicto entre Chile y Argentina que La Haya falló a favor de Chile en relación a la soberanía de tres islas no fue reconocido por Argentina. Fue el  Vaticano quien medió solucionando el impasse.
Pero también es muy común que los países no cumplan de inmediato los fallos de la Corte Internacional. Una disputa entre Albania y Gran Bretaña por los estrechos de Corfú resuelta en 1949 a favor de los albaneses fue recién acatada por Gran Bretaña en 1992. En tiempos más actuales Nigeria tardó más de diez años en acatar una resolución que favorecía a Chad. Y si miramos los tiempos actuales, Colombia está planteando recursos de revisión sobre el fallo que favorece a Nicaragua aunque es necesario señalar que en la historia de la Corte se han planteado tres recursos de revisión y, por diversas razones, ninguno ha prosperado. En Colombia se lamentan haber tenido una posición resignada, ausente de política, en los días previos al fallo de La Haya. Hoy reaccionan sobre la base de hechos consumados contra un fallo que les es negativo.
Así que los escenarios post fallo de La Haya son diversos y no es, como algunos quisieran, único. Todo dependerá, en particular por las implicancias económicas, quien se puede ver más afectado. Aunque hay una gran diferencia entre Chile y Perú. Nuestros vecinos hacen política y cabildeo internacional.  Nosotros nos limitamos a decir que sea cual sea el fallo, se acatará, al igual que en el siglo XIX, con gran ingenuidad.


Juan Sheput 

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