Indulto, reconciliación nacional
y víctimas
Ayer ha culminado una etapa más
del camino que se tiene que recorrer en la búsqueda de un cupo para el Mundial
de Fútbol. Más allá del resultado, ha acabado un elemento de distracción y la
ciudadanía vuelve a poner sus ojos sobre la realidad. Siendo así, observamos
una serie de hechos que como La Haya, el debate sobre determinadas reformas,
los problemas de inseguridad y reglaje o
la negativa del indulto al expresidente Alberto Fujimori permanecen en la agenda pública, exigiendo de
nuestra clase política la mejor de sus actitudes.
En esta oportunidad me ocuparé
del indulto negado al expresidente Alberto Fujimori. A pesar de los deseos del
gobierno de llamar a este hecho un “tema cerrado”, el realismo político nos
permite aseverar que no es así. Los partidos no claudican en sus deseos de ver
liberados de problemas a sus líderes políticos. Si bien es cierto el
expresidente Alberto Fujimori es un condenado, también es cierto que el indulto
por enfermedad es una posibilidad que el mismo presidente Humala se ha
encargado de dejar abierta durante un mensaje que buscaba explicar su decisión
a la sociedad. Las mejoras carcelarias y la eventualidad de volver a estudiar el caso, son elementos concretos de un
mensaje presidencial que buscaba, en el
verbo y no en el gesto, ser
conciliatorio. Es lamentable que ante dicha señal el fujimorismo reaccione con
exagerada agresividad y con algunos insultos, cuestión inaceptable que afecta
el debate e intoxica el necesario intercambio de ideas.
El Perú necesita de una
reconciliación. De repente ahora no es el momento, pero debemos marchar hacia
ello. Esto no significa que los partidos dejen de ser frontales o adversarios sino que la polémica
se desarrolle bajo un ambiente civilizado propio de una democracia que se
quiere consolidar. Pero para llegar a esta reconciliación es imprescindible
tomar en cuenta a las víctimas de los crímenes de Estado. Es una realidad que
no se debe soslayar. El fujimorismo debe hacer un análisis serio y entender que
el tema del perdón y el arrepentimiento no constituye, de ninguna manera, una
humillación, sino una actitud que lleva a la reconciliación pues toma en cuenta
a las víctimas, personas inocentes que como se demostró en el juicio, murieron por balas de quienes se supone
deberían defenderlos.
El indulto es una complicada
ecuación que tiene entre sus variables al gobierno, al fujimorismo y a las
víctimas mencionadas. No se puede llegar a una solución definitiva sin tomar en
cuenta a todas ellas. Aunque superficialmente, considero que el presidente
Humala se ha referido a la variable víctimas al hablar del arrepentimiento que dice no
haber visto en el comportamiento del expresidente Fujimori. Habría sido, en
todo caso, mejor que el presidente
hablara de manera más directa. Pero el fujimorismo ha tomado este pedido como
una ofensa, craso error, pues si bien es cierto hay dolor e indignación en la
familia del señor Fujimori también lo hay en aquellos que han perdido a padres
o hijos como consecuencia de una política de gobierno completamente equivocada.
Es momento de pensar en las
posibilidades de la reconciliación nacional. Y en ese proceso la reflexión atribuida a Albert Einstein “no esperes distintos resultados si sigues
haciendo lo mismo” puede ser un excelente insumo.
Juan Sheput
Este artículo ha sido publicado hoy en Diario 16
2 comentarios:
Sheput, no nos engañas. ¿Ya dices Sr. al "asesino"?. Políticos como tú disfrutan del poder y arruinan Perú. Llaman a Fujimori a que lo arregle y luego le encarcelan para disfrutar de nuevo. Hoy, otra vez Perú en declive y llamas Keiko. La misma jugada.
Sheput, no nos engañas. ¿Ya dices Sr. al "asesino"?. Políticos como tú disfrutan del poder y arruinan Perú. Llaman a Fujimori a que lo arregle y luego le encarcelan para disfrutar de nuevo. Hoy, otra vez Perú en declive y llamas Keiko. La misma jugada.
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