miércoles, 22 de agosto de 2012

Dennis Jett is right


El siguiente, es el artículo publicado hoy por el suscrito en Diario 16. Es a propósito de las recientes declaraciones del ex embajador de Estados Unidos  en el Perú, Dennis Jett, en Ideele Radio, sobre el gobierno de Ollanta Humala:

Dennis Jett is right
El ex embajador de Estados Unidos en el Perú Dennis Jett acaba de señalar en entrevista radial que el presidente Ollanta Humala sigue el modelo del expresidente de Brasil Inazio Lula Da Silva. Por los hechos recientes todo parece indicar que el funcionario norteamericano  tiene razón. El gobierno del presidente Humala se parece mucho al de Lula en el uso indiscriminado de programas sociales con propósito asistencialista; también en la forma como se ha subordinado a la  economía que hasta le impone  media docena de ministros   y, por lo observado en diversos medios de comunicación durante el fin de semana, en la corrupción que ya se ha forjado un sólido perfil propio en la actual administración.
Recientes informes dan cuenta de la vulnerabilidad de la economía brasileña. Economistas destacados como Sebastián Edwards indican que compararse con el “gigante” brasileño es consuelo para los que gustan de competir en las ligas menores. Brasil, de seguir así, será simplemente una ilusión pues sus indicadores de competitividad, innovación, industria del conocimiento, están en el rango de lo promedio y sigue sustentando su crecimiento en su notable mercado interno. Otra parte, se ampara en productos sin valor agregado como la soja o la caña de azúcar para la producción de etanol. El petróleo es otra fuente de ingresos. Es decir, al igual que nosotros, Brasil crece en base a su economía primario exportadora, vulnerable y poco sostenible por definición.

Al embajador Dennis Jett le faltó decir en su entusiasta entrevista que el gobierno peruano también se parece al de Brasil en su irrespeto por la Amazonia. El largo conflicto entre indigenistas y ecologistas contra el gobierno de Dilma Rousseff a raíz de la construcción de la hidroeléctrica de Belo Monte, sobre el río Xingú, acaba de tener una respuesta histórica. La justicia brasileña ha revocado la licencia de la megahidroeléctrica proyectada para ser la tercera más grande del mundo, luego de Tres Gargantas en China e Itaipú entre Brasil y Paraguay. El golpe para la presidenta Rousseff y sus planes energéticos ha sido muy duro, razón por lo cual es necesario mirar hacia adentro para saber cual va a ser ahora la estrategia de Brasil.
Mirar hacia adentro significa concentrarnos en la próxima visita de la presidenta brasileña al Perú. Como se sabe dentro del Acuerdo Energético Perú Brasil, firmado durante el gobierno de Alan  García, se contempla la construcción de una represa hidroeléctrica sobre el cauce del río Inambari, para lo cual, en territorio peruano se tendrían que inundar decenas de kilómetros de carretera Interoceánica, desplazar a poblaciones enteras y lo más grave: acabar con una reserva ecológica patrimonio de la Humanidad.
¿Podrá hacer Dilma Rousseff en el Perú lo que la justicia de Brasil no le permite en su país? Habrá que estar atentos para ver hasta qué punto el nacionalismo peruano ha sufrido la transformación “mais grande do mundo”.

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