Considero que lo único que se ha ganado con las renuncias de Alberto Otárola y Daniel Lozada es un poco de oxígeno para un gabinete que ya está moribundo. No sólo porque los ministros renunciantes sean personas de la absoluta confianza de Oscar Valdés sino porque este último como Premier ha estirado la situación al límite que hemos tenido hasta las últimas horas.
Oscar Valdés no debe continuar en el cargo. El presidente lo mantendrá unos días o semanas más pero ya está de salida porque se ha debilitado, ha dejado de tener peso politico, la gravitación necesaria para ser un interlocutor válido del gobierno. Los frentes sociales que están protestando a nivel nacional desde Paita hasta Tacna, pasando por Madre de Dios, Cusco o Cajamarca no lo reconocen como intermediador político y más bien lo señalan como responsable del entrampamiento. Los conflictos se han agravado desde que él está en el premierato.
Oscar Valdés es el principal responsable que no haya articulación entre la bancada oficialista y el gobierno, se ha enfrentado sin tino a personas que piensan distinto de él en su propia agrupación, ha hecho de los consejos de ministros simples remedos en que la discusión y la reflexión son ahogadas por una supuesta virtualidad que no es otra cosas que intercambio de correos electrónicos. No hay posibilidades que la situación que atraviesa el país mejore con él como Presidente del Consejo de Ministros. Hoy día mismo, en horas de la mañana, hizo una petición digna del gobierno nefasto de Fujimori y Montesinos, pidió que los congresistas votaran a título personal, según "su conciencia", es decir no respetó la disciplina partidaria fundamento de la democracia. Lo mismo hizo la dupla nefasta en los 90 sembrando de topos a la representación nacional.
Se requiere de otro perfil para la presidencia del Consejo de Ministros. A pesar de su importancia, el Perú no se agota en Conga ni esta es el eje de las inversiones. Quiénes lo defienden y sólo piensan en el sector minero están olvidando que las protestas hoy abarcan desde salud hasta educación, mineros informales y legales, transportistas y agricultores, se han generalizado por la falta de criterio político del actual jefe de gabinete.
De permitir que Oscar Valdés siga en su cargo el presidente Humala debe saber que va a tener un premier disminuido sin capacidad para generar consensos ni acuerdos. Y eso, en estos momentos, eso es un grave problema.
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