Entre el peritaje y la decisión salomónica
Dice el relato
bíblico que en una oportunidad se presentaron ante el Rey Salomón dos mujeres reclamando la
maternidad de un niño. Salomón, sabiendo
que era una situación difícil, pidió que se partiera al niño en dos y que “se diera la mitad a cada madre”. La madre falsa aceptó de inmediato. La
verdadera se negó a seguir reclamando justicia con tal de que no cortaran por
la mitad a su hijo. Al ver ello, Salomón
ordenó entregaran el niño a esa mujer “pues había demostrado amor de madre”.
En sus estudios
iniciales el proyecto Conga ha señalado que requiere las 4 lagunas de la zona para su
emprendimiento minero. Sin embargo el peritaje internacional ha indicado que
para que el proyecto sea viable, basta con dos de las lagunas, pudiéndose
librarse a las otras 2 de su desaparición al ser destinadas como depósito de relaves. Como era de
esperarse, los empresarios han salido a
saludar esta medida por oportuna e impecable y lo han hecho con comunicados y
declaraciones. En contrario, los cajamarquinos ambientalistas han dicho que no.
Se ratifican en su posición inicial de respeto total por el medio ambiente y por el sistema
integrado que representan las cuatro lagunas.
Si estuviéramos
en un país desarrollado o en vías de serlo pero con visión de futuro, la
posición de los cajamarquinos sería respaldada por la mayoría de la población.
Pero como somos un país subdesarrollado y cortoplacista no vemos otra vía para
el crecimiento económico que no sean recursos naturales y extracción.
Se ha querido
encapsular el debate en torno al agua. Se dice que esta no es bebible y que
está contaminada. Los cajamarquinos jamás han dicho que beben el agua o que la
utilizan para el pastoreo. Defienden la integridad de la zona porque es un
ecosistema, un conjunto complejo de interacciones en el cual los bofedales, los
pantanos, las lagunas, la vegetación, la humedad, todo, en conjunto, juega un papel colectivo conformando lo que se
llama un sistema ambiental.
Un sistema es un
conjunto de interacciones que genera un comportamiento distinto al que podrían
tener cada uno de sus componentes por separado. Cada laguna por sí misma o cada
bofedal por sí mismo no generarían lo que todas las lagunas y todos los
bofedales podrían hacer en conjunto. Ese
sistema complejo ha sido desarrollado por la naturaleza durante millones de
años y es una megatendencia respetarlos por el bienestar de las futuras
generaciones.
Es falso que con
reservorios se vaya a tener más agua. Si fuera así pues en todas las
cabeceras de cuenca se habrían construido reservorios y se habría solucionado
la sed en el mundo. El tema no es el agua, es el ciclo del agua, con todo lo
que ello significa: humedad, nubes, lluvia, ríos, lagunas y no una piscina que
descargue líquido por unas cuantas tuberías.
El tema de fondo
es el desarrollo territorial a través de un adecuado ordenamiento territorial.
Debe haber en el Perú territorios libres de minería así como territorios
dedicados a la extracción minera. Y
entender que no se puede lograr la riqueza de unos, así sean 10,000
trabajadores a cambio de la desgracia y pobreza de otros. Allí radica la inclusión, la equidad y la
ética profesional.
Y digo ética porque
es penoso escuchar a gente que conoce
estos temas cambiando su posición de toda la vida a cambio de un puesto en el
gobierno. Cuando el conocimiento se utiliza para engañar o desinformar sin
escrúpulos, se incurre en una grave falta ética que por lo visto se está
convirtiendo en parte de la cultura nacional.
Juan Sheput
* Artìculo publicado el 25 de abril del 2012 en Diario 16
No hay comentarios:
Publicar un comentario