Dos noticias recientes aparecidas en la prensa local nos permiten asegurar que el lema "honestidad que hace la diferencia" sólo fue un slogan de campaña. En efecto, si algo está débil en la actualidad, es la ausencia total de una lucha frontal contra la corrupción. El gobierno de Ollanta Humala, en estos primeros 180 días, ha hecho todo lo posible para evadir esta promesa, haciendo que a la fecha no se pueda hablar de que existe una lucha efectiva contra este flagelo.
Y no estamos escribiendo respecto a qué pasó con Alexis, el hermano del presidente, ni de Omar Chehade, blindado por el propio presidente, sino que dos financistas de la campaña del presidente Humala se hayan convertido en ganadores de licitaciones con entidades del Estado. Una de ellas está vinculada no sólo al presidente, sino a la señora Nadine Heredia, pues fue la encargada de remunerarla con US$5,500 dólares mensuales a cambio de una "consultoría".
La empresa Peruana de Vigilancia, está ligada al Ministro de Transportes Carlos Paredes Rodríguez cuyo hermano José Paredes Rodriguez es uno de los propietarios de la misma. Leamos lo que dice el diario La República sobre este tema:
Peruana de Vigilancia pagó el 2008 y 2009 una asesoría de US$ 5,500 mensuales a la esposa del presidente Humala, Nadine Heredia. La hoy primera dama hizo un estudio de mercado para que la empresa ingrese al mercado limeño.
José Paredes también fue compañero de arma del Presidente en la Escuela Militar de Chorrillos. También figura en los registros de la ONPE, junto a su socio Eduardo Sobenes, como uno de los aportantes en la campaña de Gana Perú.
El otro caso ha sido denunciado el día de hoy por Perú 21 y también tiene que ver con otro financista de la campaña de Ollanta Humala, Juan Carlos Rivera Idrogo, uno de los aportantes de la campaña del mandatario, quien ha ganadoun millonario contrato con el Banco de la Nación.
Perú 21 dice lo siguiente:
El pasado 16 de enero, tras una serie de postergaciones, el Banco de la Nación (BN) entregó al consorcio Planner-Imacon, formado por las empresas Planner de Medios SAC e Imágenes y Comunicaciones del Perú, un millonario contrato de publicidad por nada menos que S/.7’887,834 para que, por un año, asesore en imagen institucional a la entidad del Estado y asegure su presencia en los medios de comunicación.
El contrato no tendría nada de extraño si no fuera porque el dueño de una de las empresas integrantes del consorcio ganador es nada menos que del publicista y financista del presidente Ollanta Humala.
FAVOR CON FAVOR SE PAGA
La compañía de Juan Carlos Rivera Idrogo, gerente general de Imágenes y Comunicaciones del Perú, no solo fue responsable de las campañas de 2006 y 2011 del entonces candidato Humala, sino que, además, él y su familia –hermanos, suegros y esposa– figuran como generosos aportantes a la campaña del líder de Gana Perú.
La compañía de Juan Carlos Rivera Idrogo, gerente general de Imágenes y Comunicaciones del Perú, no solo fue responsable de las campañas de 2006 y 2011 del entonces candidato Humala, sino que, además, él y su familia –hermanos, suegros y esposa– figuran como generosos aportantes a la campaña del líder de Gana Perú.
En efecto. Según el registro presentado por el partido de gobierno a la ONPE, Juan Carlos Rivera donó US$75 mil a la campaña de Humala, y su esposa y suegros entregaron, ‘desinteresadamente’, un total de S/.692,500.
Los hermanos del próspero y suertudo empresario: José Luis, Julio César, Marco Aurelio y Víctor Abraham Rivera Idrogo, entregaron de forma conjunta US$80 mil. Nada mal para una sola familia.
‘APORTES FANTASMAS’
Pero no todo fue tan transparente. Los Rivera Idrogo o, mejor dicho, sus generosas donaciones, fueron investigadas por la ONPE como supuestos ‘aportes fantasmas’.
Pero no todo fue tan transparente. Los Rivera Idrogo o, mejor dicho, sus generosas donaciones, fueron investigadas por la ONPE como supuestos ‘aportes fantasmas’.
Tras su investigación, la entidad electoral determinó que, en el caso de Juan Carlos Rivera, el aporte fue de US$70 mil, y no de US$75 mil; mientras que, en el caso de sus hermanos, la donación fue de US$8 mil, y no de US$80 mil, como declaró Gana Perú.
Como se podrá observar el tema de la honestidad también es letra muerta en este gobierno de Humala donde la corrupción y la ineficiencia está llegando a niveles alarmantes.
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