¿Cogobierno o gobernabilidad?
Hace algunos años, en la linda casita que Pepe Matos Mar tenía en Barranca del Muerto en México, hablábamos con Jorge Nieto sobre las crisis de gobernabilidad que habían derribado más de 10 gobiernos en América Latina.
La gobernabilidad, según la tesis que defendía Jorge, es el equilibrio entre poderes constituidos y poderes fácticos. Cuando uno de los poderes rompe la igualdad de la ecuación y se pasa al otro lado, los gobiernos caen, sin excepción.
Perú había demostrado la validez de la fórmula. En 1992 Alberto Fujimori, el Poder Ejecutivo, se alineaba con los poderes fácticos, los medios de comunicación, para derribar al Congreso. Años después, en el 2000, el Congreso -Poder Legislativo- se unía al clamor de otro poder fáctico, la opinión pública, para derribar al Ejecutivo representado por Fujimori.
De allí la importancia de la gobernabilidad, más aún cuando en estos días, unos intolerantes poderes fácticos han vuelto a ganar notoriedad.
Perú Posible sostiene que más importante que un cogobierno (alianza política en el Ejecutivo y el Congreso) es una apuesta, una concertación por la gobernabilidad. Para ello no se requiere de la imposición de carteras ministeriales. En todo caso, siendo importante, no es lo más crítico. Lo que dará estabilidad al próximo gobernante será una concertación de partidos por la gobernabilidad. Manteniendo nuestra identidad, acompañaremos a Gana Perú en aquellos asuntos que nos parezcan importantes para el país. En los que no, lo haremos saber, con claridad.
Los que desean que Perú Posible cogobierne con Gana Perú lo que buscan en el fondo es el desorden que trae, en situaciones críticas, la convivencia. Casos hay varios en la historia del Perú. Una ruptura en ese sentido, de la alianza, sería una crisis política, que por la debilidad institucional y fragilidad en el equilibrio de poderes, sería una fatalidad.
¿Qué debemos hacer para dar gobernabilidad al futuro gobierno? No basta con los votos parlamentarios. La madurez política es indispensable. Y la mejor forma de establecer una relación es a través de la construcción de una agenda de trabajo, que brinde prioridad a asuntos realmente importantes, no a situaciones ridículas como las que vemos en los estertores del actual gobierno.
Lo monotemático, la defensa del modelo económico, es insuficiente. La agenda debe contener puntos críticos: la gran reforma política que el Perú necesita, la lucha contra la corrupción, la modernización real del sistema de Justicia, la revolución educativa, el papel de la juventud, la búsqueda de competitividad, el cuidado de nuestra diversidad biológica, todos ellos elementos que apuntan a un desarrollo sostenible y en los cuáles la opinión ciudadana tiene un rol protagónico.
¿Gobernabilidad o cogobierno? Pues gobernabilidad, palabra que representa mejor a la posición de Perú Posible en estos días, de dudas, murmuraciones, apuestas y compromisos.
Ing. Juan Sheput
Hace algunos años, en la linda casita que Pepe Matos Mar tenía en Barranca del Muerto en México, hablábamos con Jorge Nieto sobre las crisis de gobernabilidad que habían derribado más de 10 gobiernos en América Latina.
La gobernabilidad, según la tesis que defendía Jorge, es el equilibrio entre poderes constituidos y poderes fácticos. Cuando uno de los poderes rompe la igualdad de la ecuación y se pasa al otro lado, los gobiernos caen, sin excepción.
Perú había demostrado la validez de la fórmula. En 1992 Alberto Fujimori, el Poder Ejecutivo, se alineaba con los poderes fácticos, los medios de comunicación, para derribar al Congreso. Años después, en el 2000, el Congreso -Poder Legislativo- se unía al clamor de otro poder fáctico, la opinión pública, para derribar al Ejecutivo representado por Fujimori.
De allí la importancia de la gobernabilidad, más aún cuando en estos días, unos intolerantes poderes fácticos han vuelto a ganar notoriedad.
Perú Posible sostiene que más importante que un cogobierno (alianza política en el Ejecutivo y el Congreso) es una apuesta, una concertación por la gobernabilidad. Para ello no se requiere de la imposición de carteras ministeriales. En todo caso, siendo importante, no es lo más crítico. Lo que dará estabilidad al próximo gobernante será una concertación de partidos por la gobernabilidad. Manteniendo nuestra identidad, acompañaremos a Gana Perú en aquellos asuntos que nos parezcan importantes para el país. En los que no, lo haremos saber, con claridad.
Los que desean que Perú Posible cogobierne con Gana Perú lo que buscan en el fondo es el desorden que trae, en situaciones críticas, la convivencia. Casos hay varios en la historia del Perú. Una ruptura en ese sentido, de la alianza, sería una crisis política, que por la debilidad institucional y fragilidad en el equilibrio de poderes, sería una fatalidad.
¿Qué debemos hacer para dar gobernabilidad al futuro gobierno? No basta con los votos parlamentarios. La madurez política es indispensable. Y la mejor forma de establecer una relación es a través de la construcción de una agenda de trabajo, que brinde prioridad a asuntos realmente importantes, no a situaciones ridículas como las que vemos en los estertores del actual gobierno.
Lo monotemático, la defensa del modelo económico, es insuficiente. La agenda debe contener puntos críticos: la gran reforma política que el Perú necesita, la lucha contra la corrupción, la modernización real del sistema de Justicia, la revolución educativa, el papel de la juventud, la búsqueda de competitividad, el cuidado de nuestra diversidad biológica, todos ellos elementos que apuntan a un desarrollo sostenible y en los cuáles la opinión ciudadana tiene un rol protagónico.
¿Gobernabilidad o cogobierno? Pues gobernabilidad, palabra que representa mejor a la posición de Perú Posible en estos días, de dudas, murmuraciones, apuestas y compromisos.
Ing. Juan Sheput
Artículo publicado en Diario 16 del 15 de junio del 2011
3 comentarios:
Todos los peruanos honestos esperamos que el gobierno de Ollanta Humala combata radicalmente la corrupción.
Para eso deberá efectuar una purga en el sector público de todo el entorno fujimontesinista, aprista y del entorno de Castañeda Lossio enquistado en el sector público que mucho daño le ha hecho al Perú.
Efectivamente y valga la aclaracion. Cogobierno es ser la celestina del mandatario en ejercicio, eso que lo hagan quine están deseperados en ser parte de la componenda y las repartijas. Concertación sí como bien indicas con una agenda clara y definida.
Optar por la gobernabilidad es la opción mas acertada; pero debe establecerse también mecanismos para fiscalizar la labor de nuestras autoridades y de cambiarlas de ser necesario, a fin de que en democracia podamos efectuar los ajustes necesarios sin desestibilizar nuestro sistema.
Desde este punto de vista que mecanismos pueden establecerse con ese efecto y que ejemplos tenemos que puedan servirnos de referencia?
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