Tan sólo ayer en la tarde, compartíamos en Twitter un artículo aparecido en El País en donde se señalaba la forma como se calumniaba, impunemente, al presidente de los Estados Unidos, Barack Obama. Colocarlo a la defensiva era una forma de disminuirlo políticamente, de cara a las próximas elecciones.
El artículo, de Elvira Lindo, titulado "Calumnia que algo queda", señalaba como un sector de la prensa norteamericana, sindicaba a Obama como musulmán. Inclusive se insinuaba que había nacido en territorio árabe. Obama lo desmintió.
Luego de esta batalla política, en la cual la calumnia era utilizada por sus detractores, Barack Obama encuentra la oportunidad de salir fortalecido ante sus opositores y, sobretodo, ante todo el pueblo de los Estados Unidos. Fuerzas especiales, informadas por Inteligencia, descubrieron hace un tiempo el paradero de Osama Bin Laden. Conocida la información, comprobada la misma, se procedió a la ejecución. ¿El resultado? Osama está muerto, para tranquilidad de los Estados Unidos y del Mundo.
Por los antecedentes mencionados en este artículo podemos inferir el porqué del discurso enérgico del presidente de los Estados Unidos. No sólo porque la situación lo ameritaba, sino porque quería dejar bien en claro que él era el único responsable de la orden que acabó con la vida del terrorista que causó el más grande daño en territorio continental americano. De hecho Obama ha pensado en fortalecerse ante el próximo proceso electoral, y vaya que lo ha logrado. Ha sido felicitado por ex presidentes como George W. Bush, ingresando así con pie firme en el tramo final de su gestión de cara a las elecciones del 2012.
Sin embargo hay un punto que quisiera destacar. A Obama no se le reelegirá, fundamentalmente, por la muerte de Osama, sino por el estado de la economía norteamericana. Si esta no mejora, si el desempleo sigue alto, lo más seguro es que el próximo presidente sea un republicano. Todo depende de cómo encare el presidente Obama estos últimos meses al mando del país más poderoso del orbe.
1 comentario:
Las muestras de euforia y afecto por Obama y por lo que significa la captura y muerte del enemigo No 1 de los Estados Unidos se están dando, los americanos pueden de momento olvidar sus precariedades pero a la hora de votar efectivamente no lo pensarán dos veces. Por otro lado es fuerte el racismo que existe y pese a los logros políticos que pueda tener Obama mientras no sean contundentes en el ámbito económico los americanos igual se sentirán no muy bien representados.
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