miércoles, 1 de diciembre de 2010

El que generaliza absuelve (*)

Hace más de veinte años, el presidente García, en su primer gobierno, exigió a uno de sus ministros que dijera, uno por uno, los nombres de los corruptos que había en su gobierno. El ministro, empresario además, había declarado que había “más de 5,000 corruptos”. García quería saber el nombre de ellos. Cómo no llegó a saberlo, despidió al ministro.
Algunos años después el presidente García, en una radio local, se permite decir que la corrupción es un mal endémico de la sociedad peruana. No sabemos cuál es el entorno social del presidente para que infiera semejante observación. Lo cierto es que afirmar aquello está muy lejos de la verdad.
La corrupción en el Perú adquirió cimas notables entre los años de 1985 y 2000, cuando el Perú fue gobernado por el doctor García y Alberto Fujimori. Luego de un interregno institucional, la corrupción ha vuelto a ser protagonista en el actual gobierno. Petroaudios, comunicores, indultos, cofopris, essalud y varias obras inconclusas y sobrevaloradas así lo demuestran.
Al igual que Alberto Fujimori, el presidente García pretende generalizar en el tema de la corrupción, catalogándolo de mal endémico de nuestra sociedad. Pretende decir que toda la sociedad sufre de corrupción. Al ser todos corruptos, pues qué importa la corrupción.
Al generalizar, el presidente García absuelve a los corruptos. No los señala ni condena. Dice que todos son. Apela así al mismo sonsonete fujimorista que pretendía culpar a todos para que así nadie sea culpable. Es una situación inaceptable.
En la misma línea, pretende minimizar el tema de ESSALUD reduciéndolo a una liquidación de casi 200,000 soles que habría recibido Fernando Barrios. No es así señor presidente. El problema de ESSALUD es 100,000 veces mayor: están en juego 20,000 millones de soles, monto gastado durante su gestión.
Soy de los que piensa que Fernando Barrios es un operador de intereses superiores. Mantilla, más directo, los llamaba órdenes superiores. El gasto de 20,000 millones de soles no habría sido posible sin conocimiento de las más altas instancias del actual gobierno.
¿A dónde se fue ese monto? Pues a cumplir con el sueño de Fortunato Canáan es decir la construcción febril de hospitales, a pagar las planillas de 9,000 compañeros ingresados a ESSALUD en los últimos cuatro años, a instrumental médico y obras sobrevaloradas, en tanto sufren millones de asegurados.
¿Por qué sufren? Porque a pesar del inmenso gasto efectuado los pacientes no son atendidos a tiempo, no les dan cita oportuna, no hay medicinas, se opera cuando se les da la gana, no hay camas, emergencia es un caos, es decir los servicios son un completo desastre.
¿Alguien habló de una indebida indemnización? No, el tema es una gigantesca corrupción.
Juan Sheput
(*) Artículo publicado en Diario 16 el 1º de diciembre del 2010

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