miércoles, 4 de agosto de 2010

Colombia: de 11,000 a 40,000 millones en exportaciones en 8 años

Colombia es un buen ejemplo a seguir en política económica. Consciente de su atraso educativo emprendió hace años, al igual que Brasil y Chile, una agresiva enmienda de su estructura educativa, lo cual se refleja en un sistema universitario que tiene dos universidades entre las 500 mejores del mundo, una tercera que pugna por entrar, científicos de primer nivel y una clase política culta, educada y con visión de país.
La prospectiva, esa herramienta que permite construir futuros, ha ordenado el camino colombiano, lo cual empieza a dar sus frutos. La siguiente entrevista al saliente Ministro de Comercio y Turismo Luis Guillermo Plata así lo demuestra:

El ministro de Comercio, dice que el país ha dado pasos claves hacia su inserción en los mercados externos, pero admite que todavía hay mucho por hacer.


El país va por buen camino en materia de globalización, competividad y atractivo para la inversión extranjera, señaló el ministro de Comercio, Industria y Turismo, Luis Guillermo Plata, al hacer un balance de su gestión en el que reconoce que hay varios asuntos pendientes. Incluso, sugiere que el nuevo Gobierno debe mantener varias de las estrategias en marcha.

¿Cómo calificaría la situación del comercio exterior colombiano?

Me parece que estamos en un momento excelente. Nos recuperamos rápido de la caída ocasionada por la crisis mundial y los empresarios han reaccionado al bloqueo comercial impuesto por Venezuela. Creo muy posible que este año superemos los 40.000 millones de dólares en exportaciones. Cabe recordar que hace ocho años el país exportaba apenas 11.000 millones de dólares. Eso sí, seguimos teniendo dificultades en cuanto a diversificación de mercados.

¿Le preocupa la concentración de exportaciones de bienes primarios?

Para los próximos años se anticipa un escenario de probable crecimiento acelerado de las exportaciones de bienes primarios, especialmente los de energía, como resultado de la mayor demanda mundial.

Con el fin de evitar los efectos negativos de esa situación, el Gobierno radicó un proyecto de ley de regla fiscal, que debe complementarse con un fondo de estabilización. Simultáneamente, se viene adelantando el programa de transformación productiva, que contribuirá a la modernización del aparato productivo y al crecimiento de las exportaciones de valor agregado.

¿Qué necesita Colombia para internacionalizarse más?

El país necesita implementar y aprovechar los TLC que ya se negociaron y los que están por negociar. Adicionalmente, es clave seguir avanzando en la modernización de la regulación para hacer menos oneroso y más rápido el comercio internacional. Un aspecto en el que debe seguir trabajando el Gobierno es en la vinculación de Colombia a foros como APEC y gestionar su acceso a la OCDE.

Adicionalmente debemos continuar trayendo más turistas, pues sus testimonios ayudan a cambiar la percepción de Colombia. Y finalmente, hay que darle un vuelco a nuestra política de inmigración para atraer a los "mejores y más inteligentes". Esto puede parecer contradictorio cuando hay alto desempleo pero no es así, pues facilitar la llegada de mentes talentosas y preparadas es una manera efectiva de internacionalizarse y hacerse más competitivo.

¿Y la tasa de cambio?

Es un hecho que la tasa de cambio seguirá con su tendencia de apreciación. No obstante, creo que el Banco de la República debe estar muy atento para evitar que se llegue a situaciones extremas que pueden tener impacto negativo en la economía. Es posible que el mensaje que transmite la regla fiscal y el fondo de estabilización contribuya, en el mediano plazo, a moderar esta tendencia de revaluación.

El mensaje más importante es que en ese contexto tenemos que ser cada vez más competitivos. Pero no me refiero sólo a hacer lo que sabemos hacer más rápido o más barato sino a competir por calidad, velocidad, servicio e innovación.

¿Qué senda deberíamos seguir con los TLC?

Colombia ya negoció prácticamente con toda América Latina. Negociamos TLC con Estados Unidos y Canadá, con la Unión Europea y con los países de la Asociación Europea de Libre Comercio. Ahora estamos comenzando a negociar con Asia.

El Consejo Superior de Comercio Exterior aprobó en octubre del año pasado una agenda de intereses de Colombia para próximas negociaciones de TLC. Las negociaciones actuales con Corea del Sur y Panamá son parte de esa agenda. De igual forma, en desarrollo de ella, se están adelantando las gestiones ante los gobiernos de Japón, Australia y República Dominicana, que podrían iniciar en el 2011.

Además de estos países en la agenda, aparecen la Comunidad del Golfo -integrada por Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Omán y Qatar-, Rusia, Costa Rica, Singapur e India.

¿Cree que la ratificación del acuerdo con Estados Unidos está cerca?

El Gobierno del presidente Obama ha dado señales claras sobre el interés de reactivar el tema en enero de 2011. Esperamos que en esta ocasión sí se haga realidad su aprobación.

Colombia ha hecho todo lo que está a su alcance para mostrar que el país es muy diferente a lo que plantean los opositores al libre comercio.

¿Cómo analiza lo sucedido con Venezuela?



Creo que el comercio es un derecho de los pueblos. El bloqueo ilegal impuesto por el Gobierno de Venezuela atenta contra el empleo no sólo de los ciudadanos colombianos, sino también de los venezolanos. Tengo la certeza que en algún momento en el futuro se volverán a fortalecer los lazos comerciales entre las dos naciones, pues somos socios naturales, con una tradición de amistad. Entiendo la situación actual como lamentable, pero temporal.

Los empresarios colombianos han dado muestras de rápida adaptación a las circunstancias adversas y han logrado colocar una parte importante de las exportaciones en otros mercados. En el acumulado hasta mayo de 2010, se observa que las exportaciones no tradicionales a Venezuela han caído en 1.544 millones de dólares con relación al mismo periodo de 2009, pero las exportaciones al resto del mundo han crecido en 1.251 millones en ese lapso.

¿Cuál es su balance sobre el turismo?

El turismo en Colombia pasó de un estado de postración en 2002 a uno de sus mejores momentos en la historia. Los colombianos volvimos a viajar por el país; la llegada de visitantes extranjeros pasó de 1'116.875 en 2002 a 2'494.465 en 2009; los cruceros que habían caído hasta apenas 46 barcos en 2005, volvieron al país y llegaron a 218 en 2009; las frecuencias de vuelos internacionales aumentaron desde 18.000 en 2004 hasta 30.000 en 2009; el número acumulado de habitaciones hoteleras nuevas asciende a 14.259 hasta 2009. Adicionalmente, han entrado nuevas cadenas de hoteles al país y estamos incursionando en modalidades nuevas como es el turismo de salud.

¿Qué cuellos de botella permanecen?

Aún tenemos atrasos en infraestructura, seguimos enfrentando las alertas de algunos gobiernos para los viajes de sus nacionales a Colombia, nos falta conectividad con algunos países y seguir mejorando en temas de información.

¿Cuál fue el principal consejo que le dio a su sucesor?

La importancia de mantener las políticas estructurales que se han adoptado en los años recientes; específicamente, se debe seguir adelante con la política de internacionalización y con la de transformación productiva. Se trata de políticas que dan sus frutos en el mediano y largo plazo, por lo que es importante ser constantes en su aplicación.

1 comentario:

Manito.de.cuy dijo...

Frente a todos estos desafios, hay un elemento al que no se le ha prestado la debida atención. Y este, es el factor humano. Técnicos y profesionales que hacen posible traducir lineamientos de política en hechos concretor.

Nuestro país empezó un proyecto que era la gran esperanza del pais. El proyecto SERVIR, proporcionaría un caudal de profesionales en puestos de gran relevancia para llevar a cabo aquellas actividades que podrían haber hecho del nuestro, un pais realmente diferente.

Penosamente, la "angurria" política de algunos dirigentes de nuestro país terminó por llevar a la anomia a este gran proyecto.

Ojalá ´políticos perspicaces y con visión de futuro, relancen, en el siguiente gobierno, el proyecto SERVIR, esta vez como una posibilidad real y valedera para romper las cadenas que amarran el desarrollo del pais.

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