Por razones académicas fui testigo de la transformación de Bogotá, de ciudad caótica, insegura y con problemas espantosos de tránsito, a una ciudad en la cual, como dice el eslogan colombiano "el principal riesgo es que te quieras quedar".
Líderes de esa transformación fueron, fundamentalmente, los alcaldes Enrique Peñalosa y Antanas Mockus personajes con muchos aspectos en común. Ambos son doctores, estudiando en Estados Unidos y Francia. No son abogados, lo cual les da un especial realismo a su forma de gestiòn. Ambos pertenecen al Partido Verde y tienen como factor común el espíritu comunicador tanto como la mente creativa. Los dos son honestos y decentes demostrándolo permanentemente así como profesan un respeto mayor al ciudadano.
Peñalosa y Mockus dieron una gran prioridad, durante su gestión, a la construcción de ciudadanía. Porque si de algo no se ha hablado aún lo suficiente es que antes del Transmilenio y de la seguridad, de las grandes obras y del ordenamiento de la ciudad, los alcaldes mencionados primero construyeron ciudadanía. Jazz y exposiciones en los parques, bibliotecas y campañas ecológicas, sensibilización por los minusválidos y los que menos tienen, civismo y educación fueron la antesala de la transformación de Bogotá.
Tanto Antanas Mockus como Enrique Peñalosa iniciaron sus periodos como alcaldes educando, difundiendo cultura y valores cívicos. Los dos, en sus respectivos periodos reclamaban que esa, la ciudadanía, era el requisito previo del gran cambio de la ciudad. Y allí, el profesor Antanas Mockus jugó un papel protagónico y gravitante. Para educar, ni uno ni otro, necesitaron tener 80% de popularidad. Si hubieran tenido ese capital político la mejora de la ciudad habría sido aún más espectacular.
Todo lo contrario a lo que sucede en Lima. El 70 u 80% de popularidad que pueda tener el alcalde Luis Castañeda no es utilizado como un mandato que le permita educar, tomar conciencia, edificar valores cívicos. Ese 70 u 80% más bien sirve para destruir a los ciudadanos con sus medidas que los afectan y degradan en cuanto calidad de vida. Ese incomprensible respaldo ciudadano es paradógico pues es usado en contra de los mismos ciudadanos e inútil en términos de capital político, pues no puede ser usado por Castañeda para emprender, por ejemplo, una cruzada moral, por que él mismo está señalado de graves indicios de corrupción.
Pero ¿por qué escribimos sobre Antanas Mockus? Pues porque se ha convertido en el candidato con más posibilidades de derrotar al hegemonismo del Partido de la U, del presidente Uribe. En un mes Antanas Mockus ha subido de 9 a 20 por ciento, sin embargo en el caso de una segunda vuelta Juan Manuel Santos derrotaría al ex alcalde por 45 a 37%. Este resultado, de continuar la tendencia ascendente de Mockus bien podría modificarse de aquí al 30 de Mayo. En mes y medio muchas cosas pueden pasar.
Desde mi punto de vista considero que el incremento de Antanas Mockus tiene que ver con la persona y el partido. Los verdes agrupan a una interesante constelación de personajes con calidades personales, académicas y políticas que, en un país institucionalizado como Colombia es un factor muy importante. Reducir el análisis de Mockus a lo anecdótico (el ex rector que se bajó los pantalones) es ignorar la faceta creativa, eficaz e intelectual de un personaje de muchos recursos. El Partido Verde se convierte en una interesante vía de izquierda., humanista y técnica, que bien puede ganar las próximas elecciones.
Haremos los esfuerzos por viajar a Colombia para observar, in situ, esta interesante elección que nos debe servir de referente en cuanto a la importancia de la calidad en la política.
Finalmente en el siguiente enlace podrán tener acceso a la encuesta Ipsos Napoleón Franco, encargada por la revista Semana, respecto a la elección presidencial de Colombia. Los invito a verla, no sólo por su contenido sino por su didáctica y amigable diagramación:
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