Quino, Obra Pública y Caos Urbano

Al ritmo del psicosocial "Gracias por dejarnos Trabajar" continúa el deterioro de la calidad de vida en Lima. Obras públicas que no traerán progreso pero sí riqueza a las empresas constructoras. Una ausencia total de planificación que se manifiesta en el caos del transporte; una total ausencia de desarrollo urbano que trae edificios en donde antes había casas; colegios y nidos frente a parques rompiendo la tranquilidad; que autoriza grifos de gasolina en espacios residenciales; que construye y destruye sin avisar, causando un deterioro real de la calidad de vida de los limeños, por obra y gracia del alcalde de Lima y de algunos alcaldes distritales.

Lo que sucede en materia de caos vehicular en la Av. Angamos y en la Av. Tomás Marsano es un monumento a la improvisación. Cual síntoma de locura, las dos vías empiezan a ser destruídas en el mismo periodo de tiempo, rompiendo la posibilidad de tener vías auxiliares para los pilotos que vienen de Lima Sur o van hacia dicho lugar o hacia el Este. Dos vías muy importantes empiezan a ser destruídas en tramos, dicen que para construir viaductos y un tren eléctrico, que terminarán siendo obras inútiles. Los primeros porque de qué vale el by pass si el embotellamiento seguirá metros adelante (como sucede en la Av. Javier Prado y en la Panamericana Norte) y el segundo es producto de una ruta diseñada hace 25 años y que fue rechazada por el sector privado por su inviabilidad. El drama que viven automovilistas y vecinos como consecuencia de estas "obras" sin planificación no tiene paralelo en ninguna ciudad de América Latina. Si a esta "obra" le agregamos el caos en que se ha convertido el otrora apacible distrito de Barranco y la destrucción de un sector moderno de Chorrillos, podrán inferir el daño que Luis Castañeda Lossio le viene haciendo a la ciudad.

Para graficar lo que sucede hemos elegido una pintura de Quino, sobre las obras públicas y la destrucción del futuro, la cual pueden apreciar en la parte superior de este post.