Destruyendo el vecindario: Hospital del Niño y San Borja

Imagine que usted, luego de mucho esfuerzo se compra una casita en un barrio residencial. Paga más porque desea tranquilidad, sosiego, un parque frente a su ventana y sonidos que se juntan a partir del canto de los pájaros y los gritos siempre alegres de los niños.

De repente un alcalde corrupto, so pretexto de la educación, da licencia para que en medio de la vecindad una promotora coloque un "nido". La paz se acabó, las bicicletas de los niños son reemplazadas por autos, y ya no hay calma sino carretillas y vendedores ambulantes.

Piense ahora en que el alcalde corrupto ya no da licencia para un nido sino para una estación de gasolina. O de lo contrario para un colegio de gran escala. O peor aún para un supermercado, de esos tipo Wong o Vivanda. Adios su calma, adiós su parque, adiós su inversión.

Pero los alcaldes corruptos no se contentan con eso. Han aprendido a hacerse los locos con las licencias de construcción y permiten que se construyan edificios monstruosos de 6 u 8 pisos en donde antes habían casitas de máximo dos pisos. O estos mismos alcaldes corruptos desvían el sentido del tráfico, convirtiendo a una apacible avendida en una réplica de la Avenida Abancay como sucede en el todavía hermoso distrito de Barranco donde se ha destruído la av. San Martín.

¿Y qué pasa si el alcalde corrupto, en compañía de un alto funcionario del gobierno central decide convertirse en cómplice y dar licencia para la construcción de un Hospital? Pues simplemente destruyeron su vida, su inversión, su paz, todo en nombre del bienestar de la sociedad.

Luis Castañeda Lossio desprecia a los ciudadanos. Amparado en un blindaje mediático se permite dar licencia para la construcción del Hospital del Niño en una zona que no es la mejor para el servicio que se pretende dar. Ayer en la tarde he escuchado a Milagros Leyva y José María Salcedo defendiendo en RPP esta decisión del gobierno y del alcalde de Lima, como si fuera una obra de beneficio para la sociedad y colocando a los vecinos del futuro hospital como si fueran enemigos de la misma. Nada más falso. Que se muden a esa zona la señora Leyva y el señor Salcedo antes de hablar con tanta irresponsabilidad.

La construcción de un Hospital del Niño en la zona de San Borja será la consolidación del caos y el colapso en esa zona, que hoy ya sufre las consecuencias de la falta de capacidad de Castañeda Lossio. No sólo será un edificio ancla para el comercio informal y el incremento del tráfico sino depreciará por completo la inversión de los vecinos en la zona, que tienen todo su derecho a defenderla.

Los hospitales cuando se construyen se hacen cerca de los usuarios y los usuarios de este hospital de beneficiencia están ubicados en Lima Este, Norte o Sur no en una zona residencial. Es una realidad objetiva. No tiene por que hacerse en medio de una zona residencial por el simple hecho de mortificar a los vecinos y publicitar la obra.

El pensamiento Canáan, ese que busca construir hospitales por todas partes, ha encontrado en el ministro Ugarte a un defensor de oficio, que con el pretexto de la obra de bien social no esconde sino la necesidad de construir por construir, porque un Hospital del Niño en una zona como la de san Borja, no es una solución ni está en la mejor localización, es simplemente un faenón.

Una vez más se abusa con el vecindario. Barranco, Chorrillos, San Borja, la destrucción de la clase media en manos de la corrupción.