Dentro de la definición de sistemas complejos se contempla el hecho de que están compuestos por varios sub sistemas y su comportamiento es poco predecible.
En ese sentido es necesario diferenciar lo que es un sistema complejo de lo que es un sistema complicado. Este último es aquel que tiene un comportamiento predecible. Un computador sin enchufar, por ejemplo, es un sistema que permite predecir su comportamiento. Si enchufamos el computador a la corriente eléctrica, el sistema sigue siendo complicado a pesar de tener un elemento adicional, la fuente de energía, lo cual no impide inferir su comportamiento. Sin embargo si agregamos al computador enchufado, el encendido o puesta en operación así como a un ser humano, el comportamiento del sistema se vuelve impredecible. Para hacer cualquier tipo de predicción necesitamos analizar los sistemas involucrados. Este análisis está en el campo de los sistemas complejos, un campo en el que ni nuestros empresarios, ni nuestros políticos tienen mucho conocimiento. Veamos por qué.
Desde hace unos años nuestro país sufre de muchos accidentes de tránsito en las carreteras. Los muertos hacen de nuestras estadísticas las más lamentables del continente y una de las tasas de muertos en las pistas más altas del Mundo. Ante ello el gobierno reaccionó primero con el Plan Tolerancia Cero y luego con el incremento de la penalidad. Esta incorporó una medida preventiva llamada el “Amigo Elegido”, sin embargo los muertos en las pistas continúan, las estadísticas siguen creciendo, personas inocentes siguen derramando su sangre en las pistas todo ante nuestra indiferencia, una indiferencia que nace en nuestra costumbre de ver cotidianamente esta noticia.
Todo esto sucede porque los gobernantes y los empresarios ignoran la dinámica de los sistemas complejos. Han atacado sólo una parte del problema, la de la penalidad. Se han olvidado de los otros componentes del Sistema de Transporte, que son muchos y variados. No hay una visión de conjunto y atacando sólo una parte del problema, la legal, se olvidan de todos los otros subsistemas y contribuyen así al caos.
Un Sistema de Transporte no sólo es la revisión técnica en la carretera (Tolerancia Cero) ni el amigo que no bebe (amigo elegido). Tampoco el incremento de la penalidad. También es la informalidad del transporte, la falta de mantenimiento de las pistas, el pésimo diseño de las “nuevas” autopistas (autopistas que siguen siendo carreteras como es en la vía Huacho –Paramonga), la corrupción, la abundancia de licencias, la falta de estándares laborales, la ausencia de señalización, el colapso de las vías de comunicación (por no tener marina mercante ni ferrocarril), el incremento de la delincuencia, la falta de control policial, la falta de educación cívica, entre otros subsistemas. Si no se atacan todos estos componentes, en diversas medidas y en diversos grados, la solución seguirá siendo parcial, por lo tanto no es una solución.
Otro tanto sucede por ejemplo con los famosos grilletes electrónicos ¿Solucionarán el problema penal? ¿Acaso no se sabe que la gran mayoría de delincuentes son reincidentes y que en nuestro país no hay cultura cívica que permita, como en Estados Unidos, sentirse arrepentido por portar un signo de mal comportamiento con que nos castiga nuestra sociedad?
Esta medida de los grilletes electrónicos no es innovadora, porque no va a ser aceptada por el mercado, por la sociedad, y mas bien nos generará una serie de males paralelos. Al plantear una solución de este tipo se ignora lo que es un sistema complejo, el sistema penal. Hay varios subsistemas involucrados, el sistema de producción de justicia, la corrupción policial, el incremento de las enfermedades sociales, abogados sin ética, ausencia de civilidad, malos ejemplos desde los niveles más altos de la política, los negocios maquillados de políticas públicas, etcétera, etcétera. Esta medida, lamentablemente, no funcionará.
Es necesario que desde la Ingeniería fundamentalmente se incorpore el pensamiento complejo a nuestros procesos de tomas de decisiones. Así se contribuirá en algo a que medidas de este tipo, con una apariencia positiva, no se queden en eso, en apariencia y contribuyan de manera efectiva a mejorar nuestra sociedad.
En ese sentido es necesario diferenciar lo que es un sistema complejo de lo que es un sistema complicado. Este último es aquel que tiene un comportamiento predecible. Un computador sin enchufar, por ejemplo, es un sistema que permite predecir su comportamiento. Si enchufamos el computador a la corriente eléctrica, el sistema sigue siendo complicado a pesar de tener un elemento adicional, la fuente de energía, lo cual no impide inferir su comportamiento. Sin embargo si agregamos al computador enchufado, el encendido o puesta en operación así como a un ser humano, el comportamiento del sistema se vuelve impredecible. Para hacer cualquier tipo de predicción necesitamos analizar los sistemas involucrados. Este análisis está en el campo de los sistemas complejos, un campo en el que ni nuestros empresarios, ni nuestros políticos tienen mucho conocimiento. Veamos por qué.
Desde hace unos años nuestro país sufre de muchos accidentes de tránsito en las carreteras. Los muertos hacen de nuestras estadísticas las más lamentables del continente y una de las tasas de muertos en las pistas más altas del Mundo. Ante ello el gobierno reaccionó primero con el Plan Tolerancia Cero y luego con el incremento de la penalidad. Esta incorporó una medida preventiva llamada el “Amigo Elegido”, sin embargo los muertos en las pistas continúan, las estadísticas siguen creciendo, personas inocentes siguen derramando su sangre en las pistas todo ante nuestra indiferencia, una indiferencia que nace en nuestra costumbre de ver cotidianamente esta noticia.
Todo esto sucede porque los gobernantes y los empresarios ignoran la dinámica de los sistemas complejos. Han atacado sólo una parte del problema, la de la penalidad. Se han olvidado de los otros componentes del Sistema de Transporte, que son muchos y variados. No hay una visión de conjunto y atacando sólo una parte del problema, la legal, se olvidan de todos los otros subsistemas y contribuyen así al caos.
Un Sistema de Transporte no sólo es la revisión técnica en la carretera (Tolerancia Cero) ni el amigo que no bebe (amigo elegido). Tampoco el incremento de la penalidad. También es la informalidad del transporte, la falta de mantenimiento de las pistas, el pésimo diseño de las “nuevas” autopistas (autopistas que siguen siendo carreteras como es en la vía Huacho –Paramonga), la corrupción, la abundancia de licencias, la falta de estándares laborales, la ausencia de señalización, el colapso de las vías de comunicación (por no tener marina mercante ni ferrocarril), el incremento de la delincuencia, la falta de control policial, la falta de educación cívica, entre otros subsistemas. Si no se atacan todos estos componentes, en diversas medidas y en diversos grados, la solución seguirá siendo parcial, por lo tanto no es una solución.
Otro tanto sucede por ejemplo con los famosos grilletes electrónicos ¿Solucionarán el problema penal? ¿Acaso no se sabe que la gran mayoría de delincuentes son reincidentes y que en nuestro país no hay cultura cívica que permita, como en Estados Unidos, sentirse arrepentido por portar un signo de mal comportamiento con que nos castiga nuestra sociedad?
Esta medida de los grilletes electrónicos no es innovadora, porque no va a ser aceptada por el mercado, por la sociedad, y mas bien nos generará una serie de males paralelos. Al plantear una solución de este tipo se ignora lo que es un sistema complejo, el sistema penal. Hay varios subsistemas involucrados, el sistema de producción de justicia, la corrupción policial, el incremento de las enfermedades sociales, abogados sin ética, ausencia de civilidad, malos ejemplos desde los niveles más altos de la política, los negocios maquillados de políticas públicas, etcétera, etcétera. Esta medida, lamentablemente, no funcionará.
Es necesario que desde la Ingeniería fundamentalmente se incorpore el pensamiento complejo a nuestros procesos de tomas de decisiones. Así se contribuirá en algo a que medidas de este tipo, con una apariencia positiva, no se queden en eso, en apariencia y contribuyan de manera efectiva a mejorar nuestra sociedad.
Finalmente y ya desde el punto de vista de la ciencia social, la corrupción es un sistema complejo. En ella están incorporados políticos, empresarios, periodistas de opinión y medios de comunicación, poderes del Estado, cada uno aportando al sistema desde "su lado". Así es que se pueden dar leyes a la medida, silenciar información que complica a corruptos, contribuir a lavarles la imagen, influir e infiltrar personas en los poderes del Estado, para lograr los objetivos de la corrupción. Atacar esta distorsión social exige trabajar en todos los frentes y no de manera aislada en cada uno de ellos.
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