Hace poco en la CADE en Arequipa el destacado economista de UCLA Sebastián Edwards ironizaba con que la crisis económica ha concluido. "Crisis is over" decía su diapositiva mientras mostraba en otra unos histéricos " Yes! Yes! Yes!" a la par que daba una serie de elementos que nos llevaban a pensar todo lo contrario a lo que nuestros funcionarios de manera optimista venían diciendo.
Es cierto que nuestra economía aparentemente no ha sufrido la caída que ha sufrido en otros países. Pero también es cierto que las dudas sobre el manejo de las cifras e índices del INEI son cuestionables. Si se hubiera trabajado con la anterior metodología, por ejemplo, el índice de crecimiento del PBI sería negativo, muy por debajo de las cifras que con orgullo muestra en estos días el gobierno.
Para salir de la órbita de lo nacional y en vista que nuestra economía es globalizada prefiero recomendarles un artículo del premio Nobel Paul Krugman que habla de los peligros que aún acechan sobre la economía. Si bien se refiere a la economía estadounidense esta nos afecta al ser destino de nuestras exportaciones. Este artículo se condice con lo que vienen señalando algunos economistas locales en el sentido que se pudieron tomar medidas más eficaces que la inercia de la cual hace gala tanto el BCR como el MEF. En nuestro país, un crecimiento mediocre y cuestionado de uno por ciento es celebrado tanto como un empate episódico de nuestra selección de fútbol en eliminatoria de mundial. Mediocridad por donde se le mire, mediocridad que gracias a los relacionistas públicos adquiere estatura de hazaña.
Les recomiendo el artículo de Paul Krugman publicado en El País.
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